Estaba en mi habitación mirando gossip girl con Mati, desde hace un mes lo estoy obligando a verla conmigo; ayer habíamos vuelto de París y se había quedado a dormir en mi casa.
Habíamos hablado muchísimo sobre lo que había pasado con Enzo y en como me gustaría poder decirle lo que siento, pero simplemente no podía, me daba muchísimo miedo.
-Dale serena, como te vas a comer al Nate ahí enfrente de todos!-Habla apuntando a la pantalla Mati.- NA y encima ahora aparece dan, no te tocaba.
Yo me rei al ver su reacción. Por más que el lo negara ya estaba amando la serie.
Terminamos de mirar el capítulo y ya nos dolía el culo de estar tanto tiempo sentados por lo que dijimos de sacarnos fotos. Estuvimos como 1 hora y ninguna nos gustaba.
-Nono sali horrible boluda, mírame la cara, parece que me metí 30 líneas.
-Uh pero yo salí bien. Que pesado sos Matías. Ya me cansé, no voy a subir nada.- Me cruce de brazos y me comí una frutilla.
-OK! Igual ni quería que subas algo conmigo.- Se quizo hacer el enojado y no le salió.- Bueno me tengo que ir gorda, más tarde voy una entrevista y antes tengo que hacer un par de cositas.
Nos levantamos de las sillas, lo acompañe hasta la puerta y nos despedimos.
-Avisame cuando llegues zorrito.-Grite antes de que entrara al asesor.
Este día me lo iba a tomar para mí de cierta manera, hace bastante no hacía algo yo sola.
Por lo que me bañe, me arregle linda, me maquille, no sin antes buscar en Google alguna cafetería linda. Encontré una que se llamaba "Vive , café" nunca había ido, pero según Google estaba en el primero de los mejores. Agarre las llaves del auto y salí.
Era un día nublado, algo lluvioso y con un toque de frío; para mí suerte era mi época favorita del año, pero ya dentro de poco se iba a terminar y empezaba a venir el calorcito, también me gustaba, pero acá mayormente las temperaturas suben muchísimo y eso me pone de un mal humor terrible.
La cafetería quedaba un poco lejos del departamento, por lo que tarde un ratito en llegar; al entrar varias personas me reconocieron y me pidieron fotos, obviamente no me negué en lo absoluto. Estuvimos charlando un poco y después se fueron.
Me pedí un expreso doblé, junto a un budín que tenía algunos frutos secos y un brownie muy chocolatoso; estaba todo riquísimo, me encantó la verdad. Disfrute bastante la merienda y incluso me quedé como hora media. Me quedé pensando, como siempre.
Quizás si debería animarme a decirle lo que siento a Enzo. ¿Que sentirá el? O quizás si está con Aitana.
No sé que hacer la verdad, muchos aspectos me dicen que el siente lo mismo, pero también hay cosas que me hacen dudar de todo.
Mi celular vibró y lo saqué de mi bolso para ver qué era.
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