Estrellados © 3º

Capítulo 9|| "Piezas encontradas"

—¿Entonces nunca escuchaste hablar de Brutal Disaster?—Tabitha le preguntó a William mientras caminaban por el parque del internado, tenía una mueca en su rostro que exclamaba ''¿¡acaso sales de tu casa?!''. Él bebió un sorbo del café frio que había ordenado en la cafetería, en donde se la encontró...para variar.

—No soy tan anticuado, claro que sé quienes son, simplemente te dije que no escucho su música.

—Pero...pero ¡son legendarios!

—Por su nombre parecen aficionados.

—No pienses en eso, es como empezaron hace tantos años...pasaron por varios integrantes. Uno de los originales logró sacar su propia discografía y hasta el día de hoy deslumbra en los escenarios.

—Genial.

—No hagas eso.

Él la miró de reojo—¿El qué?

—Usar ese tono de frustrado conmigo.

—Es que esta charla realmente me parece muy innecesaria. —dijo la verdad—Si quieres hablar sobre bandas, te conviene hacerlo con Hayden que lleva dos días escuchando canciones de rock de un chico...se llamaba Tex o Lex. No lo sé, solo sé que está alterando mis tímpanos.

—Estoy intentando ser comunicativa contigo—ella se quejó, jugando con su café—Luego quieres que trabajemos bien juntos, si ni siquiera podemos mantener una conversación normal.

—Para trabajar juntos no es necesario hablar—William la miró como si sus palabras ocultaran un mensaje entre líneas mientras abría la puerta para ingresar al edificio.

—Pero sí es importante tener una buena comunicación.

—¿No es lo que estamos teniendo ahora?

—Deja de usar el sarcasmo...al menos dime algo que te guste.

William estaba un paso más adelante, así que se permitió sonreír sin que ella lo notase—¿No recuerdas mis gustos?

—No nos vemos hace años, uno cambia. ¿Tu recuerdas los míos?

El joven Black no iba a humillarse frente a ella, no iba a decirle que recordaba como lloraba de felicidad cuando comía una tarta de manzana que fuera digna de su aprobación, ni como se pasaba todas las noches de fin de semana mirando las mismas películas románticas...no iba a relatarle todo lo que había memorizado de ella, porque sabía que no era lo correcto.

—Tienes razón, la gente cambia.

Sus palabras salieron frías y sin sentimiento, era todo lo contrario a lo que ocurría en su interior. Tabitha se mostró decepcionada por eso, pero logró ocultarlo retomando otra conversación.

—Bueno, no sé si sabías, pero hoy por la tarde se hará una especie de comité de bienvenida que organiza el internado...será en el patio delantero y lo bueno es que habrá música.

—Interesante...—susurró, él sabía que cuando ocurrían eventos multitudinarios era el mejor momento para ejecutar sus ideas, no muchos ojos se encontraban sobre él y debería aprovecharlo.

Ella rodó los ojos—Esta conversación es imposible de remontar...

—Veo como ya nos entendemos.

William le regaló una sonrisa ladeada antes de entrar al salón donde se reunían para sus clases de arte y avanzar con el trabajo asignado. Él dejó sus cosas mientras la escuchaba a ella hacer lo mismo, podía sentirla observarlo, queriendo comprender algo. La verdad luego de estos días que compartieron juntos, William recordó cómo se sentía estar con ella y pensó que no era como los demás, de los cuales él se hartaba de escucharlos hablar y constantemente prefería perderse en sus pensamientos...con Tabitha él quería más, quería escucharla, quería que nunca dejara de hablar y eso lo aterraba, porque creyó que ya la había superado.