Capítulo 11: "Noches despierto"

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TW: Contenido sensible y menciones de abuso

La noche se había asentado y nada podía escucharse en el campus. Juno descansaba plácidamente en su habitación, aun nadie había reclamado la plaza para ser su compañera y eso le encantaba. Hayden soñaba con la oportunidad de llevar a Deva a dar una vuelta en su descapotable y aunque quisiera ignorarlo, había dejado que Crema se acomodara a su lado para dormir. Por otro lado, William no tenía tanta suerte. Sus pensamientos parecían mucielagos inquietos en su cabeza. No había podido conciliar el sueño y decidió colocarse frente a su computadora e investigar más acerca de ese entrenador.

Esta vez logró conectarse a la red y que esta funcionara, se lo acreditaba a que la mayoría estaría durmiendo y escribió en el buscador el nombre del entrenador. Esperaba que apareciera una noticia donde anunciaba su muerte, pero ese no fue el caso: consiguió a cambio un articulo que mencionaba un arresto. Era muy antiguo, pero pudo rescatar que se trataba de un delito grave hacia una estudiante. No daban más datos, pero si mencionaron a donde lo trasportarían y William usó aquel dato para ingresar a su base de datos y intentar conocer los por menores.

Descubrió que fue sentenciado a veintitrés años, el juicio lo declaró culpable de violación a una estudiante que derivó a que esta falleciera de un paro cardiaco en medio del acto y decidió no apelar, ni siquiera se menciona que intentó desmentir la situación. Eso a William le parecía muy extraño, pero siguió leyendo: era un adicto recuperado, al momento del hecho tenía un hijo de diez años y estaba casado.

No se mencionaba el nombre de la joven, pero por la fecha de la sentencia, los números coincidían con el año del egreso de su abuelo. William anotó todo lo que pudo e incluso el número de teléfono de la cárcel donde pasó tantos años...tuvo la idea de intentar llamar, fingiendo que era un estudiante de derecho interesado en ese caso para un trabajo, pero temía que le negaran la petición y no pudieran decirle más de lo que él ya había encontrado en internet.

Parecía haber encontrado lo que buscaba, lo que sucedió aquel día, pero, sin embargo, algo aún no le cerraba. No podía creer que eso era lo que su abuelo intentaba mostrarles...no le parecía correcto.

Cuando iba a seguir indagando, una notificación llenó su pantalla. Un aviso de error en la conexión lo sorprendió e intentó restaurarla, pero fue en vano.

Frustrado se echó hacia atrás con un suspiro. Cerró su computadora harto. Su cabeza daba miles de vueltas intentando unir los diferentes puntos, pensando hipótesis, teorías...las voces se hacían cada vez más fuertes y el estrés empezó a sentirse en su cuerpo.

Ya sin saber qué más hacer, se levantó buscando sus zapatos. Tenía que despejarse, lograr que el torbellino en su cabeza disminuyera y esperar a la mañana para comentarle dichos descubrimientos a sus primos, por eso salió de la habitación en busca de algo caliente para poder beber. Si no se equivocaba, recordaba que en el sector de la cafetería había una maquina de café a la que podían acceder en todo momento y se dirigió hacia allí en pijama porque dudaba que alguien más se encontrara despierto.

Caminó con paso cansado a través de todo el campus para llegar a la dichosa cafetería. Como esperó nadie se encontraba adentro, solo rescató la luz tenue de la maquina de café a una esquina. Se acercó y llenó un pequeño vaso de plástico con el líquido, sintiendo cómo el aroma del café llenaba todo el lugar. Cuando se lo llevó a los labios para darle un sorbo, un chirrido provino de la puerta cuando volvió a abrirse.

Tabitha apareció con su cabello atado en un moño, un libro en su mano y una tranquilidad que contrarrestaba al torbellino que Will sentía. Lo notó al instante y se acercó con una sonrisa en su rostro:

Estrellados © 3ºDonde viven las historias. Descúbrelo ahora