𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]

SIETE

Era el lugar perfecto, lo mejor, es que como la mayoría trabajaba ya podían pagar mucho más por un buen lugar.

— Pero igual, podríamos ir a esos dos lugares, no están tan lejos y ahora tenemos dos autos, aparte de que por mi amor... yo pago lo que sea.

San estaba emocionado eligiendo lugares, con los años que llevaban juntos, sabía lo difícil que sería elegir un lugar que le guste, porque cualquier lugar le gustaría mucho.

— Mira, hay un pack turístico que incluye las dos cosas y esta isla, y podemos dejar los autos bien seguros en este lugar, incluido igual.

Seonghwa era el adulto responsable que buscaba las mejores ofertas y que incluyera lo más posible, los demás solo querían salir luego.

— Bien, queda decidido entonces, paguemos ese pack turístico, además, va a ser la hora de almuerzo ya, debo ir a buscar a Woo.

San le sonrió a los chicos que estaban ahí y tomando las llaves del auto salió casi corriendo para ir a buscar a su chico.

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Wooyoung se quería matar, le habían dejado dos certámenes y un trabajo en parejas para la semana de su cumpleaños, odiaba la vida en esos momentos.

— Hey... Woo... terminó la clase hace mucho.

Jongho llevaba algunos minutos moviendo sus manos en frente del mayor, pero este estaba tan pendiente en su mente de odiar todo que no se dió cuenta.

— Igual y le acepto a San que me mantenga...

Dijo Wooyoung acostándose en la mesa cansado, la universidad se estaba colocando difícil y el rubio no estaba soportando.

— Ay pero si sabes que al salir de la universidad te va a mantener igual.

— Igual puedo adelantar el suceso.

Ambos se rieron y Wooyoung empezó a guardar sus cosas en la mochila, estaba tan cansado, solo quería que San lo llevara luego a su casa a dormir.

Su casa se refiere claramente a la de San, que aunque se niegue a vivir con el, en teoría ya lo hace.

— Yo creo que si lograste sobrevivir cuatro años ya, esto no es nada...

— El trabajo en pareja... mmmm.

— Eso ni se pregunta Jung, o eres conmigo, o no eres con nadie.

Caminaron por los pasillos de la universidad con rostro de muerte, los dos estaban cansados, pero esa era el rostro normal de estudiantes de último año.

Cuando pasaron por la oficina del director, Jongho miró hacia dentro y casi se desmaya cuando se dió cuenta de quién estaba dentro.

— Esto es una maldita broma...

— ¿Qué sucede Jon...?

— Vaya vaya, que coincidencia más mala la que nos encontró, pero descuiden, no les tengo rencor por dejarme preso tres años... quién sería rencoroso por algo así, ¿No?.

Así es, el mismísimo chico que les hizo daño a Seonghwa y Wooyoung hace unos años, estaba en la oficina del director porque había salido de prisión y estaba pidiendo si podía volver a estudiar.

Wooyoung se sintió muy débil, recordó esa tarde en donde ese chico lo había tocado y vulnerado, le dolió el pecho y sus piernas empezaron a temblar.

— ¿Qué mierda haces acá? Juras que te van a aceptar otra vez...

Jongho abrazó a el rubio, que estaba bastante mal con solo ver al otro chico, pero todo se volvió peor cuando empezó a reír.

— ¿Ustedes saben lo que logra el dinero no?... Ni si quiera estuve preso esos tres años, después de unos meses, mi padre pagó para que tuviera libertad condicional y estuve relajado en mi casa estos años, y ahora, voy a entrar fácilmente a estudiar otra vez.

Los dos pequeños lo miraban con mucho odio, no podían creer lo que les estaba contando ese tipo, tenerlo otra vez en la universidad y solos iba a ser muy peligroso.

Como si hubiera querido volver justo cuando todos los mayores se titularan de la universidad, dejándolos vulnerables ante ese chico.

Esto sí que se lo debían contar a sus amigos, aunque sabían iba a causar una guerra, no lo iban a sobrevivir solos.

— Mira mierda, te lo voy a advertir ahora en estos momentos, mi familia tiene mucho más dinero que la tuya y si le llegas a tocar un pelo a mi novio, yo me voy a encargar de matarte y que tu muerte quede en nada, ¿Me oíste basura?, si no me crees, pregúntale hasta a mi mejor amigo que lamentablemente lo he dejado en el hospital.

San había esperado en el auto a que su novio saliera de clases, pero como se demoró más de lo normal y era muy sobreprotector, tuvo que ir a buscarlo adentro.

Y menos mal que lo hizo, porque al segundo que vió a ese sujeto, corrió donde él, lo tomó del cuello y lo lanzó contra la pared amenazándolo.

Y mejor aún, al parecer la amenaza hizo efecto inmediato, porque San sintió como el chico empezó a temblar y a tragar saliva.

— Y ahora, quiero que te vayas de mi vista, porque estoy tan furioso que quiero adelantar el trabajo y dejarte hospitalizado, te doy cinco minutos, a partir de... ¡AHORA!.

Y como si de una carrera se tratara, el chico desapareció en segundos de la universidad, dejando a San con casi un ataque de pánico en el lugar.

Pero al ver como Wooyoung cayó al piso dejó de lado todo y se agachó a abrazarlo, su pequeño estaba llorando del susto, no iba a dejar a ese chico sin daño, se lo iba a pagar.

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— ¿Es una puta broma? ¡NO PUEDE SER POSIBLE ESO!.

Yunho se levantó del asiento furioso, no podía creer como iban a dejar volver a ese chico, hizo tantas cosas malas, y su novio igual estaba solo ahí ahora.

Después de que pasara el problema, San llevó a los dos menores a su casa y llamó a los demás para que fuera rápido.

— Ay Woo... sé que no sirvo de mucha ayuda, pero te acompañaré a clases, todos los días, lo prometo...

Yeosang estaba igual de nervioso que los menores, pero sabía que el apoyo moral y el solo hecho de estar acompañado, haría sentir mejor a Wooyoung.

— Muchas... muchas gracias hyung... pero no quiero molestarte con eso...

— ¡No digas eso Wooyoung! No me molestas, me preocupas mucho, no quiero dejarte solo.

Todos estaban nerviosos y preocupados, de verdad era una situación difícil y peligrosa, sabían que la amenaza no iba a funcionar mucho tiempo.

Quedaron en que Yeosang estaría con los dos menores en clases al menos hasta que se les ocurriera otra solución.

Justo antes del cumpleaños del rubio pasaba algo así, que más encima le afectaba principalmente a él.

Pero los chicos no se quedarían sin hacer nada, aunque tuvieran que mancharse las manos no dejarían que ese chico le hiciera daño otra vez al menor.