Capítulo 21|| "Créelo"

857 49 3
                                    

Hayden estaba plenamente dormido. Hace dos días había tenido que empezar a escribir un ensayo, pero no se mostraba para nada apurado. El internado ya había retomado su ritmo cotidiano luego del apagón. Los profesores no tenían piedad y se sentía demasiado el clima previo a los exámenes.

Como cada mañana, se despertaba solo en el cuarto. No había rastros de William cuando abría los ojos, ya se había acostumbrado a su rutina. Aunque últimamente su motivo de irse corriendo ni bien despertar no solo se debía a sus clases, ahora Tabitha ocupaba la mayor parte de su tiempo y él quería aprovechar cada rato que podía con ella. Lo que implicaba desayunar, a veces almorzar juntos, cenar en su cuarto...Hayden pensaba que su primo estaba siendo demasiado dominado por su chica, ya no se reunían tanto como antes e incluso dejaron la investigación en un segundo plano.

William enamorado era algo que los mellizos Black no podían controlar aún. Así que por el momento no estaban haciendo nada para arreglarlo.

Rodando en su cama, Hayden se acomodó sin abrir sus ojos, pero consciente de que pronto debería ir a su primera clase. Como le encantaba dormir, pensó la posibilidad de salteársela e ir a la biblioteca para hacer su ensayo. Eso le permitía quedarse un rato más largo en su cama.

Un tono muy alto proveniente de su teléfono lo sobresaltó. No se trataba de su alarma, sino de una llamada telefónica.

Con un gruñido y todavía con los ojo cerrados, estiró su brazo para cogerlo. Se aclaró la garganta antes de contestar y llevarse el aparato a la oreja.

—Hola—murmuró sin poder evitar bostezar.

—Lo lamentó ¿te desperté?

La voz de Deva hizo que una sonrisa se posara en su rostro. Se frotó los ojos para comenzar a abrirlos lentamente mientras respondía:

—No te preocupes, preciosa. Nunca me molesta escuchar tu voz.

Le gustaba pensar que Deva se sonrojaba con sus palabras. Los últimos días habían sido perfectos y él estaba cada vez más seguro que ella era la indicada, no se había equivocado para nada. Oyó cómo soltó una corta risa antes de continuar la charla.

—¿Cuánto tiempo tienes antes de tu primera clase?

Hayden miró la hora en su reloj—Pues...media hora ¿por qué?

—Es que quiero verte y decirte algo.

Se sentó en la cama. El tono que ella usó no sonó como si se tratara de algo malo, eso le gustó.

—Oh oh...Espero que sea algo bueno.

—¡Claro que sí!—rió—¿Te parece encontrarnos en la cafetería del parque? Iré pidiendo tu café.

—Tomó una ducha y te veo ahí.

—Vale. Adiós.

Sonriente, Hayden dio un salto de su cama que provocó un susto en Crema. A pesar de que todavía estaban en terrenos enemigos, se acercó a acariciarla y le susurró como si compartieran un secreto:

—Creo que hoy será mi día de suerte, pequeño gato maligno, recuérdalo cuando tengas que llevar los anillos en nuestra boda.

Crema le gruñó.

A Hayden no puedo importarle menos. En aproximadamente cinco minutos ya había salido de la ducha y cambiado, caminaba apresuradamente por los pasillos de su edificio para poder salir al parque de una buena vez. Habían pasado millones de temas de los que Deva quisiera hablar con él: danza, películas, vacaciones, experimentar con cosas nuevas en la cama...pero la que predominaba era la que estaba esperando. Sus verdaderos sentimientos.

Estrellados © 3ºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora