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Al salir del trabajo, Tomi pasó por mí para ir juntos al depa de Rodri. Yo ya había llevado la ropa que usaría en mi mochila.

—Que cara que tenés, ¿pasó algo o solo estás cansada?— preguntó.

—Ambos.— respondí.— Luego te cuento.

—Siempre me decís eso y nunca lo haces.— se quejó.— Dale, falta bastante para llegar al depa de Rodri.

—Bien, supongo que mientras me maquillo te diré todo.— avisé.

Comencé a contarle absolutamente todo, cada detalle para que él pudiera entender la situación.

—Vos me estás cargando.— habló sorprendido.— ¿La relación de Iván y esa pelotuda siempre fue mentira? Entonces siempre te prefirió a ti y ahora vos estás con él.

—Estamos viendo que va a suceder.— corregí.— Y ahora con todo lo de Diego me siento peor.

—Ese pibe es otro pelotudo, ya veo el momento en el que me contes que regresó arrepentido, ¿lo perdonarías si regresa?

Yo volví a hablar con Iván después de que se alejara de mí por Ashly, aunque pensándolo bien, ¿por qué él se alejó de mí si nunca estuvo con ella? ¿También fue parte del plan? Era una duda que empezaba a surgir en mi cabeza, tal vez en alguna ocasión se lo preguntaría.

—¿Qué regalo compraste por mí? ¿Y cuánto te debo?— cambié de tema.

Tomi le compró una campera muy del estilo de Rodri, le devolví el dinero a mi primo y a los pocos minutos llegamos al depa del cumpleañero.

—Feliz cumpleaños.— saludé emocionada.

—Gracias, enana.— se burló.

—Habló el más alto.— respondí y me vió mal.

Tomi también lo saludó y los tres entramos, pude ver a varias personas ahí, Rodri me los fue presentando y todos se veían buena onda.

Yo estaba concentrada en mi celular hasta que siento que algo pasa por mis piernas, era Barry.

—Hola, Barry.— dije con voz tierna.— Hace mucho tiempo que no te veo.

A los únicos que les podía hablar así, era a los animales.

—Dejá a mi hijo que lo asustas.— bromeó Carre.

—Barry, ¿qué se siente tener un mal dueño?— pregunté, el cumpleañero me miró mal y yo reí.

Yo ya estaba comenzando a tomar, solo iba a tomar poco porque mañana tenía clases. Pasaron los minutos y vi a Tomi recibir a Iván ya que Carre había ido a la cocina.

Iván buscaba a alguien con la mirada, cuando hicimos contacto visual él me dio la sonrisa más linda que había visto, luego se dirigió hacia mí.

—Hola.— dijo.— ¿Estás tomando?— cuestionó alzando una ceja.

—Sí, pero solo poquito, no quiero tener resaca.— comenté.

—Voy a saludar a Carre y regreso.— avisó y asentí.

Mientras esperaba una chica muy linda se acercó a mí.

—Hola, ¿querés?— ofreció unos bocaditos y asentí.— Soy Giovanna, pero podés decirme Giovi.— se presentó.

—Mucho gusto, yo soy ____.

Ambas comenzamos a conversar por un buen tiempo, ella me cayó muy bien, nuestra conversación fue interrumpida porque uno de sus amigos la invitó a bailar.

—Por fin, estaba esperando a que termines de hablar con ella para poder acercarme, no quería interrumpir.— explicó Iván y yo sonreí.

—¡Que comience la fiesta!— gritaron Tomi y Rodri.

Todos se levantaron y empezaron a bailar y beber más.

—¿Vamos a bailar un poco?— alcé mi voz porque la música estaba muy fuerte.

—Yo no, yo bailando soy re duro.— comentó.

—Dale Iván, la vez que nos conocimos bailaste conmigo, hazlo otra vez, ¿sí?— pedí.

—Bueno, solo porque vos me lo pedís.— aclaró y sonreí.

Él no se equivocaba en decir que era tieso bailando, pero eso me divertía mucho. Disfrutaba cada momento que pasaba con mis amigos, especialmente con él.

Un Beso Tuyo (Spreen x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora