La hermana de Todoroki

Capítulo 48

Se había levantado más temprano de lo usual, estaba demasiado nerviosa, las palabras del héroe aún rondaban en su cabeza.

Sir: eres alguien muy valiente al querer pasar por esto sola, pero hay una razón por la que los héroes existimos, estamos aquí para proteger las sonrisas de los ciudadanos y de niños como tu, así que déjanos cumplir con nuestro trabajo. Y si de verdad te preocupa, somos profesionales, nadie morirá, te lo aseguro.

Justo en ese momento se autoconvenció de contarle absolutamente todo al héroe. Durante estos meses había aprendido muchas cosas, una de ellas era que los héroes siempre ganaban, entonces ellos podrían vencer a Chisaki, así funciona, los héroes vencen al villano y todos felices ¿no?

Se arregló el cabello como pudo, quejándose internamente de su falta de talento para ello, y rápidamente salió de los dormitorios instalados en la agencia.

Quería acabar con todo esto lo más pronto posible, además no quería que sus amigos se enteraran de todo lo que tuvo que pasar, no le agradaba el hecho de que se sintieran culpables.

Caminó a paso apresurado a la oficina del dichoso héroe.

Lucy: ¿p-puedo pasar? -murmuró lo suficientemente alto como para que el héroe pudiese escuchar-

Al recibir el visto bueno dudó un poco en abrir la puerta, sabía que esto era peligroso, pero se arriesgaría. Tomó el valor que había reunido y giró el pomo de la puerta. Al ingresar se encontró al peliverde de mechas amarillas leyendo unos papeles, papeles que dejó en el escritorio al observarla ingresar tímidamente, cerrando la puerta en el proceso.

Sir: creí que esperarías a que tus compañeros despertaran -habló seriamente enfocando su mirada en el tembloroso cuerpo de la menor-

Lucy: yo... yo no quiero involucrarlos en esto -dijo desviando sus orbes turquesas a la pared-

La mirada de la fémina se fijó en el poster de All Might en la pared. No hallaba la manera correcta de iniciar, era más complicado de lo que creía.

Sir: ¿te gusta All Might? -interrogó sacando a la más pequeña de su trance-

Lucy: y-yo... supongo... -murmuró devolviendo la mirada al suelo-

Sus ojos turquesa se cerraron con fuerza, debía ser valiente al menos por una vez, tenía que hacerlo ¿qué pasaba si él continuaba hiriendo a más niños sólo porque a ella le daba miedo hablar? Suspiró y tomando una gran bocanada de aire, levantó la mirada decidida.

Lucy: hablaré

Sir: adelante

(❄❄❄)

La albina lloraba a mares, lloraba de ira, de impotencia, de miedo. Por un momento creyó haber superado todos esos años de sufrimiento, pero las marcas que le habían dejado eran imborrables.

El héroe sólo la miraba con los ojos bien abiertos, verla era como ver el mayor miedo de un héroe a la cara, un pequeño ser inocente corrompido por las garras del mal. Era tan desesperante, lo hacía sentir tan impotente, tan inútil.

Lucy: yo... lo siento, lo siento tanto, yo no quería, pero-

Sir: tranquila, no tenías opción, lo entiendo -habló agachándose a la altura de la menor-

Los ojos dorados del héroe se abrieron con sorpresa al sentir unos delgados y temblorosos brazos rodear su cuello, y como la dueña de estos escondía su pálido rostro en su cuello. Por un momento pensó en apartarla, pero ¿qué clase de héroe sería si dejaba a una pequeña llorar de esa manera?