William había pasado el resto de la tarde en su estudio, trabajando en diferentes cuadros. Debía retomar aquellos que había dejado a medias antes de irse. Cuando decidió tomarse un receso, ingresó de nuevo a su casa para buscar un refresco y se encontró a su madre en la cocina haciendo un pastel. Normalmente sufría diferentes ataques de antojos por cosas dulces y con el paso de los años disfrutaba más cocinarlos.
—¿Dónde está papá?
Su madre lo miró mientras abría la nevera—Fue a hacer las compras, me faltaban chispas de chocolates y se ofreció a ir a buscarlas, así que aproveché a darle la lista mensual.
Will sonrió y se acercó hacia la encimera en donde estaba ella—Bien pensado.
—¿Tú que estabas haciendo?
—Pintando—murmuró y acarició a Crema cuando apareció por sobre la encimera—Quiero avanzar con más proyectos.
—No te sobre exijas demasiado—lo miró seriamente—Ya te conté lo que puede sucederte si lo haces.
—Lo sé ma, tranquila.
Los próximos minutos se quedaron en silencio. Él acariciando a su mascota y ella preparando los últimos detalles en su receta, mientras de fondo sonaba una de las canciones que su madre disfrutaba escuchar en repetición. Extrañaba los momentos así con ella ya que los disfrutaba mucho.
—¿Ya pensaste que harás ahora? Me enteré de que el internado abrirá sus puertas nuevamente.
Will hizo una mueca—Con los chicos tomamos la decisión de no regresar. Queremos enfocarnos en lo que estábamos haciendo antes.
—Está bien, ya no les queda nada para recibirse.—le sonrió.
—Ya...estoy pensando en tomarme más en serio vender mis cuadros ¿qué piensas?
—¡Me encanta la idea! ¡Siempre te lo he dicho! ¡Tienes mucho talento!
—Gracias, pero no quiero emocionarme tanto todavía...pensé que podría empezar a circularlo por las redes y tal vez empezar a tomar pedidos, para comenzar con algo.
—¡Si! Puedo ayudarte con el marketing si quieres, haremos un bombardeo de información por todos lados a tal punto que la gente solo respirará tu arte.
William rió—Eso es demasiado exagerado, pero acepto tu ayuda. Eres la experta.
—Vas a ver que no te arrepentirás.
Él se rió y bajó al gato de la encimera antes de que se acerque demasiado a la comida. Estaba empezando a alejarse tambien cuando ella volvió a hablar:
—¿Y cuándo piensas hablar con Tabitha?
—Quería hacerlo después de la lectura del testamento.
Su madre detuvo todo lo que estaba haciendo para clavar los ojos en él—Aún no sabemos cuándo será.
—Tiene que ser pronto ¿no?
—Es mejor si vas y le hablas ahora.
Él frunció el ceño—¿Qué te pasa?
—Nada, solo creo que, si apresuramos las cosas, mejor.—intentó fingir que estaba bien, pero la velocidad con la que lo dijo la delató.
—Estás ocultando algo, cuando hablas así rápido significa que algo ocurre.
—Bueno...es que tal vez hice algo.
Eso le interesó a William, que se acercó nuevamente a ella.
—¿Qué hiciste, mamá?
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Estrellados © 3º
Teen FictionWill, Juno y Hayden deben cumplir el último deseo de su abuelo para poder acceder a su herencia: pasar tres meses en un internado apartados de todos no parece algo malo, excepto cuando se encuentran con personas que deseaban dejar atrás. Secretos d...