Capítulo 49

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Haru: esto debe ser una puta broma -habló con desdén mientras observaba las montañas de papeles frente a él-

Sir: no es una broma, mocoso.

Y ahí estaban los tres, frente a ellos se encontraba el héroe de lentes con su mirada seria. La clase de hoy sería un poco diferente, el héroe había dicho que aprenderían a ordenar el papeleo.

Shiro: pero si ayer dijo que haríamos trabajo de campo -se quejó inclinando su cuerpo hacia adelante-

Sir: y lo harán, pero será en la noche, por ahora deben ordenar esto.

Haru: quiero ser un héroe, no una secretaria -se quejó desviando la mirada del héroe-

Ni siquiera les dio tiempo a parpadear cuando el mayor se encontraba justo detrás del chico. Un golpe en su cabeza y ya se encontraba en el suelo sobando la zona afectada.

Sir: el papeleo también es importante para mantener todo funcionando. Un ejemplo sencillo sería la captura de villanos, no es solo capturarlos y listo, su caso y razón de apresamiento deben estar en orden.

La albina soltó un suspiro de cansancio y se dejó caer en el escritorio, provocando un ruido sordo, creyó que no tendría que volver a ver otra columna de papeles en su vida -además de los exámenes de su cansado maestro titular-

Shiro: ¡¿cómo se supone que vamos a terminar todo esto en un día?! ¡es imposible! -exclamó con desesperación-

Bubble: al principio es difícil, pero una vez que te acostumbras se vuelve incluso divertido -habló con una sonrisa mientras ingresaba a la oficina-

Haru: ¿de aquí a cuando ordenar es divertido? ¿qué clase de psicópata es?

Sir: los dejaré solos por ahora, Bubble Girl, vigílalos -ordenó levantándose de su asiento-

Mientras caminaba a la puerta tomó al malhumorado pelinegro del cuello de su camisa y lo arrastró con él.

Haru: ¡¿qué te pasa, anciano?! -exclamó tratando de zafarse del agarre del mayor-

Sir: eres muy serio, mocoso. Hay que arreglar eso -habló seriamente antes de salir de la oficina-

Haru: ¡no puede llevarme ahí otra vez! ¡voy a denunciarlo!

Lucy: ¿A dónde lo llevan? -interrogó ladeando la cabeza con confusión al ver la puerta cerrarse-

Bubble: infierno de las cosquillas -murmuró lo suficientemente alto para que la adolescente a su lado la escuchara y que el chico a su lado se estremesiera levemente-

Lucy: ¿qué es eso? -preguntó alzando una ceja-

Bubble: sonríe y no tendrás que averiguarlo -dijo tomando de los hombros a la menor-

Lucy: ah... ¿de acuerdo? -dijo no muy convencida por la respuesta de la mayor-

Bubble: bueno, a trabajar niños, ese papeleo no se ordenará solo.

Ambos adolescentes suspiraron y se acercaron al montón de papeles apilados en el escritorio.

(❄❄❄)

Las horas pasaban y la pila de documentos no parecía terminarse. Los dos jóvenes ni siquiera se dieron el tiempo para almorzar en el comedor como los demás, querían terminar lo antes posible.

La albina clasificaba los papeles casi como un robot, un robot que detuvo su andar cuando tomó uno en específico. El documento estaba grapado y tenía un sello de confidencialidad, muy diferente a las peticiones y agradecimientos que le habían tocado a ella, se supone que Bubble debía encargarse de esos.

La hermana de TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora