LXIV

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Capítulo 64

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Capítulo 64

Tom llamó a Freya de inmediato porque tenía miedo de aparecerce con Cass por que podría ser peligroso para el bebé o para ella.

Fue por la bruja que de inmediato ayudó al mago quien estaba de verdad preocupado este había dejado a Cass en la cama de su habitación llendo por ayuda mientras que cass no podía con el dolor que sentía sabía que vendría el momento pero no pensó que esa noche sucedería.

Freya la ayudó de inmediato mientras Tom sujetaba su mano y acababa las órdenes de la bruja entre las piernas de su mujer.

—Amor venga que tu puedes con esto y más bebé.

—CUAL MAAS MALDITO IMBECIL VEN A PARIR TU A VER SI SI PUEDES CON MÁS  AAAAAAAAAAAAH.

–Calma Cass tienes que pujar para acabar con esto rápido.

—ESO ESTOY HACIENDO MALDITA SEA TOM POR QUÉ CARAJOS DUELE TANTO.

Los gritos de dolor eran frecuentes, la magia que había usado Tom para arreglar su matriz tenían un precio y la pobre cass estaba sufriendo el dolor del embarazo por el triple y no lo estaba tolerando.

–Puja Cass ya veo la cabeza.

—AAAAAH YA SE POR QUE WALPUTA ME ODIA AAAAAH AMOOOR YA NO PUEDO MÁAAAS.

—Amor Cass eres la persona más fuerte que conozco en este mundo no digas que no puedes por que eres la maldita Skylar Black tienes el mundo a tus pies no te puedes rendir ya no hay vuelta atrás. Roba mi fuerza y úsala.

Dicho y hecho Cass usó uno de los hechizos que Tom le había enseñado y robando energía e intercambiandola por dolor fué pudiendo un poco más. Y para ser sinceros le gustaba que Tom sintiera un poco lo que ella sentía en ese momento.

de repente se escuchó un llanto en la habitación pero cass se sentía igual dolía un infierno y mientras Tom cargaba a su hija Cass no dejaba de quejarse fué cuando Freya les dijo que venía otro.
Cass estaba por desmayarse y Tom solo atinó a tomar su mano mientras cargaba con la otra a su bebé.

Los gritos volvieron y minutos después nació un niño hermoso dejando a cass porfin respirar normal a la vez que el llanto se apoderaba de ella estaba cansadisima sentía que dormiría por tres días seguidos sin problema alguno.

-Corazón ya eres mamá- susurró con dulzura Tom besando su frente.

ella estiró los brazos hacia el bebé que sostenía freya, esta se lo extendió mientras se colocaba de nuevo entre las piernas de cass para recitar un par de hechizos.

—En unas semanas podrás seguir tu vida normal Cass. -le dijo con una sonrisa

—Muchas gracias Freya de verdad

—No es nada, ya en un rato deberías sentirte mejor.

Le dió un par de indicaciones a Tom y se fué.

—Amor acertamos los dos

–Siii ay bb son demasiado chikiticos quiero llorar otra vez.

–Lo sé cass hasta yo quiero llorar mira lo perfectos que son. Prometo amarlos toda mi vida, a los tres.

ambos se fundieron en un beso salado por las lágrimas y el sudor pero tierno y dulce.

—Amor estoy cansada pero a mi princesa le podemos poner también Lexa? o no, Merope como tu mami.

—Claro que sí mi vida ahora descansa amor lo necesitas voy a llamar a Rebecca para que me ayude con los bebés y puedan descansar.

—No amor quédense aquí, no quiero estar lejos de ustedes porfavor.

al final trajeron la cuna que gracias al cielo era algo grande y entraban los dos sin problema alguno.

Cassiopeia dormía con una sonrisa en el rostro y Tom estaba acostado a su lado. Anteriormente había limpiado todo con un movimiento de varita y cambió la ropa de su esposa para que descansara cómodamente. Tom no quitaba los ojos de los tres angelitos que tenía a su lado.

Ese día prometió que haría todo lo que estuviera en sus manos para cuidarlos y protegerlos. No llevaban ni una hora en ese mundo y ya no imaginaba una vida sin sus hijos y su esposa.

Al igual también pensó en la profecía. El niño ya estaba a meses de nacer y no sabía si seguir su plan. No podía dejar a su esposa sola con sus dos hijos, no podría.

El plan era algo arriesgado y todo podría pasar a la vez que pensaba que no podría hacerle daño al niño de la profecía. No podría tocar a un niño cuando el tenía dos hermosas criaturas descansando a su lado.

Decidió no pensar en eso hasta que llegase el momento, a hora se llevaba bien con los hermanos de su amada pero sentía recelo de parte de ambos Reg no podía decir nada pues era un mortifago ya. A este punto era al que más confianza le tenía.

después de un rato un llanto llamó su atención y antes de levantar a su madre Tom cargó a la pequeña criatura que ahora era su hijo y lo cargó en sus brazos viendo su pálida piel.

Ambos bebés parecían hechos de blanca porcelana con mejillas sonrojada del llanto
y largas pestañas.

El pequeño en sus brazos sujetaba un botón de su camisa sin dejarlo ir causándole algo de gracia. Después de un rato lo dejó con su hermana en la cuna.

Tenía todo lo que necesitaba en esa habitación y daría su vida para protegerlos a los tres amores de su vida.

HIGH ENOUGH ☆ Tom Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora