VII

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—¿Que pasa Cass? -preguntó el una vez que ya estaban solos.

—Walburga mandó una carta.
Regulus tenemos que tener cuidado, esa mujer está enferma. Esta en un ejército para matar a los sangre sucias junto con Riddle. -habló preocupada mientras su hermano la veía como si estuviera loca.

—¿Por que te preocupa? —Preguntó viéndola detenidamente.

—Cuando estaba con Bella me dijo que Walburga planea unirnos. Regulus... ahora más que nunca tenemos que seguir con el plan.

—¿Hasta cuando?.... -preguntó algo enojado para luego cambiar su tono de voz a uno más suave.-Cassiopeia no puedo seguir peleando contigo, incluso si es de mentira.

—Lo se Reg, y se que es difícil, y más teniendo que aguantar que Sirius este aquí como si se hubiese ido de vacaciones. Pero prefiero insultarte a que nos obliguen a hacer algo en contra de nuestra voluntad solo por el echo de que nos extorcionen con herir al otro, o peor, que te maten o me maten a mi solo por que nos hacemos "débiles".
Ya te lo prometí y no pienso romper mi promesa. No te dejare solo.

Me agrada más Cass que Skylar, ella es una perra.

—Lo que digas Arcturus.-Sijo con sarcasmo mientras rodaba los ojos

Ambos rieron y después de eso se fuero de ahí antes de que alguien la viera.

Cassiopeia siempre fue la niña buena de Hogwarts, a pesar de estar en Slytherin se la pasaba en la mesa de Gryffindor o Hufflepuff con sus amigos y su mellizo. Este año eso cambió completamente y todos lo notaron. Aún más el echo de que el galán de Gryffindor había pasado de ser risas a amargura. Ahora la mayoría de Hogwarts odiaban a la nueva Cassiopeia, «Como es posible que le tenga indiferencia a la infelicidad de sus hermanos» o «Desde que volvieron sus hermanos están tristes todo el tiempo» todos en la casa sentían que tenían el derecho a humillarla pero todo cambió cuando unas Slytherin intentaron intimidarla. Queda mas que claro que no lo consiguieron.

Sus mejores amigos son dos sangre puras que desde el principio estuvieron con ella, son los únicos que saben lo que pasó esa noche antes de que todo se desmoronara.
Uno de ellos es un Gryffindor y el otro un Slytherin. Se hicieron amigos el primer día de Hogwarts, eran los tres mosqueteros, las mesas de ambas casas ya estaban acostumbrados a verlos juntos en el comedor o incluso en las salas comunes. A decir verdad Cygnus es muy serpiente para ser un leon, y eso no pasó desapercibido entre la casa esmeralda haciendo que lo aceptaran rápido.

—Ya te dije que Lucius se hecha mayonesa en el cabello. -Comentó Alec mientras comían el la mesa de Gryffindor.

—¿Crees que por eso este blanco?—Preguntaba Cygnus quien estaba al frente de ellos.

—No, eso es por el tinte que usa.-Dijo como si fuera algo obvio.

—No lo creo Alec, nunca le he visto la raíz obscura.-empezaron a tener un debate.

—Yo tampoco, pero si fuera natural no tendría las cejas obscuras idiota.

—¿Tu crees que los de ahí abajo los tenga blancos? -luego de un segundo en silencio mientras lo pensaban, Ambos soltaron una estrepitosa carcajada haciendo que Cass saliera de su trance.

—¿De que se ríen?-Preguntó recargando su cabeza en el hombro de Alec.

—De los pelos de Lucius, ¿tú crees que los tenga blancos también? -preguntó Cygnus aun riendo mientras señalaba su pantalón.

—contestó luego de soltar una risita.—No lo se. Deberían preguntarle a su mascota rubia.

—Hey, ¿No vas a comer?.

—¿Hm?... oh eeh... si, ¿me pasas la sal?-le preguntó a él que estaba al lado de él sin darse cuenta de quien era.

—Si... -Sirius agarró la sal y se la pasó.

—Gracias, me pasas tambien la... -No terminó pues ya tenía la salsa de tomate en frente.
—Gracias... Orion.

Agarró la bandeja de papas fritas y el pollo, puso dos pechugas en su plato y lo llenó con papas fritas. Les hecho mucha sal y demasiada salsa haciendo que sus amigos le quitaran la salsa de las manos.

-Hey!—Chilló con voz de niña chiquita que lejos de ser fastidiosa sonaba tierna- Aun no acababa. -Se quejó con la misma voz, ganándose las miradas de los Gryffindors.

—Te vas a enfermas si sigues comiendo así.

—Y también te vas a poner gorda y no tienes vas a casar.-Narcisa se metió a la conversación mientras pasaba por el pasillo que divide la mesa Gryffindor de la Slytherin.

—¿Yo me quiero casar? -le preguntó desorientada a Cygnus y este negó con la cabeza extrañando de su comportamiento. Esta volvió su mirada al plato y luego a ella, luego al plato y luego a paso su mirada por los chicos a su alrededor y la volvió al plato con una sonrisa de lado.- No, mi pollo se ve mejor que los chicos de aquí, al diablo los hombres, yo quiero comer.

Empezó a comer como si de una Weasley se tratase -Solo que con clase- todo Gryffindor la veía pero está estaba desorientada así que no se dio cuenta.

—Oye Cyg, ¿me pasas la..

—No, ya tienes mucha.

—Agh, por eso Alec me cae mejor. -dijo con voz de niña otra vez.

—Sky. -La llamó Alec, ella volteó indicándole que siguiera.
—¿Te sientes bien?, ¿estás en tus días? -Susurró lo último haciendo que esta se riera.

—Estoy bien cariño, voy a caminar un rato y luego voy a dormir, los amo. -Se levantó de la mesa pero antes de irse vio a Sirius quien la miraba atentamente.  —Te extrañe Orion.

Este se quedó alucinado junto a sus amigos que estaban igual o peor que el, estos se levantaron y se fueron corriendo atrás de ella.

HIGH ENOUGH ☆ Tom Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora