Morfina | SEKS #6

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Zaira

¿Así se siente tener el corazón roto?

No es como si no hubiera tenido decepciones amorosas antes, pero esta se siente peor. Mucho peor.

Owen me dejó subir hasta lo más alto de mis ilusiones, haciéndome creer que estábamos yendo en serio, solo para empujarme desde ahí sin ningún tipo de advertencia.

¡Qué tonta fui!

—¿Quieres hablar? —Alexis me observa brevemente antes de seguir con su misión de llenar mi casa de comida casera.

La llamé esta mañana, le conté sobre la visita nocturna de Owen y lloré contra el teléfono por una buena parte de la noche. Después de haber llorado en su sofá ayer por la tarde.

—No, la verdad no quiero hablar, pero gracias por el ofrecimiento —me esfuerzo en sonreír, pero me sale una mueca rara—. ¿Por qué no me cuentas sobre el casamiento?

—Será en dos semanas, ya tengo el vestido. Bruno irá conmigo —responde, pero no me deja escapar de mi asunto—. Podría ponerle arsénico a unos cupcakes, dárselos como regalo y asesinarlo.

—¿A Bruno?

—A Owen.

—Agradezco que estes dispuesta a envenenar a un hombre en mi defensa, pero no es necesario —respondo—. Solo quiero dejarlo atrás —admito—, no fue buena idea ir al cuartel, ni a Seks, ni a nada que incluyera a ese hombre.

Aprieta los labios.

—Lamento tanto que estés pasando por esto, si hay algo que puedo hacer...

—Podrías prestarme a Katia —sugiero—. Tengo la noche de mañana libre y me gustaría pasar tiempo con ella, a menos de que ya tenga planes.

Niega.

—Se lo diré —acepta—, ¿y te habló nuevamente?

—¿Owen? No. Solo quiso recrear una tonta escena de pelicula fingiendo que mis sentimientos le importan cuando dejó en claro con sus amigos que solo tenemos sexo.

—¿Lo que más te molestó fue eso o que te ilusionara?

Me dolió que antes de entrar a la casa de sus amigos sugiriera que nos presentamos como una pareja y después me clavara un puñal por la espalda.

—Ambas cosas, creo. Que me hiciera sentir querida y apreciada para después decir eso.

—No te mereces que nadie te trate así —detiene de hacer lo que está haciendo y se acerca—, no me importa que Bruno diga que Owen tiene un pasado complicado, no hay nada que justifique esto.

—¿Y si yo me equivoqué? —me cuestiono—. Sé que el inicio fue solo algo sexual entre nosotros, pero sentí que las cosas escalaban —le explico—, ¿y si todo fue algo que pasó en mi mente?

—No creo que sea así —contesta—. Creo que la relación entre ustedes cambió y creo que él se acobardó.

—¿Eso piensas? ¿No debería perdonarlo, entonces?

Alexis se sienta.

—No lo sé. Sé que no puede justificar todo lo que hace con lo que sea que pasó en su pasado, pero también sé que... sé que lo que pasó pudo haber hecho que él se sintiera... asustado.

—¿Asustado? ¿Asustado de mí? —cuestiono sin poder creer sus palabras.

—Si, Zai. Enamorarse después de que las relaciones hayan sido malas suele dar miedo, te lo digo por experiencia propia.