Un Beso Tuyo (Spreen x tú)

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Estaba en el receso de la universidad con Ashly y Diego.

—Tenés que mostrarnos tu nuevo depa.— pidió Ashly.— Por fin después de meses ya lo tienes.

—Se los quiero mostrar pero primero tengo que acomodar todo para que se vea presentable.— dije.

—Nosotros te ayudamos.— ofreció Diego y acepté.

—¿Tu departamento no viene amueblado?— preguntó Ashly.

—Sí, pero quiero cambiar de posición algunas cosas.— contesté.

Cuando salimos de la universidad, mis amigos me acompañaron a la casa de Tomi para recoger mis cosas.

Mi primo nos llevó al depa, estuvimos conversando un toque y después empezamos a mover algunas cosas, no tardamos mucho.

Pasó una hora y mis mejores amigos se fueron a almorzar.

—Pensé que nunca se iban a ir, boluda.— se quejó Tomi.

—Ya dime, ¿qué querés? Para que te hayas quedado a convivir con mis amigos es porque necesitas algo.— hablé obvia.

—Solo quería invitarte a una salida con mis amigos, mañana en la tarde iré a Andorra.— contó.

—¿Los que van a ir son Rodrigo e Iván, no?— cuestioné y él asintió.— Me arreglo un poco y vamos.

Cuando ya estaba lista nos dirigimos hacia un McDonald's. En el transcurso vi que Iván me había mandado un mensaje en la mañana.

Hola :), ¿cómo andás?

Iba a responderle pero ya estábamos por llegar, cuando lo vea le pediré disculpas.

Ya estábamos en el McDonald's y por ahora solo había llegado Rodrigo.

—Hola, ¿qué tal?— saludó.

—Bien, ¿vos?— respondí.

—Mal, porque llevo media hora esperándolos.— Tomi y yo nos reímos.

Seguimos conversando, mientras esperábamos a Iván pedimos la orden.

—Al fin llegás.— se quejó Rodrigo.

Volteé a ver y ahí estaba él, con cara de tener sueño.

Pasaron los minutos, nuestra orden llegó y nosotros empezamos a comer.

Al terminar, salimos y estábamos caminando tranquilos hasta que Tomi y Rodrigo se entretenían en una tienda de juguetes para niños.

—Si parecen niños.— dije e Iván rió.—Por cierto, quería pedirte disculpas por no responder tu mensaje, estuve ocupada y no había revisado el celular.

—Lo suponía, no te preocupes, todo bien.— sonrió.

Luego, llegamos a un parque donde no había nadie pero habían jueguitos.

—Hay que jugar, aprovechemos que no hay nadie.— pidió Rodrigo.

Los 4 corrimos hacia los jueguitos, Tomi y Rodrigo se subieron a un sube y baja, Iván y yo nos fuimos a los columpios. Después, nos llamó la atención el tobogán.

—¿Nos subimos?— preguntó mi primo.

—Es muy chiquito.— agregó Iván.

—Bueno, Rodrigo si se puede subir, el es enano.— el bajo me miró mal.

—Como si vos fueras alta.— ahora yo lo miré mal.— Podés llamarme Rodri o Carre ya que ya agarramos confianza.

Luego de eso Tomi y él se subieron al tobogán.

Saqué mi celular para grabar, primero bajo Rodrigo, luego Tomi, era turno de Iván, llegó más rápido porque era más alto.

—Es tu turno.— gritó Tomi.— ¡Vení!

—Yo grabo.— dijo Iván y le di mi celular.

Fui corriendo al tobogán, me deslicé y nosotros no parábamos de reírnos.

Iván me entregó mi celular, nos cansamos y nos sentamos, Tomi tomó una foto de los 4 y la subió a su historia.

Luego de mucha diversión, era hora de irnos, Tomi quiso acompañarme pero le dije que quería caminar un poco.

Me despedí de él y de Rodri, ellos se fueron juntos, yo había visto varios clips de ambos y me daba ganas de shipearlos.

—Yo también quiero caminar un poco, ¿querés que te acompañe?— Iván me sacó de mis pensamientos.

—Sí.— respondí con una sonrisa.

—¿A qué te dedicas vos?— habló para sacar tema de conversación.

—Yo estudió psicología y trabajo en una tienda, como cajera.— comenté.

—Piola, ¿y hoy trabajaste?

—No, pedí un día libre porque tenía que terminar algunas cosas en mi depa, la próxima semana no tendré descanso. ¿Estudias algo?

—Estudiaba diseño industrial, ¿podés creer que dejé de estudiar por ser streamer?— exclamó sarcástico.

—Si a vos te gustaba y te sentías feliz haciendo eso, creo que está bien.— respondí.

Y así seguimos conociéndonos más, él me acompañó hasta a mi depa y le agradecí por eso.

—No te preocupes, igual vivo como a 25 minutos de aquí, así que podré venir a molestarte.— ambos reímos.

—Buenas noches.— me despedí.

—Buenas noches, descansa.— repitió.

Entre a mi depa y por alguna extraña razón me sentí feliz, supongo que es porque la pasé muy bien esta noche.