Un Beso Tuyo (Spreen x tú)

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Estaba en la casa de Tomi, esperaba mientras él se alistaba para ir a la casa de Ashly para "solucionar todo".

Cuando ya estaba listo, pedimos el taxi, yo solo esperaba que todo salga bien porque quería estar tranquila.

—Contame todo lo que pasó, necesito tu versión para poder conversar con los padres de esa mina.— pidió cuando nos subimos al taxi.

—Ashly se acercó a mí y a Diego, comenzó a molestarnos, para evitar este tipo de problemas nos íbamos a ir pero Ashly seguía provocándonos, le dije un par de cosas, me tiró una cachetada y pasó todo lo demás.— resumí.

Saqué mi celular y le enseñé el vídeo de la pelea.

—La cagaste a piñas, boluda.— dijo.— Me siento orgulloso.

—Yo no, por su culpa perdí días de clase en la universidad, ¿qué les dirás a sus viejos?— cuestioné.

—No tengo idea, solo espero que no sean igual de locos que su hija.— bromeó.

Pasaron varios minutos y llegamos a nuestro destino, me encontraba un poco nerviosa.

Tocamos la puerta y nos recibió una persona que no quería ver. Ashly me lanzó una mala mirada y nos hizo pasar.

No sentamos donde estaban sus padres que también nos miraban mal.

—Buenas tardes.— saludó Tomi y ellos le devolvieron el saludo.

—Si quieren que esto termine lo único que tiene que hacer tu prima es pedirle disculpas a mi hija, no pedimos más.— habló la señora.

—¿Por qué yo debería pedir disculpas?— interrumpí.

—Porque vos comenzaste todo.— contestó Ashly.

—Hasta donde yo tengo entendido, vos comenzaste todo.— mi primo señaló a Ashly.— Vos le tiraste una cachetada a ella por nada.

—¿Por nada?— intervino su papá.— ____ la molestó primero, a mi hija nadie la molesta.

Me lo imaginaba, Ashly es niñita de papá.

—Bueno señor, al parecer su hijita solo cuenta lo que le conviene, ¿no podemos arreglar esto e irnos?— dije cansada.

—¿Tenés miedo otra vez?— cuestionó Ashly.— Como siempre querés escapar de tus problemas.— se burló.

—¿Querés pelear de nuevo?— hablé y se quedó callada.

—Lo único que queremos es que no pongan ninguna denuncia.— pidió Tomi.

—Ella agredió a mi hija.— respondió su mamá.

—Su hija también me agredió a mí.— recordé.— Aquí las dos somos culpables.

—Olvidémonos de todo esto, ellas estarán cada una por su lado y se acabó, ¿dale?— Tomi siguió insistiendo.— Recuerden que hay varios testigos que saben que Ashly comenzó todo.

Después de una larga conversación donde hubieron diferentes puntos de vista, se llegó a un acuerdo. Ellos no pondrían la denuncia y yo no me acercaría a Ashly, de todas formas no tenía ganas de hacerlo.

Estábamos saliendo de la casa y noté que alguien que no quería ver se estaba acercando a ver a su noviecita.

—Hola.— Tomi saludó a Iván.

—¿Qué onda, pa?— devolvió el saludo.

Yo me puse a un costado, mientras ellos hablaban, intentaba no mirarlo pero era imposible.

—¿Nos vamos?— mi primo se dirigió a mí.

—¿Qué? Ah, sí, vámonos.— respondí.

—Espera, ¿podés hablar un momento?— ahora Iván se dirigió a mí.— Será rápido.

—Estamos afuera de la casa de tu novia, no creo que le agrade la idea de que nos quedemos hablando.— comenté.

—Yo te espero por allá, adiós.— dijo Tomi para escapar del momento incómodo.

—Me enteré de la pelea que tuviste con ella.— contó.— Realmente no me lo esperaba.

—Sí, ya me imagino, seguramente Ashly te dijo que yo inicié todo y que ella es la víctima, no me sorprendería que le hayas creído.— respondí.

—Obviamente que me contó eso, pero yo sé como sos vos, y sé que no sos así.

—No te hagas la buena persona conmigo.— pedí y suspiró.

—Aunque no lo creas, realmente me importa tu bienestar, no soportaría saber que vos la estás pasando mal.— murmuró.

—¿Te importa mi bienestar? Si de verdad te importara nunca hubieses acabado con nuestra amistad por una chica, ¿te pusiste a pensar en cómo eso me hizo sentir?— pregunté.

—¿Y vos te ponés a pensar en cómo esto también me afecta a mí? Ponete en mi lugar por un momento, es lo único que te pido, boluda.— reclamó.

—¿Ahora vos sos el afectado?— pregunté sarcástica.— ¿Sabés como me la he pasado estos días? Todo el lío con tu novia, el problema que tuvimos, ¿y acaso te importó?

—No sabés lo que decís.— aseguró.— No sé que más hacer para que te des cuenta que si me preocupo por vos.

—No lo hacés, vos no tenés idea de lo mal que me sentí y me siento al saber que nunca tendremos la misma amistad de antes, tu decisión me dolió, no pensaste en mis sentimientos, así que no volvás a decir que te importo.— hablé y mi voz se cortó.— Si no vas a decir nada más, adiós.

Me dirigí a donde estaba Tomi con su celular, lo jalé para caminar rápido y cuando estábamos lo suficientemente lejos, lo abracé y comencé a llorar. No decía nada, pero sabía que contaba con él.