—Bien, Tara Johnson—sentí mi estómago dar un vuelco al oír como decía mi nombre. Me levanté y caminé hasta la silla frente a su escritorio, quedando a poca distancia de él.Miré a mis espaldas durante un segundo, viendo a todos distraídos —o bien hablando, o bien aprovechando para hacer cosas de otras asignaturas—, menos a Gala, que me miraba tratando de reconfortarme.
—¿Nerviosa?—me giré de nuevo y le miré, pasar páginas y páginas hasta llegar al que sería mi expediente.
—No—mentí. Estaba jodida, no sabía decir nada.
—Vamos a empezar entonces, ¿vale? Nadie está pendiente—¿trataba de calmarme? No estaba funcionando.
No estaba funcionando porque el problema no eran los demás, era él.
Mis pensamientos desde ayer están confusos, mezclados.
—Bien—dije por lo bajo, clavando la mirada en mis manos sobre los muslos, inquietas.
—Hallo, wie geht's? (Hola, ¿cómo estás?)
—Mir geht es gut, danke. (Estoy bien, gracias)—respondí con seguridad. Podía recordar a Gala en los bancos de la universidad tratando de enseñarme esto, que era lo básico.
Alzó ambas cejas, parecía sorprendido con mi respuesta. Seguramente creía que no sería capaz de responder nada. ¡Se equivocaba! Aunque.., esto era lo único que podía decir.
Comenzó a hacer más preguntas más específicas y entendía palabras sueltas. Haus era casa.., Sprechen era el verbo hablar.., pero no podía responder. Me quedé callada, completamente en silencio. Mis ojos estaban en los suyos, deseando que esta tortura acabase ya.
Tras varios segundos en silencio, comprendió que no podía responderle o entenderle. Suspiró y se inclinó sobre el escritorio, entrelazando sus dedos.
—¿Es todo, señorita Johnson?—asentí lentamente, frustrada—No está mal para alguien que me ignora de principio a fin de la clase.
En cualquier otra ocasión le habría contestado, por supuesto.., pero no esta vez.
—Espero que entienda que tiene un dos—chasqueé la lengua, echándome hacia atrás en el respaldo de la silla—Pero podría mejorar si atendiese a mis lecciones.
No lo haré, pero gracias.
Hice el amago de levantarme, inclinando mi cuerpo hacia adelante y ofreciendo una vista —completamente accidental— de mi escote. Si no fuese porque le estaba mirando a los ojos aún, no me habría dado cuenta de que sus ojos estaban en otro sitio.., mi escote.
Le pillé.
—Chelsea Marlowe—dijo tras carraspear la garganta.
Me alejé de su mesa y me acerqué a la mía, sentándome junto a Gala.
El dos que había sacado me importaba una mierda porque ahora todo en lo que podía pensar era lo que acababa de pasar. ¿De verdad me había mirado las tetas? Sí, estaba segura.
—Eso ha sido rápido—dijo Greg sentado en la fila de detrás—¿Qué te ha puesto?
—Un dos.
De nuevo, no me importaba. Ahora solo podía mirarle hablar con Chelsea. La rubia le contestaba sin problema y hasta podía notar como su lenguaje corporal con el profesor cambiaba. Sonreía más, jugaba con su pelo.., en fin, creo que no soy la única con una misión.
—Joder, lo siento—me gire para mirar a Greg y me encogí de hombros, indiferente—¿Y dices que en la comida esa del otro día no le dijo a tu madre lo mal que ibas?
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PROFESSOR KAULITZ
Fanfiction-Eres tan solo mi alumna. Joder, Tara-maldijo Tom por lo bajo, abrazando mis caderas sobre su cuerpo. -¿Es eso lo que te repites por las noches para auto convencerte?-me burlé, acercándome peligrosamente a su cuello. Tara Johnson y Tom Kaulitz, pr...