𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]

SESENTA Y SIETE

Seonghwa cargaba en brazos a su esposo, lágrimas todavía salían de sus ojos pero ahora las acompañaba una gran sonrisa.

Por fin eran esposos, unieron sus vidas, eran el uno para el otro incluso antes de ser novios, la pareja más feliz y sana de todas.

— Esposo mío... — Susurraba el mayor caminando hasta la cama.

Dejó con mucha delicadeza a Yeosang en la cama, estaban aún con los trajes de boda, luego de la fiesta y celebración, cada uno fue para su casa.

Todos sabían que la pareja quería estar a solas, pues como no, sería su primera noche como esposos.

Con suavidad se desvestían, se ayudaban el uno al otro para finalmente quedar desnudos y apreciarse.

A ambos le encantaba admirar el cuerpo del otro, tan perfecto a la vista ajena, se besaban y abrazaban, se tocaban con deseo.

Esa noche sería especial para los dos, era más sentimental que las otras veces, no sabrían si en algún momento pasaría la emoción de ser esposos.

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San y Yunho estaban en el departamento del primero, sus miradas eran serias, debían admitir que estaban un poco en problemas en esos momentos.

— No te preocupes Yunho, estas cosas pasan, pero yo lo soluciono rápido.

— ¿Es enserio San? ¿Qué no me preocupe? ¡CLARO QUE ME PREOCUPO SI ME AMENAZAN!. — Gritó desesperado el chico alto.

— Que iba a saber yo que ese idiota tenía una familia de ese tipo.

— ¿Y qué haremos ahora? No quiero que le pase nada a mi osito. — Dijo con un puchero el mayor.

San suspiró y puso sus manos en la cabeza, ahora sí que estaban en problemas, había tratado con muchas personas menos con malditos mafiosos.

— No te preocupes, lo digo en serio, yo sé que hacer.

— Pues hazlo luego entonces, porque si no me dará un ataque.

Y dicho eso, Yunho tomó su celular y salió molesto del departamento de San.

Pero unos minutos después volvió a entrar mirando feo a su amigo, caminó hasta el sillón y se acostó ahí.

— Ya decía yo que cómo ibas a dejar a Jongho solo aquí...

— Cierra la maldita boca.

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Wooyoung y Jongho estaban en clases online en la habitación del primero, decir que estaban prestando atención sería mentir de forma fea, porque la verdad solo miraban un punto fijo.

— No aguanto más, ¿De qué nos sirve saber la derivada de no sé qué.? — Decía Jongho mientras se movía de un lado a otro en la cama.

— No lo sé, pero está fácil, ya me aburrí. — Le contestó el rubio mirando por la ventana.

— Me gustaría tener tu capacidad de aprender todo rápido.

— Si, admito que es genial, ni estudiar debo. — Dijo con una sonrisa Wooyoung.

Vió como Jongho rodó los ojos y trató de prestar atención a la clase, empezando a reír fuerte.

— ¿Y ahora te burlas de mí?.

— Claro que no, es solo que piensa, tendremos certámenes online, yo los haré por ti.

— ¿Dije que te amo mucho no hyung?.

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Mingi estaba en su oficina mirando la puerta, esperando que algo interesante sucediera, él sabía que podía no estar ahí pero en su mente quería parecer interesado con el trabajo.

Claro que no lo estaba, odiaba ser el CEO de una empresa, era aburrido, monótono, lo odiaba, lo único bueno era volver a su casa a ver a su novio.

— ¿Y si...? Oh dios mío.

Tenía la mejor idea del mundo, sabía que a Hongjoong le cargaba su trabajo y que además no ganaba tanto como quería, su idea era genial.

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— ¿Es una broma Mingi?.

Pero al parecer para Hongjoong su idea no era tan genial como él esperaba.

— Pero mi amor, sería perfecto, así estamos todo el día juntos y tú no haces nada, además ganarías más de lo que ya ganas.

Mingi lo miraba con una gran sonrisa, Hongjoong lo miraba con una mueca en el rostro.

— Sinceramente no me gustaría ser un secretario, siendo que estuve años y años estudiando amor.

— Entonces le cambiamos el nombre, serás el subgerente de la empresa.

— ¿P...pero puedes hacer algo así? Yo no estudié administración ni nada de empresas amor...

— ¿Y? Yo soy el jefe, yo mando, ninguno de esos idiotas que trabajan para mí deberían dudar de mí si digo que estudiaste administración, no se atreverían a dudar.

Hongjoong lo miraba fijo, estaba nervioso con todo lo que le decía su novio, no era solo mentir, si no que lo dejaría en un puesto demasiado alto siendo que él no sabía nada.

— Mi amor, amo como te conozco tanto, pero no debes preocuparte si no saber hacer algo, porque no harás nada, tú serás jefe igual y no tendrás ni que hablar con alguien, solo conmigo.

— No lo sé...

Mingi con una tierna sonrisa se acercó al y lo tomó de la cintura, estaba realmente feliz porque sabía que su novio diría que si.

— Mi bebé hermoso, seríamos muy felices allá, me ayudarías a soportar las horas, podríamos incluso salir a tomar café y de compras.

— Pero igual quiero que me enseñes todo lo que puedas sobre empresa, no quiero ser un inútil.

— ¿Entonces eso es un si?

— Es un, hazlo luego o me voy a arrepentir.

Mingi empezó a saltar y dar aplausos de lo feliz que estaba, no esperaba que su novio aceptara tan pronto, tenía otras técnicas de convencerlo.

— Gracias por aceptar siempre lo que te pido mi bebé, lo pasaremos bien.