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Diego había llegado bien a su casa, ya era de noche y estaba por prepararme mi cena hasta que Iván me escribió.

¿Qué onda?

Estoy comprando cosas,
¿querés qué pasé por tu
casa y te lleve algo?

No le respondí, estaba un poco enojada porque no fue sincero conmigo, no debió fingir que no le gustaba que Ashly le escribiera.

Mi celular empezó a vibrar y era Iván que me estaba llamando, no respondí, no quería ser dramática así que le escribí.

                 No, gracias, no necesito nada,
                 estoy ocupada.

Dejé el celular por ahí, el celular volvió a vibrar, pensé que era él de nuevo pero era Tomi.

—Hola, Tomi.— saludé.

—Hola, ¿qué andás haciendo?— preguntó.

—Estoy por cenar.— conté.— ¿Pasó algo?

—Bueno, te llamaba para avisarte que mañana estaré por ahí, necesito hablar con vos sobre algunas cosas.— explicó.

—Dale, entonces te espero, descansa.— me despedí y él hizo lo mismo.

Corté la llamada, pero me quedé con la intriga, terminé de comer y me fui a dormir.

Al día siguiente, estaba en la universidad hablando con Diego, era obvio que se encontraba desanimado pero él intentaba ocultarlo.

Llegó Ashly y se sentó junto a nosotros, la saludé como normalmente hacía, después de todo no quería estar mal con ella.

El día de hoy en la universidad todo fue normal, en la salida, Diego se fue y Ashly me acompañó hasta la tienda.

—¿Hablaste con Iván?— cuestionó.

—Solo por un día, necesito que en nuestra conversación no esté Iván.— pedí cansada.

—Solo estaba preguntando, porque quería pedirte un favor.

—Si querés que te ayude con él, lo hago, pero cambiemos de tema.— dije.

—Gracias, pero no va a ser necesario cambiar de tema, yo aquí me voy.— me abrazó y se fue.

Entré a la tienda y saludé a mi compañera, Sara.

—Estás con una cara, boluda.— habló.

—Hola, Sara.— le di un beso en la mejilla.

—¿Mal día?— preguntó preocupada.

—Algo así, estoy cansada.— respondí.

—Eso es lo que yo haré ahora, descansar.— dijo.— Cuídate, nos vemos.— ambas nos despedimos.

Sentía que las horas habían pasado muy lentas, esto de laburar es cansado, pero necesario.

Salí, supuse que Tomi llegaría en la madrugada o más tarde, llegué a mi depa, estaba por dormir hasta que vi que Rodri me escribió.

Hola, sé que Robleis está en
camino a Buenos Aires.

Cuando venga, en uno de esos
días haremos un stream, ¿querés unirte?

                                          Contá conmigo.

Luego de enviar ese mensaje, dejé mi celular a un lado y me dormí al instante.

Un Beso Tuyo (Spreen x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora