Capitulo 4

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La incertidumbre pesaba en el ambiente, y la pregunta rondaba en sus cabezas: *¿Cómo le dices a una niña de tres años que está gravemente enferma y que tiene que dejar su hogar?* Los adultos intercambiaron miradas llenas de preocupación, mientras luchaban por mantener la calma.

Lucy: ¡hola! -saludó la pequeña con entusiasmo, llenando el cuarto de su habitual energía y aliviando un poco la tensión-

Rei: hola, cariño -respondió esforzándose por sonreír-

Lucy: oye mami ¿sabes cuándo podremos irnos a casa? -preguntó la niña, con una inocencia que destrozaba los corazones de los presentes-

Shoto: Lucy... tu... tu no -empezó a decir el pequeño bicolor, hasta que su hermana mayor le pidió silencio, buscando proteger a la niña de la dura verdad-

Lucy: ¿eh? ¿entonces no saben? -preguntó la niña, un tanto confundida-

Rei: no es eso cariño es solo que... -paró, sin saber cómo continuar. ¿Cómo le explicas algo así a una niña?-

Lucy: ¿qué? -preguntó incrédula, poniendo a todos los presentes contra la espada y la pared-

Touya: hermanita -llamó, tomando la iniciativa con ternura- ¿si sabes que te queremos mucho? ¿verdad?

Lucy: sí, claro que lo sé -respondió la pequeña con una sonrisa en su rostro-

Natsuo: y que no importa que tan lejos estemos, siempre te amaremos ¿cierto? -agregó, intentando mantener la calma-

Lucy: Mmm... claro... -respondió, ahora claramente confundida-

El médico, desde la puerta, observó la escena y frunció el ceño.

Miyamura: ¿ya le dijeron? -preguntó al entrar, obteniendo un silencio como respuesta. El doctor suspiró, dirigiéndose a su paciente- Creo que no fue buena idea dejarlos solos. Era obvio que no lo harían.

Enji: ¿qué crees que haces? -le preguntó, interceptando y mirando fijamente al doctor-

Miyamura: voy a decirle. No tenemos todo el día -dijo el doctor en calma-

Enji: ¿Te has vuelto loco? ¡Tú mismo dijiste que no debía hacerse de esa forma! -replicó atrapando la camisa del doctor, furioso-

Miyamura: entonces hazlo tú -respondió el médico con firmeza, manteniendo la compostura.-

Antes de que la discusión continuara, una figura apareció junto a la cama de la niña, una presencia inesperada que los tomó a todos por sorpresa.

???: ¡hola! -saludó desde atrás haciendo que la niña y los demás volteen a ver en su dirección-

Enji: ¿quién eres? -dijo soltando a Miyamura y poniéndose en guardia-

???: soy Osamu Dazai y vengo por la pequeña Lucy -dijo sonriente- eres tú ¿verdad? -dijo tocando la punta de la nariz de la nombrada-

Lucy: s-sí, soy yo -respondió con timidez- pero ¿quién es usted? ¿a qué se refiere con que viene por mí? -preguntó, ladeando su cabeza con confusión-

Osamu: ¿hmm? no le han dicho ¿cierto? -dijo con una sonrisa-

Lucy: ¿decirme qué? -pregunto curiosa-

Osamu: que tu -la señaló- tendrás que venir conmigo -se señaló divertido-

Lucy: ¿qué? ¿por qué? -volvió a preguntar-

Miyamura: Osamu -llamó la atención del mencionado- no vayas a hacer una tontería -dijo serio-

Osamu: Ay, Miya, no seas tan cuadrado, todo saldrá bien -dijo sin quitar su sonrisa-

Miyamura solo suspiró, dándole a entender al castaño que podía continuar, este solo sonrió satisfecho y volvió a dirigir su mirada a la pequeña que se encontraba delante suyo.

Osamu: verás pequeña, estas muy enferma y si no vienes conmigo pues... vas a morir -dijo con simpleza sin quitar su sonrisa de la niña la cual se encontraba en shock-

Lucy: ¿q-que? -susurró la niña, incapaz de comprender del todo, mientras sus pequeños ojos se llenaban de lágrimas. La emoción fue demasiado; sintió una punzada en el pecho y cayó de nuevo en la cama, inconsciente-

Todos en la sala estaban en completo shock, la pequeña se desestabilizó de nuevo, el ritmo de su corazón no era el adecuado, estaba a punto de tener un paro cardiaco.

Miyamura: ¡¿qué demonios hiciste?! -dijo mientras se acercaba rápidamente a la camilla-

Osamu: lo que ustedes tuvieron que haber hecho -dijo mientras sacaba rápidamente una jeringa y la conectaba al suero de la niña. Después de unos minutos de ansiedad, el ritmo cardíaco de la pequeña volvió a estabilizarse- ahora todo está bien -habló nuevamente con su típica sonrisa-

Miyamura: ¡maldito estúpido, estuviste a punto de matarla! -gritó el médico, incrédulo- se supone que viniste aquí para ayudarla, no para empeorar las cosas -dijo tocándose el puente de la nariz-

Osamu: pero ella está bien, y además, les quité un gran peso de encima -dijo de una forma aniñada haciendo el símbolo de amor y paz con ambas manos-

Touya: ¿y se supone que este patán es quien va a salvar a mi hermana? -dijo con enojo-

Miyamura: créeme niño, él puede parecer un imbécil de primera, pero es el mejor doctor que he conocido.

Osamu: no se si sentirme ofendido o alagado.

Miya/Touya: piensa lo que quieras -dijeron ambos al unísono, provocando que al castaño lo rodeara un aura depresiva-

Osamu: bueno, familia Todoroki, tendrán que firmar esta acta que me permite, bajo su consentimiento llevarme a la pequeña a (T/P) -dijo entregándoles unos papeles una pluma/lapicera-

Osamu: ¡bien! ahora solo hay que esperar que despierte para que puedan despedirse -dijo sonriente-

Continuará

¡Hola criaturitas del espacio exterior!

¿Cómo va todo?

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Joge-Midoriya cambio y fuera

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La hermana de TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora