𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]

CINCUENTA Y DOS

— No hay forma alguna... no...

— Pero mi amooooooor... te quedaría tan lindo.

— No, ni tu manipulador puchero va a lograr que yo me tinture el cabello.

Mingi lo miraba con un tierno puchero y los brazos cruzados, quería a toda costa que su novio fuera peliazul, le quedaría hermoso.

— Piensa, tú peliazul y yo pelirrosa, nos veríamos hermosos!.

— Si, como un pitufo y así todos me molestan después.

Mingi trató de aguantarse la risa, no lo había pensado de esa forma, se tapó la boca tratando de no reír, haciendo enojar más a su novio.

— Te ríes y me olvidó que somos novio Song Mingi.

El menor se levantó de la mesa y corrió a encerrarse a su habitación para poder ahogarse de risa solo.

— Este chico...

Hongjoong rodó los ojos mientras sacaba su celular, sabía que al fin y al cabo el chico alto iba a lograr convencerlo.

« ✨ »

San estaba con el rostro más serio y amenazador posible en esos momentos, estaba con los brazos cruzados y una ceja alzada.

Su novio lo había convencido de llevar a Yeonjun al departamento para poder conversar con el con un cafecito.

Pero jamás creyó que fueran tan cariñosos entre ellos, San estaba a punto de cometer una locura si ese pelirrosa abrazaba una vez más a Wooyoung.

— Ay no, y te mueres cuando te diga lo que yo le dije!!!.

Gritaba Yeonjun mientras se reían entre ellos, ambos se divertían muchos, se abrazaban y atacaban de risa.

— ¡¿QUÉ COSA?!.

— QUE NO SE PREOCUPARA PORQUE YO SÍ ESTABA DISPUESTO A TODO!!!.

— NOOOOOOOO!! HAHAHAHAHAH.

Los dos menores seguían gritando y conversando de la vida de Yeonjun, que al parecer estaba con mucho chisme.

Y San seguía alejados de ellos mirando feo al pelirrosa, sus celos eran realmente ridículos y sin sentido.

Porque Yeonjun le estaba contando como trataba de conquistar a un chico mayor que había conocido en una fiesta.

« ✨ »

Seonghwa estaba sentado con una copa de pisco sour en la mano, esperaba tranquilo a su novio que estaba probándose el traje de boda.

Le había dicho a Yeosang que no serviría de nada su opinión porque para él cualquier traje le quedaría maravilloso.

Pero cuando salió del vestidor con un traje rosa claro, ajustado perfectamente a su delicado cuerpo, un poco abierto en el cuello y con detalles floreados en las mangas, quedó embobado.

— Bueno, creo que este es el que más te ha gustado.

Comentó un avergonzado Yeosang por la mirada profunda que tenía su novio en él, no dejaba de mirarlo arriba a abajo.

— No creí que podría enamorarme aún más de ti, pero veo que me he equivocado, siempre puedo enamorarme aún más.

Seonghwa se levantó del asiento dejando en la mesita la copa, para poder acercarse a Yeosang, tomarlo de la cintura y besarlo lentamente.

— Te amo Seonghwa...

— Te amo con mi vida mi pequeño...

La chica que los atendía había llegado con otro traje para Yeosang pero al ver la tierna escena, decidió salir un poco, en todo caso, se dió cuenta que ya habían elegido traje.

« ✨ »

Wooyoung temblaba mientras caminaba por esos pasillos, tenía la mano de San entrelazada a la suya pero ya estaban sudando mucho.

— Mi amor, si no quieres ir está bien, no es una obligación...

— Debemos Sannie.

— Si, si.

Caminaron un poco más hasta llegar a una puerta, en la que decía: Terapia de parejas, los dos chicos se miraron y suspiraron, debían entrar.

— Eres el amor de mi vida Wooyoung, quiero dar todo de mí para que estemos bien.

— Gracias por aceptar hacer esto mi amor, significa mucho para mí...

— Es algo que necesitamos hacer mi bebé hermoso, es la mejor idea que has tenido, es por nosotros.

— Te amo San... entremos.

San le besó la frente con mucho amor, mientras le abrazaba la cintura, se sonrieron una vez más y golpearon la puerta.

— Adelante.

— Vamos mi pequeño rubio fresita hermoso.

Si, la pareja había decidido ir a una terapia de pareja para poder superar todo lo que había pasado entre ellos en la universidad.

Sabían que solos no iban a poder, necesitaban al menos consejos de un profesional para poder superar lo que pasó.

Era un paso muy grande en su relación, donde se demostraron otra vez que ambos estaban dispuestos a poner de su parte para estar juntos.