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Llegó y lo primero que hizo después de despedirse de su mejor amigo fue correr a ver a su hija, el departamento no era ni muy grande ni muy chico, constaba de 2 habitaciones con baño privado, un estudio, cocina, sala de estar y un baño general, la...

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Llegó y lo primero que hizo después de despedirse de su mejor amigo fue correr a ver a su hija, el departamento no era ni muy grande ni muy chico, constaba de 2 habitaciones con baño privado, un estudio, cocina, sala de estar y un baño general, la menor dormía con el omega.

Al ingresar observó su rostro contra la cama, descansaba tan tranquila, depositó un suave beso sobre su pequeña cabeza y la vio removerse tratando de buscar su olor, liberó un poco de sus feromonas y la pequeña sonrió suspirando para seguir durmiendo, eran esos pequeños momentos lo que Jimin más atesoraba, aquellos en donde sólo eran Hyori y él en la comodidad de su casa.

El agua corría por su cuerpo, había sido un día cansado pero feliz, aunque aún le dejaba con un sabor amargo el ver a su pequeña crecer tan rápido y muchas veces sin su compañía, pero sabía que no podía hacer nada, ella lo estaba haciendo bien a pesar de todo, era una luchadora y su salvadora.

Fue a su estudio y se sentó tomando su guitarra entre sus manos, la sonrisa de la pequeña apareció en su memoria y no pudo evitar sonreír, la melodía surgió y las palabras igual, ella era definitivamente su más grande regalo, Hyori había llegado a su vida como aquel rayito de luz que iluminaría la oscuridad en la que estaba envuelto.

Aún recordaba su primera patada y los latidos de su pequeño corazón durante la ecografía.

—Esto se sentirá un poco frío — Asintió sintiendo como aquel gel le era colocado en su vientre, la doctora pasó un pequeño aparato sobre este y comenzó a ver en la computadora — Ese pequeño bulto que ves ahí, es tu bebé.

Observó donde señalaba y aunque era difícil de distinguir pues aún tenía 6 semanas de embarazo, pudo observar lo que la doctora le indicaba.

—Quiere escuchar también el latido del bebé?

Asintió despacio mientras sostenía la mano del alfa a su lado.

Un pequeño sonido rápido llenó la habitación y sus ojos se llenaron de lágrimas desbordándose por su rostro, el alfa también estaba llorando a su lado, pero Jimin lo supo en ese momento, el latido de su pequeña le había devuelto los latidos a su corazón.

Iban a estar bien, iba a luchar para que eso fuera así.

Dejó la guitarra a un lado y salió a su habitación, la pequeña dormía como un angelito, Jimin bajó la luz dejando aquella lámpara de mariposas regulable, Hyori tenía un cierto miedo a la oscuridad y no quería que se asustara si despertaba en medio de la noche, movió las sábanas metiéndose bajo estas, abrazó a su hija llenándola de sus feromonas y oliendo su característico olor a caramelo que emanaba de su cuerpecito, antes de cerrar los ojos y caer en los brazos de morfeo.

Tiny Secret 💗 [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora