Capítulo 43

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Un nuevo día había surgido en nuestra ya conocida mansión Todoroki, era temprano, por lo que nadie se había despertado aún, y, seamos sinceros, nadie se despierta temprano un sábado. En fin, todo se hallaba en completa paz y quietud...

Lucy: ¡Ahhhh!

Hablé muy rápido.

Lucy: ¿q-qué me pasó?

La albina se miraba en el espejo sorprendida, sus cuernos, garras y colmillos habían desaparecido y sus ojos antes rasgados ahora eran normales.

Lucy: no puedo hacerme pequeña, mi fuerza tampoco está ¿qué está pasándome? -interrogó al aire mirando su reflejo con desesperación-

La ojiazul salió de su cuarto, y corrió por el pasillo hasta dar con cierta puerta, la abrió con todas sus fuerzas provocando que él dueño de la habitación alzara su cabeza aún entre sueños.

Lucy: ¡Sho-chan! -gritó con desesperación en su voz-

Shoto: ¿eh? ¿Lucy? ¿qué haces despierta? es... -trató de enfocar su vista en la hora de su teléfono, pero falló-... temprano.

Lucy: Sho-chan-

Shoto: ve a dormir, disfruta mientras puedas -dijo con una voz cansado volviendo a recostarse-

Lucy: ¡Sho-chan, no te duermas, te necesito! -gritó moviendo al bicolor de forma violenta-

Shoto: es sábado ¿qué pasa? -dijo un poco fastidiado por la interrupción de su ciclo de sueño-

Lucy: ¡Shoto, mis dones se fueron!

El bicolor miró directamente a los ojos turquesas de la menor.

Shoto: necesitas dormir.

Lucy: ¡no estoy alucinando, Sho-chan, es verdad! ya... ya no están.

Por el ruido, el dúo de albinos restantes se había despertado.

Fuyumi: ¿qué sucede?

Natsuo: la puerta no está rota... ¡milagro!

Lucy: ¡no es momento de celebrar, mis dones ya no están!

Los dos albinos mayores se miraron seriamente y dirigieron su vista nuevamente a la ojiturquesa.

Natsuo/Fuyumi: necesitas dormir.

Lucy: ¡qué no necesito dormir! lo que digo es la verdad.

La albina mayor se acercó a la menor y se acomodó a su lado.

Fuyumi: ¿qué sucedió? -interrogó con calma-

Lucy: pues, me desperté esta mañana y ya no estaban -dijo mirando el suelo como si fuese la cosa más interesante del mundo-

Natsuo: ¿sólo desaparecieron? -cuestionó recibiendo un asentimiento de la menor-

Los tres hermanos mayores se miraron y asintieron, era como si se comunicaran por telepatía.

Fuyumi: ¿qué te parece si te llevamos al hospital? -interrogó con cautela- es mejor estar seguros de que pasó.

Lucy: ¿es necesario? -interrogó con nervios, no quería ir ¿y quién la culparía luego de su última experiencia?-

Shoto: tranquila, sólo serán unos minutos y volveremos -dijo tratando de tranquilizar a la menor-

Lucy: pero yo...

La albina quería descartar la idea de ir a un hospital, después de todo, la última vez que estuvo en uno la secuestraron y un sociópata experimentó con ella hasta convertirla en un monstruo, y ahora, no contento con eso, al parecer quería que regresara con él. Sintió sus ojos picar al pensar en la idea de volver con ese hombre.

La hermana de TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora