Señales de alerta

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Luego de que llegara al campamento pasamos un rato más ahí, habíamos ido a visitar a Aaron el cual había perdido su brazo gracias al tipo con el que Carl había peleado. Regresamos a casa antes del atardecer y me encargué de curar el labio roto de Carl; acostamos a nuestros hijos y finalmente antes de media noche caímos perdidamente dormidos.

Estaba sumida en mi sueño cuando unas manos frías se colaron en mi pijama, erizándome y haciéndome salir de mi placido sueño.

—Buenos días—me saludó Carl con un beso en la frente.

—Buenos días—le sonreí—Iré a ver a los niños—me levanté de la cama y me puse uno de los bóxers de Carl como short y salí de nuestra habitación para ir a darle de comer a mis hijos.

Los pequeños habían despertado y estaban mirándome cuando me asomé a la cuna, sonreí y tomé a Julie en brazos para comenzar a alimentarla. Cuando termine con ella, James fue el siguiente en comer, cuando termine de sacarle el aire a mi pequeño Carl entró para cambiarles el pañal y la ropa.

—Ve a vestirte, yo me encargo de ellos—me sonrío y le di un beso en la mejilla y fui a cambiarme.

Me puse una blusa negra de tirantes con una camisa de cuadros encima con pantalones de mezclilla junto a mis botas, mi cinturón ya estaba en mi cadera y solo acomodaba los cuchillos en mis botas cuando Lisa se acercó a mi corriendo.

—Mami—me saludó—Los abuelos quieren que pasemos el día con ellos, dijeron que es para que tú y papá tengan un respiro—hablo mi hija de ocho años.

—De acuerdo, solo avísale a tu padre—le despeine el cabello que era igual de salvaje que el mío y me quite el cinturón pero no saque los cuchillos de mis botas; solo por si las dudas.

Cuando termine salí de la casa y me encontré a Carl con la carreola de los niños y a Lisa jugando con Judy mientras mamá, Rick y Carl hablaban.

Pasamos una mañana genial, Judy y Lisa jugaban con nosotros y a ratos James y Julie eran cargados por sus abuelos o por nosotros. Todo iba tan bien, mientras Rick le leía a Judy y Lisa, Carl me abrazaba por los hombros mientras mamá cargaba a James el cual dormía en sus brazos, así como Julie dormía en los míos.

Pero todo se fue al caño cuando mamá se acercó a un hombre que tenía malas noticias, James quedó en los brazos de Carl mientras yo acostaba a Julie en su carreola y me acercaba a Rick y mamá.

—Iré a ver qué sucede—dije mirando a los tres adultos.

—Ten cuidado—me dijo mamá—Tienes solo unas semanas no puedes hacer mucho esfuerzo—me susurró lo último y asentí.

—Voy a ir al campamento, ocurrió un problema, un salvador desapareció y lo encontraron muerto y no parece un accidente, Carol debe estar tratando de controlar ese desastre; iré a ayudar—le dije a mi esposo el cual me miró comprensivo.

—Ten cuidado hoyuelos—me pidió y sonreí por el apodo y me acerqué a dejar un beso en sus labios.

—Traje tu arco y tu cinturón mami—Lisa se acercó a mí y agradecí su gesto y le dejé un beso en la cabeza para alejarme mientras me ponía mi cinturón y colocaba mi arco en mi hombro.

Cuando me subí a mi caballo comencé a cabalgar al campamento con la esperanza de poder llegar a controlar el desastre que seguro había. Fueron unos minutos hasta que llegué y pude ver a la multitud empujándose; los salvadores se veían molestos y querían hacer un escándalo. Por lo que al ver que la cosa se iba a salir de control, actué rápido y desenfundé mi arma para disparar al aire y terminar con el ajetreo.

—¿Alguien puede decirme qué mierda pasa?—hable poniendo mi arma en mi cinturón y unos cuantos salvadores me miraron mal.

—¿Qué hace ella aquí?—escuché a alguien decir.

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