Kurona Ranze

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Hace más de un mes que tu y kurona empezaron a salir como pareja, aun les costaba actuar como tal.

Sus muestras de afecto son sutiles en público, se expresan mejor al estar en privado.

Pero hoy tus animos estan por los suelos, kurona no fue a clases.

Le escribiste para preguntar la razón pero no contestó hasta que fue la segunda clase.

Te explicó que estaba enfermo y que por eso no pudo asistir.

Asi que ahora estabas sola sin él, te sentias triste y preocupa por su bienestar.

Decidiste que como buena novia debias ir a visitarlo y cuidar de él para que se recupere.

Al salir de clases, pasaste por una tienda, comprarias fruta para que kurona, le sentaria bien para su recuperación.

Ya habias ido un par de veces a casa de kurona, pero ahora se siente distinto... Ahora son pareja, y se siente lindo.

Al llegar tocaste la puerta y esperaste pacientemente a que su madre te abriera la puerta, pero esta cez mo fue ella.

Quien te recibió fue un kurona con cara de cansancio.

-hola kurona- le sonreiste.

-tn? -se percató de que eras tu.- espera!

Te detuvo cuando quisiste acercarte a él. Lo viste corriendo por la sala en busca de algo, regresó con una mascarilla en el rostro.

-ahora si puedes pasar -se hizo a un lado dandote el espacio para ingresar en su hogar.

-gracias -ingresaste y miraste a todos lados en busca de alguno de sus padres.- estas solo?

-si, tuvieron que salir a trabajar- respondió.

-mhm que mal -hiciste una mueca.

-y por que estas aqui? Que tal las clases?

-las clases estuvieron aburridas, te extrañé y vine a cuidar de ti -respondiste.

Debido a que llevaba mascarilla no notaste que se habia sonrojado.

-pero... Puedo contagiarte si te acercas- murmuró apenado, en serio le alegró el hecho de que te preocuparas por él y vengas a cuidarlo, pero no quiere que termines enferma por su culpa.

-tranquilo estaré bien -lo calmaste.- tienes fiebre no?

-si -confesó.- como sabias?

-bueno, esos hermosos ojos estan rojos, se muestran irritados y cansados -sostuviste su rostro con tus manos- y estas caliente

-oh

-te traeré un paño frio y agua -caminaste a la cocina.

Al regresar le diste de beber el agua y una pastilla para bajar la fiebre.

-bien, ahora a descansar -dijiste.

Pero ahi caiste en cuenta que no podia descansar en la sala, tenia que estar cómodo en un lugar fresco, tendria que ir a su habitación.

Jamás habias entrado a su cuarto, y hacerlo ahora te estaba poniendo nerviosa, pero quitaste esos pensamientos, él estaba mal y debias cuidarlo.

Él solo asintió a tus palabras y en silencio te guió a su habitación, se recostó en su cama y tu te sentaste sobre la alfombra, examinando el lugar con la mirada.

Su habitación era acogedora, un poco desordenada pero no mucho, tenia buena iluminación con esa ventana y podia respirar aire fresco.

Miraste hacia su dirección y te sorprendiste al ver que él te observaba, no pudiste evitar sonrojarte, era maleducado mirar tan descaradamente.

-perdon, no deberia estar viendo tu habitación -él solo negó con la cabeza.

-te ves...linda, muy linda -murmuró- como un gatito curioso

Sonreiste por ese comentario, aun enfermo tu novio seguia siendo la cosita mas hermosa y tierna del mundo.

-aun enfermo eres un amor- acariciaste su mano que colgaba de la cama.

-te gusta mi habitación? -preguntó.

-si, es linda -respondiste.

-mira... Aqui tengo el peluche que me regalaste -no te habias percatado que tenia ese peluche de tiburon en su cama, era el que le regalaste.

-que lindo, duermes con él -sonreiste con ternura.

-mhm -asintió.

-eres tan bello que me dan ganas de dejarte un monton de besitos en el rostro -confesaste.

Él empezó a jugar con sus manos mientras miraba a otro lado, se notaba inquieto.

-kurona? Lo siento, te incomodé? -preguntaste.

-no es eso...

-entonces?

-es que si quiero tus besos... Pero estoy enfermo y te puedo contagiar -confesó.

-aww kurona -soneeiste pero te fue imposible no sonrojarte.

-pueden... Esperar tus besos a que me recupere? -preguntó.

-mi amor, por supuesto que si -te acercaste un poco más a él para acomodar el paño húmedo que tenia para la fiebre.

Antes de volver a colocarselo, aprovechaste que su frente estaba libre, y le diste un corto beso ahí, sorprendiendolo.

-por ahora solo te daré besos en la frente -mencionaste mientras dejabas el paño.

-si! -respondió, bajo la mascarilla estaba sonrojado.

Cortaste algo de fruta para él, y tambien preparaste un té.

-kurona, debes descansar -dijiste preocupada, pues a pesar de estar recostado, no se dormia.

Dormir es bueno para recuperarse.

-pero te dejaria sola -murmuró.

-no estaré sola, estaras conmigo -respondiste.

-estoy siendo molesto? -hizo ojitos tristes.

-jamas llegarias a ser molesto, solo te preocupas asi como yo -te acercaste más a él- que te parece si te leo un libro de tiburones para que te duermas?

-si, asi podre oir tu voz -sonrió bajo la mascarilla.

Te acomodaste en el suelo, junto a su cama luego de arroparlo, con el libro en una mano empezaste a leer, y con la otra le dabas caricias en la cabeza.

No le costó nada dormirse asi, y a ti se te contagió el sueño.

Terminaste durmiendo con la cabeza apoyada sobre la cama de kurona mientras sostenias su mano.

Cuando la madre de kurona llegó antes para ver a su hijo, gue a buscarlo a su habitación.

Sonrió con ternura al verlos a ambos dormidos tomados de la mano.

Tambien notó que la fiebre de su hijo bajó, lo cuidaste bien.

Ella antes de salir de la habitación les puso una sábana ensima para que descansen bien.

Dias despues cuando kurona ya se recuperó del todo, estaban en su habitación recostados mientras le hacias pequeñas trencitas.

Él sonrió feliz al tenerlas, y te lo compensó con muchos besos y cosquillas.

Fin.
Les gustó?

Estuvo muy corto creo... Pero no se me ocurrió más 🥲.

one shot blue lockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora