¿Quienes somos ahora?

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No podía creer que habían pasado seis años, en los cuales no sabía nada de Daryl, él no tenía idea que había tenido otra hija y que había adoptado a mi hermano como mi hijo. Mis hijos no sabían quién era su abuelo, solo sabían de los abuelos Alexa y Rick; me dolía mucho eso, pero yo había tratado de arreglar las cosas pero su orgullo fue más grande.

—Se portan bien—dije acomodando el cabello de Judith para pasar y acomodar el carcaj de Lisa—No quiero que se despeguen de Aaron o de Rosita—les pedí y estás rieron.

—Tranquila mamá, sabemos cuidarnos—dijo Lisa de catorce años.

—Lo sé—hablé con algo de tristeza al saber que ya no eran mis niñas.

—Si no lloras te traigo un venado—Lisa quiso hacerme reír; era la primera vez que salían de expedición sin nosotros y ya era tiempo de que lo hicieran.

—No lloraré entonces—dije sonriendo para abrazar a Judy—No te separes de Lisa—le pedí.

—Voy a estar bien—me sonrió—Tuve hermanos mayores que me enseñaron a cuidarme—me abrazó.

—Vayan—les dije y ambas corrieron con Rosita y Aaron.

—Van a estar bien y lo sabes—dijo Carl tomando mi cintura—Ahora vamos, una reunión sobre la cosecha nos espera—dijo tirando de mí mientras yo giraba los ojos.

Mientras estábamos haciendo nuestras tareas del día, llegó Nessa a decirnos que habían regresado de la expedición y con gente nueva; al escuchar esto Carl y yo nos miramos para caminar a la entrada donde divisé a tres chicas y un hombre desconocidos.

Siddiq se acercaba a ver a la chica que estaba en la carroza; estaba herida por lo que había escuchado. Cuando la chica de tatuajes quiso ir con ella la gente de nuestra gente se tensó un poco.

—Tranquilos todos—habló por primera vez mi esposo—Podemos solucionar esto sin agresión—habló serio haciendo que el único hombre se intimidara.

—¿Por qué están aquí?—dije cruzándome de brazos.

—Nosotras los rescatamos—habló Lisa mirándonos.

—Saben las reglas—las mire severa—Todos las saben—alce mi vista mirando a la gente alrededor.

—Necesitaban nuestra ayuda—dijo Judith apenada.

—Oscurecerá pronto, mañana a primera hora los llevamos al consejo y votamos—sugirió Gabriel.

—No les quiero faltar al respeto, pero quizás nuestro destino es volver a ayudar a las personas—habló Aaron mientras yo no estaba nada contenta—Personas como ustedes—me miró y relaje mi mirada.

—Lo sabemos—habló Carl poniendo una mano en mi espalda.

—Póngalos en confinamiento—hable por última vez—Ustedes a casa—mire a la niñas—Ahora—sentencié molesta.

Mi hija y mi hermana caminaban delante de mí, ambas sabían que las iba a regañar, Carl venía detrás de mí callado, sabiendo que no iba a poder evitar que las regañara; una vez que entraron a la casa Carl cerró la puerta y me crucé de brazos mientras las miraba.

—Lo siento mamá—habló Lisa con la cabeza baja.

—Los caminantes los tenían rodeados—habló esta vez Judy.

—Niñas no se pueden poner en esa clase de riesgo—habló Carl.

—Ustedes hacían peores cosas que nosotros, incluso podían salir a explorar solos. No es justo—Lisa se cruzó de brazos molesta.

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