CUARENTA Y UNO

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Yeonjun miraba a todos con mucha sorpresa, con suerte lograba analizar cada historia que le estaban contando.

Claro que creía cada una de ellas, pero eran tan impactantes que costaba imaginar como tuvieron que pasarlo.

Incluso en algunas historias se ponía a llorar de la pena y rabia, osea, en su mente imaginaba a cada uno en ese problema y le daba mucha tristeza.

— Woaaao... yo... todo esto es muy fuerte... han pasado por mucho... me siento terrible al haber sido amigo de él por unas semanas...

Yeonjun lloraba con un pañuelo en sus manos mientras miraba a cada uno, se sentía mala persona.

— Estas perdonado porque no sabías nada de esto, ahora que lo sabes espero nos entiendas...

Seonghwa estaba sentado con su novio a un lado de él, que también lloraba al recordar cada una de las situaciones.

— Claro que si, de hecho siento una rabia dentro de mi... cada golpe y patada que le di al idiota ese se recuerdan con felicidad ahora...

Eso hizo reír a todos los chicos, es verdad, Yeonjun le había pegado tantas veces que fue impresionante que no quedara inconsciente.

Aún más sorprendente al saber que San se le unió y empezaron a compartir quién le pegaba primero al idiota.

— ¿Y dónde está mi novio? No contesta mis llamadas ni mensajes.

Wooyoung solo pensaba en su pelirrojo, desde que no se fue con ellos en los autos que pensaba lo peor.

— Estoy seguro que está bien Wooyoung, osea, es Choi San.

Jongho de hace un tiempo que sabía algo de las andanzas de su primo, cuando iba a la casa de la abuela y estaba San, a ella se le escapaban algunas cosas que hacía su primo para nada normales.

— Ohh chicos, es que no puedo... me duele hasta el pecho...

Yeonjun seguía sintiéndose fatal, cosa que hizo que su amigo fuera donde él y lo abrazara fuerte, para darle ánimos.

— Yaya, pero eso nomas, imagina llega justo ahora San y me mata, no gracias.

Otra vez hizo reír a todos el pelirrosa, aunque tan errado no estaba, si veía que estaban abrazados, en su casa, le daría un ataque.

Se quedaron otros minutos en silencio, todos estaban tan cansados mental y físicamente, fue muy arriesgado lo que hicieron.

Se escucharon unas llaves fuera de la casa y el rubio saltó del sillón para ir a abrirle a su novio, cuando lo hizo, saltó encima de él rodeándolo con sus piernas.

— Soy tan privilegiado en la vida para que me reciban de esta forma al entrar...

Todos se rieron otra vez al escuchar eso, San dejó las llaves en la mesita de entrada y sujetó con fuerza a su chico para que no cayera, cerrando la puerta y caminando hacia los demás.

— Chicos, lo más importante, ya me aseguré de que ni a Jongho, Yeonjun o a mi bebé les pase algo en la universidad por lo que pasó, así que despreocúpense de eso.

— ¿Y como hiciste eso? ¿Y a mí también...? Yo... muchas gracias!

Yeonjun iba a tener un ataque en cualquier momento, todo era tan irreal y loco, cosas que solo pasan en películas.

— Pues, simple, es algo que los Choi, de mi familia claro, solo pueden lograr, contactos y poder se llama.

A San le daba mucha risa que el chico pelirrosa tuviera su mismo apellido, no había conocido a alguien cercano que lo tuviera, que no fuera familia.

— Bueno chicos, ustedes son geniales, los admiro, yo me iré porque sé que quieren estar en grupo, nos vemos en clases!

Yeonjun se levantó y despidiéndose de todos con una gran sonrisa se fue del departamento, de verdad sabía que no debía estar ahí.

« ✨ »

Después de estar todos sentados tranquilos en la sala, cada uno con su pareja, como por media hora, San se levantó y fue a la cocina a buscar algo.

— Si es alcohol me cuelgo.

— Cuélgate fuera de mi casa si por favor.

Y si, San había llegado con una botella de Ron nuevo, lo había comprado justo esa mañana para estar con su chico, pero ahora lo ameritaba.

Yunho rodó los ojos y se levantó para ir a ver que Ron era, como lo sospechaba, claro que San iba a comprar el más añejado y caro.

— Tu sabes perfectamente que este ron es muy fuerte, Jongho, solo un vaso, créeme que con eso ya vas a morir.

Pero Jongho ni si quiera estaba prestándole atención al trago, estaba bien entusiasmado con ese juego, que hasta tenía a Wooyoung pendiente de como pasaba los niveles.

— Woaaao amigo, este ron es buenísimo! Yo fui a la inauguración hace unos meses en el casino.

Seonghwa se había levantado de igual forma para ver el ron, así que Mingi emocionado fue a la cocina para traer copas.

— Yo no lo he probado así que con gusto lo hago, ustedes saben de tragos de calidad, son mis profesores.

Los tres chicos se rieron mientras abrían la botella, quedando hipnotizados por el olor, era maravilloso.

— A Wooyoung y Jongho le vamos a servir menos, porque no van a aguantar más de seguro.

San primero le sirvió a su novio, prioridades, claro, y fue a dejárselo, le tuvo que explicar que era y todo porque no había escuchado nada.

Después le sirvió un poco a Jongho y lo mismo, rodando los ojos se alejó de los pequeños y empezó a servirle a los demás.

— Yo igual quiero poco, digo, de seguro yo voy a manejar de vuelta, veo que a Seonghwa le gusta mucho este ron.

Yeosang acepto el vaso con gusto, pero sabía que debía tomar poco, era responsable al manejar, más si llevaría al amor de su vida con él.

— Buuuu... se me había olvidado, no podré tomar tanto, que triste.

Yunho miraba con tristeza su copa llena de ron, no iba a poder tomar todo si tendría que manejar luego.

— No tengo problemas en faltar mañana a clases mi amor, nos quedamos aquí y tomas lo que quieras.

Jongho siempre buscando alguna excusa para no ir a clases, pero esta vez lo logró, al parecer ese ron era tan bueno como para faltar a la universidad.

— Entonces... ¿Jugamos?.

Mingi miraba a todos con cara maliciosa, si decían que el ron era tan fuerte, los tendría a todos lo suficientemente ebrios para hacer sus típicos juegos.

𝐏𝐫𝐨𝐲𝐞𝐜𝐭𝐨: 𝐀𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 ⭑ 𝐀𝐭𝐞𝐞𝐳 [𝐏𝟐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora