Invisible String

Secretos

A la mañana siguiente Carl había dejado la cama, Hershel había dicho que estar afuera un rato sin hacer esfuerzos le vendría bien.

Desayunamos todos y cada quien fue a hacer sus tareas, yo me quedé con Lori y Carl. Alimentábamos a las gallinas, Lori estaba sentada mientras Carl estaba parado. Yo estaba sentada en el suelo con un polluelo en la mano.

—Son lindos ¿no creen?—sonreí mientras acariciaba al polluelo de mi mano.

—No tienen madre—dijo Carl.

—Quizá esté en otro lado—Lori comentó y le di la razón.

—Quizás se la comieron—me quedé estática al igual que Lori, la miré y esta tenía la mirada perdida. Me sorprendió la manera en la que Carl lo dijo, había algo diferente en él. Parecía que el niño débil e inocente del campamento de Atlanta ya no estaba.

—Yo...Iré a ver a papá—me levanté y comencé a caminar a nuestra casa de acampar. Andrea estaba adentro platicando con papá, le pedía perdón. Preferí no entrar.

Cuando esta salió me miró apenada y estaba apunto de hablar pero no la dejé pues entré a la tienda.

—¿Sigues molesta con ella?—me preguntó papá.

—Lo estoy, casi te mata, no puedes culparme—me defendí y me acerqué a darle un beso.

—Ven aquí mocosa—abrió los brazos y al instante lo abracé. No pude evitar llorar un poco.

—Creí que iba a perderte—comenté abrazándolo, rio por lo bajo.

—Hija, no vas a perderme ¿de acuerdo? eres mi razón de vivir, tendré más cuidado—me prometió.

—Hoy habrá práctica de tiro, quiero aprender a disparar, quiero ir—hable y me senté, me miró por unos segundos.

—Bien, no me opongo, pero para ello necesitarás un arma—dijo y se levantó y buscó algo en su mochila, cuando encontró lo que buscaba, sonrió.

—Toma, pensaba enseñarte a disparar ese fin de semana, pero el mundo se fue al demonio—me enseñó una pistola bastante bonita—Tómala, es tuya ahora, quiero que te protejas sola—me tendió la pistola y la tomé.

—Wow, mi propia arma—reí—Es genial, pero tengo mi arco, pero creo que es hora de cargar siempre con él y con esta arma ahora—comete y asintió.

—Te conseguiré un cinturón para que puedas guardar tu arma ¿Tienes contigo el cuchillo de la carretera?—me interrogó.

—Lo tengo—alce mi blusa y deje ver el cuchillo.

—Bien, ve con Lori, quédate con ella hasta que se vayan. Yo iré a buscar más pistas—me beso la cabeza y me miró—Ten cuidado, te quiero—me tocó la nariz.

—Lo tendré, te quiero—me despedí y camine al centro del campamento en el cual estaba Carl con la cabeza abajo y había una discusión entre Lori, Dale, Shane y Rick.

—Ahora ¿qué hiciste?—me senté a su lado y lo empujé.

—Robé un arma de la bolsa—confesó y lo miré—Quiero aprender a disparar, quiero proteger a mi mamá y a ti, y para eso necesito un arma—me dijo de una manera tan seria que sentí un escalofrío en la espalda.

—Carl ¿No crees que vas muy rápido?—le pregunté y este me miró serio.

—Tu tienes un arco y nadie te reprende por ello—dijo de mala gana.

—Si yo lo tengo es porque se usarlo, ¿me tomo tiempo? desde luego—le dije algo molesta.

—Ahí está, yo quiero un arma—me dijo.

—¿Qué te sucede?—le dije levantándome—Ayer estabas bien y ahora quieres ser un adulto—le dije molesta y me fui bajo la atenta mirada de Rick.

—¡Copito! Ven con nosotros, nos adelantaremos al campo de tiro—James corrió hacia mi.

—Bien, vamos—me despeino. Comenzamos a caminar al auto de Alexa y pronto estuvimos en el campo.

—Concéntrate, respira y dispara—Shane habló a mi lado.

—Se como se hace, lo he hecho con el arco—lo mire.

—Un arco no es lo mismo que un arma—soltó, hice lo que había dicho.

Cuando estuve lista jale el gatillo dándole al blanco. Sonreí al ver que le había dado. Alexa y James me felicitaron.

Seguí practicando un rato, cuando la práctica terminó, todos regresamos a la granja. Estaba sentada escribiendo mientras tenía mis audífonos. Tarareaba a Taylor Swift cuando alguien me tocó el hombro.

—Lexie ¿podemos hablar?—me preguntó Carl.

—¿De qué quieres hablar?—dejé de escribir y lo miré.

—Lo siento, no debí hablarte así, pero quiero proteger al campamento, proteger a mi mamá y a ti, no quiero que te llegues a perder como Sophia—confesó.

—Yo no soy Sophia ¿ok? no me perderé, estaré bien pero quiero que dejes de ser así, Carl disfruta la poca y anormal niñez que nos queda, se que es difícil en este nuevo mundo. Pero no puedes ser un adulto cuando no terminas de ser un niño—solté y este asintió y me abrazo.

—Tienes buena puntería—lo empuje mientras sonreía.

—No había visto que tienes hoyuelos—toco mis mejillas y no pude evitar sonrojarme.

—No sonrió muy seguido—confesé y este me miró aún.

—Deberías hacerlo, te ves linda cuando sonríes—confesó y pude ver como sus mejillas se ponían rojas.

—Me gustan tus pecas—le dije, nunca me había tomado el tiempo de verlas con tanto detalle.

—¿Mis pecas?—preguntó.

—Si—toque su mejilla, y este río.

—Me gustan tus hoyuelos—me dio un empujón.

—No suelo sonreír pero, intentaré hacerlo más seguido—sonreí al recordar que dijo que me veía linda.

—Muy bien, Lexie...¿Somos amigos?—me preguntó y arrugue la nariz.

—Carl pero claro que somos amigos, después de todo lo que hemos pasado, somos amigos, casi familia—reí y este miró el atardecer.

—¿Cómo crees que nos veamos en unos años?—me preguntó y recargue mi cabeza en su hombro.

—No sé, quizás para entonces ya exista una cura, y podamos volver a tener nuestra vida de antes ¿Tú cómo crees que sea?—le dije.

—Si te dijera no me lo creerías—dijo y bajo la mirada.

—Vamos, dime—puse mi barbilla en su hombro para verlo mejor.

—Nos veo casados con cuatro hijos—dijo mientras sonreía y me quedé helada.

—¡Es broma! Debiste haber visto tu cara—se burló.

—Te daré tú merecido—dije y este empezó a correr. Pasamos el resto de la tarde jugando por todo el campo.

La granja empezaba a sentirse como un hogar, Alexa y James todavía no se acercaban mucho al grupo, pero siempre trataban de pasar tiempo conmigo.

Quizás podríamos vivir aquí un buen tiempo, construir un hogar seguro y agradable...

Carl vidente 😵
en fin que equivocada está Lex al pensar que podrán vivir en la granja...
buee espero les guste, no olviden votar!
xoxo 💋