Tiny Secret 💗 [kookmin au]

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Cuando llegó al estacionamiento encontró a Jimin hecho una bolita, totalmente destrozado, qué pudo haber pasado? Quería preguntarle al rubio, pero apenas sintió su presencia lo abrazó con fuerza y lloró tal como lo hizo 4 años atrás, con toda su alma y con el dolor invadiendo cada parte de su ser.

Y Taehyung no entendía, no entendía por qué su mejor amigo parecía haber perdido a alguien que amaba cuando hasta media hora atrás estaba totalmente tranquilo y feliz, no entendía por qué tenía una vez más al rubio llorando en sus brazos ni tampoco entendió por qué Jimin se alejó y subió al vehículo sin decirle nada.

— Llévame a casa por favor — Taehyung quiso decir algo, pero no era el momento, aún no, sólo subió y dio marcha al vehículo llevándolo hasta el departamento.

Hyori no estaba ahí porque ya la habían dejado con Seojoon, se suponía que iban a tener el fin de semana para ellos dos y Jimin solo rompió a llorar una vez más al recordar todos los planes que había hecho para los dos días que venían, ver su maleta lista para aquel pequeño viaje que había organizado y entender que ya nada tenía sentido porque otra vez estaba con el corazón destrozado y por la misma persona.

Limpió sus lágrimas con fuerza y fue al baño a lavarse, Taehyung se había mantenido en la sala sin saber qué hacer y cuando estuvo a punto de decirle a Seojoon, el rubio salió del baño.

— Tae te iba a pedir dos días para mañana, en realidad los iba a pedir yo — Rió sin gracia — Necesito que los pidas tú, estaré incomunicado, quiero estar sólo estos dos días, no le digas a Seojoon ni a Seok, por favor.

El alfa no entendía, nada, absolutamente nada.

— Pero Jimin, qué ha pasado?

— Ha pasado que volví a confiar en la persona equivocada — Y tomó su maleta lista para salir del departamento y bajar al taxi que desde el baño había pedido y ya estaba esperándolo.

Taehyung había salido corriendo tras él, pero no había logrado alcanzarlo, no había logrado detener a Jimin sabiendo aún que estaba en un estado tan deplorable.

Yongsun se acercó despacio, sabía que Seokjin tardaría al menos unos 15 minutos en llegar, estaba algo lejos, debía tratar de calmar a Jungkook, pero el alfa se veía ido.

— Kook, toma un vaso con agua — La rubia se acercó, pero Jungkook solo se movió hacia atrás haciendo que el vaso cayera al piso destruyéndose por completo — Jungkook...

El pelinegro estaba dolido, quería gritar y destrozar todo, necesitaba expulsar todo porque sino sabía terminaría llorando como niño pequeño, por lo que comenzó a tirar todo lo que quedaba en el escritorio, la computadora, el florero, lanzó la silla contra los sillones y luego en un arranque completo pateó el escritorio haciendo que cayera en un sonido ensordecedor y rompiendo el vidrio de este.

— Basta Kook por favor — La omega estaba asustada llorando, más aún al ver al alfa inspirar más fuerte de lo normal — Kook por favor tranquilízate, tu corazón...

Y entonces Jungkook comprendió que estaba saliéndose de control, el corazón le dolía demasiado, no sabía si era el dolor por la tristeza o por su enfermedad, su lobo soltaba aullidos de tristeza y él mordió su labio con fuerza, caminó entre los destrozos saliendo por la puerta de la oficina y dirigiéndose al estacionamiento.

Y así entre todo ese caos, subió a su vehículo perdiéndose en las calles de Seoul, manejando con el dolor matándolo, porque aunque fuera su enfermedad, lo que sentía emocionalmente lo estaba matando por dentro, una vez más.