Un Beso Tuyo (Spreen x tú)

³²

Pasaron dos días de la pelea y yo estaba peor cada vez. Primero las personas que grabaron enviaron el vídeo a toda la universidad, por suerte a ninguno se le había ocurrido publicarlo en redes.

Segundo, los padres de Ashly quieren ponerme una denuncia por agresión, se comunicaron con Tomi y ahora él estaba en camino a Argentina, por último no quiero laburar.

Tuve suerte, hoy en el trabajo todo fue tranquilo, regresé a mi depa y a lo lejos vi a alguien parado en mi puerta, mientras me acercaba lo reconocí.

—Hola.— saludó.— ¿Podemos hablar?— preguntó.

—Hola Rodri, pasa.— dije mientras abría la puerta de mi depa.

—Robleis quería que venga a verte.— comentó.— Lo tenés re preocupado por lo que pasó.— exclamó.

—¿Ya te contó?— cuestioné.— Es un chismoso.

—Sí, cree que vos no le tenés confianza, dice que no le querés contar la verdad.— habló.

—¿Qué verdad?— pregunté confundida y él alzó los hombros.

—Me pidió ese favor, aparte también quería ver como estabas, Iván me contó algunas cosas por ahí.— respondió.

—¿Recuerdas cuando hice galletas?— cuestioné y asintió.— ¿Querés preparar las galletas conmigo?

—Que buen motivo para cambiar de tema.— se quejó y reí.— No me puedo negar, esa vez estaban buenardas.

Fuimos a la cocina, limpié un poco y saqué todos los ingredientes.

—¿Qué hay que hacer primero?

—¿En serio no sabés hacer galletas?— me burlé.— Es lo más fácil del mundo.

—Boluda, solo sé freír un huevo.— dijo y reímos.

Le indiqué todos los ingredientes que tenía que mezclar primero, que era la mantequilla, azúcar, luego un huevo y vainilla. Ahora integramos todos los ingredientes secos.

Las risas no faltaban mientras preparábamos todo. Luego de tener la masa, le pusimos las chispas de chocolate y al final hicimos las bolitas.

—¿Qué hacemos ahora?— preguntó.

—Tenemos que dejarlo unos minutos en la refrigeradora.— contesté.

Pasaron los minutos y lo pusimos en el horno.

—Que aburrido es esperar, ya quiero comer.— dijo y reí.— ¿Sabés que podemos hacer para no estar aburridos?

—¿Qué?

—Esto.— contestó y agarró la harina que estaba en la mesa.

Me empezó a tirar la harina y yo hice lo mismo, era raro pero esto me recordaba a Iván cuando preparamos los alfajores, él hizo exactamente lo mismo.

Cuando estuvieron las galletas, dejamos de jugar y nos limpiamos.

—Sos un pelotudo, ahora me voy a tener que bañar.— reclamé.

—Dame las gracias, hace semanas que no te bañas.— se burló.

Rodri grabó una historia donde salíamos llenos de harina y también enseñaba como quedaron las galletas.

—¿Me lo mostrás?— pedí.

—¿Seguimos hablando del vídeo, no?— preguntó de broma y lo miré mal.

Fuimos a ver televisión mientras comíamos las galletas, estábamos tranquilos hasta que él habló.

—¿Ahora sí me vas a contar todo lo que pasó? No quiero sonar chismoso, pero me preocupa Iván y me preocupas vos.— dijo y suspiré.

Apagué la televisión y empecé a contarle todo lo que sucedió en estos días.

—¿Vos sabías desde el inicio que estaba con Ashly?— murmuré y asintió.

—Sé muchas cosas pero no me corresponde contarlo, Iván tiene que hacerlo a veces mi amigo es un boludo.— comentó.

—¿A veces o siempre? Yo no buscó solucionar nada, su novia está haciendo tremendo quilombo por nada, ¿podés creer que me quiere denunciar?— conté.

—No sé porqué estudia psicología cuando ella lo necesita.— habló sarcásticamente.

Seguimos conversando sobre el tema hasta que se hizo tarde y tenía que irse. Le agradecí por pasar el tiempo conmigo, por un momento eso me ayudó a distraerme de todo esto.