𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]

CUARENTA Y NUEVE

Mingi llevaba un rato moviendo sus manos con nerviosismo, cosa que su novio claro que notó, dejándolo a él nervioso también.

Pensaba y pensaba que podría ser lo importante que debían decirle pero nada se le ocurría, porque matrimonio claro que no le pediría con su padre presente.

— Mi amor...

Hongjoong levantó la vista cuando su novio lo llamó, de seguro ahora le dirían, pero si su padre estaba involucrado... no, no podía imaginar nada.

— Me estás colocando muy nervioso Song Mingi.

Padre e hijo se rieron ante el comentario, la verdad no era nada malo, pero si algo importante y que debía pensar por un tiempo.

— Si tienes razón, sé que odias estar así, te lo diré entonces... lo que pasa... es que mi padre como regalo por ocupar su puesto en la empresa... me regaló una casa, nos regaló.

La cara de Hongjoong en esos momentos era para una obra, decía tanto en una sola expresión, ¿Le estaba pidiendo vivir juntos?. No lo podía creer.

Eso sí que no se lo esperaba, empezó a temblar mientras miraba fijo al menor, pensando si era una broma o no, pero claro que no.

— Me gustaría que te fueras a vivir conmigo Hongjoong, llevamos varios años juntos ya y... quiero dar este paso contigo.

Hongjoong seguía sin contestar, estaba en shock, y no era para menos, de verdad era un paso bien grande como pareja.

— Y no tienes que responderme ahora mi amor, yo sé que te tomará tiempo, mi padre igual sabe, no hay presión, pero si quería pedírtelo formalmente...

Hongjoong asintió mientras tragaba saliva, miraba al piso, le daba vergüenza mirar a cualquiera de los dos.

— La verdad... si me gustaría poder pensarlo, es algo muy importante y... necesito pensarlo...

— Claro que si Hongjoong, todo lo que necesites, pero quiero que sepas que la casa sería de los dos, no solo de mi hijo, estará a tu nombre de igual manera, yo sé que no te gusta la vida adinerada que tenemos, pero espero aceptes este regalo, lo hago con mucha felicidad.

Hongjoong asentía por cada palabra que le decía el señor, eso es exactamente lo que le pasaba en esos momentos, no quería aceptar la casa porque odiaba la vida de lujos, que los padres le solucionaran la vida a los hijos sin esfuerzo.

Pero igual sabía que Mingi y su padre no eran como los demás, ellos eran humildes, no presumían su dinero ni mucho menos hacían menos a los demás.

Hongjoong sabía que el padre de Mingi les hacía ese regalo porque los quería, podría pensar siquiera en aceptar el regalo por él, por su amabilidad y sinceridad.

El padre de Mingi sonreía muy feliz, no podría estar más agradecido de tener a Hongjoong como novio de su hijo.

Siempre pensó que terminaría con otro chico millonario, que fuera superficial y que solo le importara el dinero.

Hongjoong ayudaba a su hijo a estar más en la vida cotidiana, en ser más humilde y no pensar siempre en dinero.

— Oh si si, muchas gracias, hasta luego.

Hongjoong volvió en si cuando vió que el padre de Mingi pagaba por el almuerzo y se despedía del mesero.

— Bueno chicos, ha sido realmente grato almorzar con ustedes, son los mejores y como siempre digo, gracias por soportar a mi hijo Hongjoong, ¿piensa en la propuesta si?.