𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]

SESENTA Y CINCO

Yeosang se miraba en el espejo, veía su rostro de consternado, quería vomitar, no podía con la ansiedad y el nerviosismo.

Su traje, que había comprado de hace muchas semanas, todavía le quedaba bien, tenía miedo de haber engordado.

Pero le quedaba bien, era tan ajustado en algunas partes, con detalles florales en las mangas, de un color blanco brillante.

Cerró los ojos y contó hasta diez, su nerviosismo no le estaba ayudando, necesitaba a Wooyoung pero él estaba ocupado en no sabía que.

Caminó hasta la ventana, la vista era hermosa, un gran parque lleno de niños jugando y perritos saltando de un lado a otro.

— Woaaao... amigo, te ves maravilloso... me harás llorar.

Finalmente llegó el rubio, que empezó a llorar al ver lo hermoso que se veía su mejor amigo, más encima, estaba emocionado de ser la dama de honor.

— Mi madre está por llegar... siento que no soportaré y lloraré a mares... pero... mi maquillaje se arruinará... me veré horrible... ay no...

Wooyoung solo se reía mientras se acercaba a su amigo, acariciando su mejilla y limpiando sus lágrimas.

— Relájate Yeosang... hoy es el gran día, Seonghwa estará esperándote en el altar y créeme que... su llanto será más humillante que el tuyo... ¡AUCHHH! HAHAHA si es verdad!.

Yeosang empezó a reír con el rubio golpeándole el brazo, si lo estaba ayudando a sentirme más relajado, Wooyoung siempre sabía cómo calmar todo.

— Con permiso chicos... oh dios mío... mi tesoro... te ves hermoso...

Y peor de lo que pensaba, Yeosang no duró ni un segundo sin llorar a mares al escuchar a su madre.

Wooyoung con una tierna sonrisa decidió salir para darle privacidad a madre e hijo, la necesitaban en esos momentos.

— Mi hijo hermoso, siempre supe que la vida tenía preparada la felicidad máxima, te lo mereces, eres un chico dedicado y amable, siempre fuiste tan generoso, atento con los demás, desde pequeño sabía que serías un gran hombre... mírate mi amor, a punto de casarte con un chico extraordinario...

Yeosang no podía más, temblaba por cada palabra que le decía su madre, estaban con las manos tomadas.

— Seonghwa llegó a iluminar nuestros días, cada día que comparto con él me doy cuenta de lo buen chico que es, yo con mucha alegría le entregaré hoy a mi razón de vivir, confío tanto en él y en ti, se que se serán los mejores esposos.

Simplemente asentía mientras escuchaba, sollozos era lo único que salía de Yeosang, no podía emitir palabra alguna porque el llanto no se lo permitía.

— Estás tan emocionado que ni si quiera puedes hablar mi tesoro, siempre quise que cuando te casaras, estuvieras tan seguro y feliz como ahora... iré a llamar a la maquilladora, permiso.

Y así, Yeosang quedó solo en la habitación, su corazón estaba tan lleno de amor, tan feliz, tuvo que sentarse para respirar mejor.

Segundos después llegó la maquilladora, con una tierna sonrisa, ella estaba acostumbrada a tener que retocar el maquillaje.

— Jamás había visto a un novio tan feliz y emocionado como tú... — Decía mientras le retocaba el maquillaje en los ojos.

— Estoy realmente enamorado...

— Y se nota mucho, eso me hace feliz, espero ustedes sean muy felices.

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