VEINTITRES

109 12 0
                                    

La tensión se notaba en el desayuno, donde normalmente se sentarían los tres pequeños juntos, estaban a una persona de distancia ahora.

— Bueno pues, hoy llegamos a Orlando, ¿Emocionante no?.

Dijo Seonghwa mientras comía su omelete, odiaba el silencio y aún más cuando era por qué estaban enojados.

— ¡Siii! Por fin, estoy muy muy feliz y emocionado. ¿Cierto bebé?.

— Claro que sí Hongjoong hyung, estoy emocionado, otro paseo más con ustedes, el mejor grupo del mundo.

Ahora era Mingi el que hablaba, pero no lograban hacer que los pequeños hablaran, los tres estaban concentrados en su comida.

— Yo ya no aguanto más.

Jongho se levantó de golpe de la mesa, dejando a todos sorprendidos y a otros preocupados, no querían otra pelea.

— Mi amor...

Yunho le tomó la mano a su novio para que se calmara, nadie sabía que era lo que iba a hacer a continuación.

— Wooyoung hyung, ¿Podemos hablar en mi habitación?.

El rubio lo miró con ojitos de perrito triste, no esperaba que eso fuera lo que diría, tragó saliva y asintió.

— Cualquier cosa grita mi amor...

Le susurró San en el oído, cosa que hizo sonreír tierno a Wooyoung, estaba claro que el menor del grupo no le haría nada.

Los pequeños del grupo se fueron de la mesa y se encerraron en la habitación de Jongho, el menor de verdad quería arreglar las cosas.

Jongho cerró la puerta y movió al rubio para se sentaran juntos en la cama, luego se miraron al mismo tiempo.

— Lo siento hyung.

— Perdóname Jongho.

Ambos se rieron, sabían que algo así pasaría, ahora todo estaba mucho más tranquilo y la tensión había bajado.

— Déjame hablar a mí por favor hyung.

— Está bien.

— Fue muy feo lo que dije, yo sé lo mucho que te complica ese tema, de verdad perdóname, no lo volveré a hacer, te amo amigo, eres mi mejor amigo y no quiero perderte.

Jongho estaba llorando, se sentía muy nervioso y preocupado de que Wooyoung no quisiera hablarle más.

El rubio lo miró triste, los dos estaban preocupados por lo mismo, así que tomó del brazo a Jongho y lo acercó a él para abrazarlo fuerte.

— Perdóname a mi igual Jonghito, yo... te hice la broma del sueldo porque sé que no tienes problemas con eso, pero no lo volveré a hacer.

— Eso no es nada con lo que yo dije... no me pidas disculpas... solo es mía...

— No amigo, igual es mía, es culpa de los dos, lo siento...

Los chicos se abrazaron llorando otra vez, tenían tantos sentimientos acumulados, durmieron mal pensando en el otro.

— Te amo amigo.

— Yo igual te amo Jonghito.

Y otro abrazo más, ahora con una sonrisa en el rostro de los chicos, ellos tan feliz ahora dándose cariño.

Y los chicos afuera pensando hasta que estaban agarrándose a combos dentro, San no podía con la ansiedad, solo quería entrar a ver que todo estuviera bien.

𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora