CATORCE [+18 WooSan]

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Cada uno estaba en su habitación, la mayoría estaban tan cansados como se despertaron temprano para hacer toda la sorpresa.

Menos Wooyoung y San, que estaban más amorosos y cariñosos que de costumbre, ambos emocionados por el viaje.

— Mi amor... aún no puedo creer que estemos aquí... yo... muchas gracias...

Wooyoung aún lloraba de la emoción, estaba tan sensible y contento, tenía a las mejores personas en su vida.

— Quiero que seas el chico más feliz del mundo, consentirte en todo y que cada día sea maravilloso para ti... para nosotros.

Se besaron, con tanto amor y cariño, se abrazaban fuerte mientras se acomodaban para estar más cómodos.

Wooyoung se había acostado encima de su novio para poder besarlo con más ganas, necesitaba sentirlo cerca.

— Queda media hora todavía de tu cumpleaños mi bebé... ¿Quieres hacer algo?...

Claramente esa pregunta de San venía con doble sentido, ya que en el momento que preguntó, metió sus manos por la camisa del menor.

— Quiero que me folles duro toda la noche bebé.

San rió ante el comentario, ¿Dónde había quedado el tierno rubio fresita de hace tres años? Ahora era todo un pervertido.

— Mi rubio fresita...

Susurró mientras le sacaba la camisa dejando ver su delgado torso, que el pelirrojo amaba con su vida.

— Bebé, cómo es mi cumpleaños, yo seré el que manda hoy.

— ¿Ah?.

Wooyoung sonrió de manera pervertida y volvió a atacar los labios de su novio, con fuerza le tomó las manos y las dejó arriba de su cabeza.

— Tu hoy no harás nada, yo diré que vamos a hacer.

San estaba realmente sorprendido, nunca había estado en esa posición, se sentía débil y expuesto, no podía mover sus manos.

— Wonnie... mmgggh...

Wooyoung había empezado a moverse y saltar encima de San, rozando el bulto que ya había despertado en sus pantalones.

— ¿Qué sucede mi amor?.

Volvió a besarlo, atacando sus labios para luego bajar sus besos al cuello del mayor, mordiéndolo y lamiéndolo de vez en cuando.

San trataba de soltar el agarre pero de alguna forma lo tenía bien sujeto, no poder tocarlo lo desesperaba.

— Déjame tocarte.

— No.

El rubio volvió a saltar encima de San, al estar con pantalón de tela, se sentía todo, la excitación cada vez subía más.

Wooyoung dudó un poco, pero hizo mucha más fuerza para sujetar las manos de San con una mano, para poder bajar la otra a la entrepierna del mayor.

— Wooyoung... mierda...

Gimió San al sentir como su novio se salía de encima para poder meter su mano dentro del pantalón y tocar su pene sobre el bóxer.

— ¿Te gusta?.

— S...si... joder...

Con una gran sonrisa, metió su mano dentro del bóxer y empezó a masturbar al mayor, subía y bajaba su mano tan lento que San estaba desesperado.

𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora