XXXXI

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Capitulo 41

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.Capitulo 41

Al estar en su casa no podia dejar de pensar en que siempre que tenia un buen día terminaba arruinandose por conmpleto por alguien de su familia. El unico que aun no lo habia hecho era Regulus quien estaba en Hogwarts.
Sorpresivamente se llevaba mejor con Narcissa y Bellatrix ya no la trataba tan mal (pero si se la pasaba coqueteando con Tom).

—¿Cass?, pensé que te ibas a quedar un rato más con tus amigos.-Tom estaba sentado en un sofá leyendo un libro de tapa dura que no tenía título. Cassiopeia no contestó y se tiró en el sofá dejando su cabeza en las piernas de este. –¿Paso algo cariño?.-preguntó acariciando su cabello.

—Me derretí.-respondio cansada con los ojos cerrados mientras disfrutaba de las caricias de Tom.

—¿Estabas con tus amigos?.

—No... Si... Si, pero no.-Hablo confundiendo a Tom.

—¿Donde estabas?.

—Fui a Hogsmade.-Contestó abriendo los ojos para verlo esperando a que le contara. Cassiopeia se sentó frente a el mirandolo para empezar a contarle todo. -Estuve un rato con Cyg y Al, luego ellos fueron a comprar dulces y yo me fui a tres escobas a esperarlos, ahí me encontre a Sirius, nos saludamos y todo bien, luego llegaron Cygnus y Alec y me devolví a la mesa. Hablamos un rato y luego Sirius se nos unio. Luego nos corrieron por reirnos y nos sentamos fuera de una cafetería. Luego sacaron un tema y Sirius se puso a la defensiva y Cyg y Al se fueron y luego Sirius empezo a decir cosas y yo me aguante para no decirle otras cincomil mientras el se molestaba, luego dijo algo y yo dije algo y todo se fue al carajo.-Se dejó caer en sus piernas una vez que terminó de relatar lo sucedido.

—Cassiopeia no puedes seguir así. Si no es uno es el otro.-Hablo refiriendose a su familia.

—El hijo de su perre verge me distrajo y se me olvidaron mis pocholates.-Hablo con un puchero.

—No tengo chocolates. -Cassiopeia se quejó.-Peero, tengo esto.-saco de quien sabe donde una bolsa de sangre de hospital muggle.

Apenas la olió Cassiopeia se levantó de su piernas y le arrebató la bolsa de las manos, la parte blanca de los ojos se le pusieron rojas mientras que  novenas negras se marcaban debajo de sus ojos.
Tomó la bolsa y se la tomo como si le hubiesen vendido refresco en bolsita (Cosa de países tercermundistas👌).
Mientras tanto Tom a su lado solo pensaba el lo jodidamente hermosa que se veía con la sangre derramandose por toda su boca, pensaba en como se veia como una diosa con los ojos así. Luego de menos de un minuto ya se habia acabado toda la sangre. Cassiopeia arrojo la bolsa suspirando y acomodandose el cabello mientras lamia parte de la sangre que quedó en su boca.

–¡Tom! te besaria ahora, pero no creo que quieras probarme así.

–Que eso no te detenga hermosa. -Hablo jalandola para que se sentara en su regazo. Cassiopeia lo vio con una sonrisa y de inmediato lo beso, juró que nunca la habian besado así, la satisfacción de la sangre bajando por su garganta mezclado con el sabor a menta de la boca de Tom la hizo subir al cielo y bajar al infierno al mismo tiempo.
Mientras que Tom se habia quedado hipnotizado con el sabor a cerveza y cerezas que tenia su boca ligado al sabor metalico de la sangre en su boca más la satisfacción que le causaba comerle la boca a su prometida.

Ambos maldijeron mentalmente la necesidad del oxigeno en su sistema mientras se separaban. Se quedaron haciendo contacto visual mientras que Cassiopeia le limpiaba la sangre fresca de la boca a Tom y el hacia lo mismo con ella, inconscientemente limpio su pulgar con la lengua quitando todo rastro de sangre de el.

–¿Quieres hacer algo?.-Le preguntó sin haberse dado cuenta de lo que hizo anteriormente.

Tom aun hipnotizado asintió con la cabeza.

–Los muggles sacaron una nueva pelicula de terror, ¿Me quieres acompañar al cinema a verla?

—¿Por qué no mejor al cine?.-pregunto extrañado.

–Es que me gusta tu coche.-dijo con voz de niña chiqquita.

—¿Y yo?.

–Tu me traes loquita Marvolo

—Odio mi nombre, pero amo como suena en esa boquita tuya.

–Entonces,¿Si vamos?.

—Esta bien, vamos a bañarnos y vamos.

–No tan rapido velocista. Yo me baño primero y despues tu.

—Uno queriendo ahorrar agua y tu que no ayudas.

–Si todo va de acuerdo al plan la mitad de la poblacion no estará y no tendras que ahorrar agua cariño.

—Me gusta como suena eso.

–¿Qué, lo del agua?.

—No estupida. El Cariño, no se, senti bonito. -hablo tiernamente pero se recompuso rapidamente.

–Eres un jodido dios griego. -Hablo luego de estar mirandolo como niño a pecesito en pecera.

—Ve a bañarte ridícula.

Cassiopeia le dió un golpe en la nuca y se fue corriendo a la ducha mientras se reía.

Luego de media hora en que los dos se bañaron en diferentes baños y luego se cambiaron den diferentes cuartos estaban listos par irse.

Tom tenia se vistió completamente de negro, camisa medio transparente unos jeans negros, una chaqueta del mismo color y unas botas de cuero. Se puo varios anillos conbinandolos con su cinturón.

Mientras que Cassie se vistio completamente de blanco. Una falda blanca y un top del mismo color unos botines blancos y un cinturon bonito con una B de black a un lado. Se dejo el pelo suelto y dejo relucir su naturalidad poniendo solo un lip gloss en sus labios.

Ambos se fueron en el coche de Tom hasta el cinema. Se bajaron del coche para comprar palomitas y refrescos.

Estando en la fila varias personas los volteaban a ver pensaron que era porque los magos visten muy diferente a los muggles, pero en esta ocasión no estaban vestidos muy diferente a los demás.
Al llegar a la caja estaba atendiendo un chico que no dejaba de ver a Cassie. Ella no lo había notado, pero Tom si, luego de unas cuantas insinuaciones pudieron tomar su pedido. Cassiopeia ni siquiera habia volteado a ver al muchacho, estaba muy ocupada viendo a unos perritos callejeros que jugaban con una botella de plastico.

Cuando les entregaron la comida se fueron al coche otra vez.

—¿Qué buscas?. -preguntó Tom a Cass al verla buscar en su cartera.

–Siempre llevo una bolsita de comida por si me encuentro un perrito. - Respondió como si fuera obvio. -Al encontró lo que buscaba se bajó del coche y fue con los perritos antes mencionados.

Tom veía atentamente a Cassi. Esta podria tener cierto despresio por los humanos. Pero los perritos sin duda eran su debilidad.

HIGH ENOUGH ☆ Tom Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora