Amor y ¿Maternidad?

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—Pareces un ángel caído del cielo—me dijo algo débil mientras tenía entrecerrado su ojo.

—Oh dios mío—lo abracé con cuidado para llorar en su pecho—Te amo, te amo—lo bese en la mejilla.

—Tranquila, no te vas a deshacer tan fácil de mi—reí por sus palabras.

—Eres un imán de balas—me burle.

—Y tu de puñaladas—se burló y ambos reímos.

—Es por eso que estamos hechos el uno para el otro—le di un beso en los labios—Le diré a tu padre que has despertado—le avisé y salí de la habitación—Acaba de despertar—le hablé a Rick el cual estaba recargado en la pared, en cuanto le informe entro a la habitación donde descansaba mi novio.

Camine con dolor a mi padre que era suturado por Denisse, me acerqué a él y este sonrío un poco al verme.

—Te quejas de que no me baño y estás más asquerosa que yo—se burló y Denisse terminó con su hombro.

—Que bueno que terminaste, mis puntos se abrieron—le confesé a la chica y esta suspiró y me dejó subir a la cama—Gracias por salvar la vida del amor de mi vida—le agradecí mientras esta volvia a suturar mi abdomen.

—¿Otra puñalada?—me preguntó mi padre.

—Larga historia—respondió por mí la rubia y me guiñó un ojo cómplice.

Cuando termino me acerqué a abrazar a mi papá, este me abrazó con cuidado, le conté todo lo que había pasado y me dijo que fuera a tomar un baño.

—Mamá—la llamé y esta dejó de acariciar el cabello de Jud—Iré a tomar un baño, dile a Rick y Carl que no tardo—le di un beso en la mejilla y salí de la casa encontrándome con James abrazando a Glenn—Eres como una cucaracha amigo mío—le dije burlona y este me abrazó.

—¿Cómo está?—me preguntó refiriéndose a Carl.

—Está estable, despertó hace unos minutos, Rick está con él—le expliqué y este asintió.

—Lexie—me llamo Abraham—Eres una maldita loca, te vi matando a todos esos caminantes, definitivamente eres igual a tu padre—me felicitó el pelirrojo y sonreí.

—Los Dixon somos unos malditos hijos de perra—le respondí sonriendo, ganándome las risas de todo mi grupo, me despedí y fui a tomar un baño. Salí de la casa apresurada, cuando entré a la enfermería vacía, entré a ver a Carl; el cual dormía plácidamente.

Me había dado la tarea de cuidarlo pues los demás se iban a encargar de recoger todos los cuerpos y ayudar a reparar las casas. Pase todo el día y toda la noche velando por él durante dos días. Fue cuando pudo salir de la enfermería, la comunidad ya no se veía tan mal, cuando fue hora de ir a nuestra habitación en la noche pues habíamos festejado; sólo la familia, la recuperación de mi amado.

Le dije que quería decirle algo, yo personalmente quería dar el segundo paso, verlo al borde de la muerte me hizo darme cuenta que no quiero desperdiciar ni un solo segundo a su lado.

—Carl—dude un poco nerviosa—Hay algo que quiero decirte—jugué con uno de los botones de mi vestido completamente azul marino.

—Dime hermosa—me sonrió mi novio, dándome la suficiente seguridad.

—Quiero dar el siguiente paso—solté y este se quedó unos segundos callado—Claro solo si tú quieres, quiero decir, lo que ha pasado me ha hecho ver que no quiero perder un solo segundo a tu lado por lo que me gustaría que tuviéramos...—no pude terminar pues Carl chocó sus labios contra los míos, comenzando una lucha de nuestras lenguas, algo torpes.

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