one shot blue lock

Michael Kaiser

Especial de San Valentin
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Continuacion del especial de Alexis Ness, o sea segunda parte.

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Llevabas cuatro dias sin salir de tu casa, estabas superando el rechazo que recibiste por parte de Ness.

Estabas tumbada en el sofá mientras comias helado, seguias en pijama y estabas desareglada.

En lo que alguien tocó el timbre de tu apartamento, no tenias ganas de ver a nadie, asi que ni te tomaste la molestia de ver quien era. Pero esa persona era insistente, pues volviero y volvieron a tocar el timbre.

-ash, ya voy! -avisaste dejando de mala gana tu helado en la mesita de la sala.

-quien es y que quiere? -preguntaste al abrir la puerta.

-hola a ti tambien tn -sonrio kaiser, ahi parado en la entrada.

-kaiser, que haces aqui? -preguntaste confundida, ya que no es alguien que visite a los demás solo por que sí.- seguro mr voy a morir que ya empiezo a ver cosas

-venia a ver si estabas viva, no respondias ninguna llamada o mensaje- respondió.

-ya veo, pasa -le dejaste entrar- perdon por no responder, mi celular no lo hize cargar la bateria

-se nota que tampoco saliste de casa -dijo.

-tu crees que un rechazo se supera tan fácil? -le preguntaste irónica, mientras volvias con tu helado.

-no, pero debes superarlo, es solo un hombre, es solo Ness -mencionó kaiser.

-wow que gran amigo eres, hablar asi de Alexis -dijiste sarcastica.

-por que no te consigues otro? Asi le demuestras de que... pues le haces creer que no te afectó tanto -dijo luego de comprobar que si te habia afectado.

-en todo el tiempo que nos conocemos, creo que jamás habias dicho algo tan inteligente, Michael -mencionaste pensando en su propuesta.

-soy genial, lo sé -se alagó solito.

-y donde consigo otro chico? -soltaste la pregunta.

-eso tienes que verlo tu, yo solo te daba la idea -respondió.- y deberias dejar de comer tanta basura...

Señaló los tachos de helado vacios.

-hey! No me juzgues, estoy triste -le sacaste la lengua, mientras te aferrabas a tu helado.

-bien, eso era todo, yo me voy -se despidió.

-gracias por venir, kaiser -le dijiste mientras le acompañabas a la puerta.

-si, adios -se fué.

Cuando quedaste sola otra vez, te tumbaste en el sofá a pensar en quien podria hacerse pasar por tu novio, claro que a la vez comias tu helado.

-mmmmm no tengo tanta confianza para pedirle un favor asi a algun compañero de clases -murmuraste.

Volteaste a ver el techo, para poder reflexionar mejor.