Un Beso Tuyo (Spreen x tú)

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Estaba saliendo de la universidad con Ashly y Diego hasta que a lo lejos vi a Tomi.

—Chicos, no podré acompañarlos hoy.— avisé.— Ahí está mi primo.

—No te preocupes, yo llevo a Ashly a su casa.— dijo Diego y asentí con una sonrisa.

Me dirigí hacia Tomi y él me abrazó.

—Te extrañé, boluda.— saludó.

—Yo igual, ¿a qué hora llegaste?

—En la mañana, estaba cansado y me puse a dormir.— contó.

Me acompañó hasta la tienda y al terminar mi turno, Tomi también vino a recogerme.

—Contame de tu vida.— pidió de la nada.

—Hablás como si no nos hubiésemos visto hace un año.— reí.

—Y bueno, me enteré por ahí de que andás saliendo con Iván.— comentó.

—Sí, a veces salimos seguido pero como amigos obviamente, ¿quién te contó eso?— cuestioné.

—Un pajarito.— respondió sarcástico.

—Bueno, decile a ese pajarito que si me entero quien es lo cagaré a palos.— exclamé y él rió.

—Carre me dijo que también estarás en el stream.— habló y asentí.— Es mañana, ya que no tenés nada que hacer. Por cierto, Carre me invitó a su casa, ¿vamos?— propuso y asentí.

Pedimos un taxi y nos dirigimos a la casa de Rodri. Mientras estábamos en el taxi me tomé una foto y la subí a mis historias de Instagram, el camino fue algo largo pero llegamos.

—Hola, enana.— me saludó y luego saludó a Tomi.

—Habló el más alto.— me burlé.

—El alto está por allá.— dijo y pude ver a Iván.— Vayan a saludarlo.

Me distraje con Barry que se acercó a nosotros, me agaché y lo empecé a acariciar.

Saludé a Iván y me senté al lado de mi primo.

—Veremos una película, pero nos faltan algunas cosas, ¿quién quiere acompañarme a comprar?— habló Carre.

—Yo.— se ofreció Tomi.

Ambos dijeron que no se demorarían mucho, ellos se fueron y en la sala solo quedábamos el alto y yo.

—¿Qué tal tu día?— rompí el silencio incomodo.

—Ahí, ¿vos?— contestó cortante.

—Cansada, pero bien.— dije de igual manera.

De nuevo nos quedamos en silencio.

—¿Estás molesta? Ayer me ignoraste todo el día y pensé que hice algo mal.— habló.

—No, no hiciste nada malo.— aclaré.— Yo estaba de mal humor y ya.

—Pues no parece, creí que....

—¿Por qué me mentiste?— interrumpí.— ¿No podés ser sincero?

—¿Mentirte?— cuestionó confundido.

—Sí, me dijiste que no te gustaba que mi amiga te escribiera pero ella me mostró su conversación y parecía todo lo contrario a lo que vos me contaste.— expliqué.

—Es que boluda, si me molesta que esa mina me hablé.— siguió mintiendo.

—¿Por qué no sos sincero? Si te molestara no se hablarían con cariño, ni mucho menos le dirías "te quiero".

—Se lo dije por cortesía, ¿no entendés eso?— preguntó frustrado.

—Claro, mejor dejemos de lado este tema, al final no soy quien para reclamarte nada, solo te pido que en otra ocasión seas sincero conmigo y así evitar cualquier problema.— pedí.

Ivan ya no dijo nada, me puse a ver el celular, sentí que se sentó a mi lado y me quitó el celular.

—Me lo devolvés, por favor.— dije sin mirarlo.

—¿Podés escucharme?— insistió.

—Lo estoy haciendo.— aclaré y suspiró.

—Yo te puedo explicar porque le dije te quiero y porque le hablo de forma cariñosa.— exclamó y yo le quité el celular.

Escuchamos que se abría la puerta, eran los chicos.

—¿Qué estaban haciendo?— preguntó Tomi con una ceja alzada.

—¿Pasó algo?— ahora preguntó Rodrigo y nosotros negamos.

Yo me paré para ayudar a los chicos con las compras, sin duda no sería una muy buena noche.