—Reinicio, Segunda parte.
Akífene vagaba por las calles de Francia, con sus descalzos pies y su vestido negro, su piel y cabello pálidos llamaban la atención, el pueblo la abucheaba y gritaba —¡Quemen a la bruja!—
—Son todos un fastidio.—Murmuró molesta, el pergamino desgastado en sus manos, las calles por las que caminaba, y la dirección que estaba tomando indicaba que el lugar a donde iba, era una vieja cabaña en el campo. el pasto rozaba sus pies, la brisa balanceaba su blanco cabello, ocultando su rostro arrepentido. tocó la puerta y nadie respondió, Akífene esperó con paciencia, hasta que por fin abrió, resonando un leve chirrido, sus ojos pálidos se fijaron en los de su adverso, El general principal de París, cuando el habló, Akífene no movió ni un dedo.—Alice...
—Buenas Tardes, General.—Akífene ingresó en la casa, como si fuera suya, miró los alrededores, con nostalgia, las olas de su corazón se volvían mas furiosas con cada paso que daba, una lagrima recorrió su mejilla, inmediatamente la limpio, se giró de vuelta a ver al general, quien veía de reojo a Akífene, antes de reaccionar.—Alice... ¿que haces aquí?
—Quiero... Borrar lo que hice ¿como puedo hacerlo? Usted es un hechicero ¿cierto? intentó curarme... ayúdeme a remediar mi error... ayúdame a expiar mis pecados...
—Alice, no borres nada de lo que hiciste, te convertiste en una bruja poderosa...
—¡Pero le hice daño a esa joven, y no solo a ella! ¡¿Sabe como debía haber estado su familia!?
—Ella era feliz aquí, Alice, cuando los vi, ese chico... eh... y esa mujer ambos de cabello negro ¿cuales son sus nombres?
—Aqua, quien realmente su cabello es azul y... Meiko.—El general asintió, en su rostro se notaba la sabiduría de los años, Akífene estaba dudando ¿realmente debió haberlas dejado volver a su mundo?—Si, ellos... se preocupaban bastante por la chica de marrón, el de blanco, tenía una mirada gentil ¿ellos son tus amigos, Alice?
—Yo no tengo amigos.
—Haz que regresen... Akífene... La gran diosa Angélica debe ser exterminada, no importa cuantas veces debas matarla.
—¿Tu... lo sabes?
—Ella te eliminó del panorama ¿como no iba a saber de la desaparición de mi propia hija? Traer de vuelta a esas niñas... te dará gran ventaja en batalla, completa tu venganza, Alice.
—Creí que dirías un discurso tal como: No te vengues... vive feliz.
—Alice, no evadas el tema, cumple la profecía.—Mientras el general narraba dichas palabras con su voz sosegada, con rapidez arrebató de la mano de Akífene el pergamino, abrió el rollo de papel desgastado, dejando ver aquel dibujo que había en el, de forma extraña, los colores comenzaron a mezclarse al igual que las pinceladas, formando una nueva profecía, pasó de ser una masacre entre hermanos, a una Neverland próspera, guiada por una mujer de cabello castaño.
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Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.
FantasyUn día, Akina enciende su teléfono, solo para quedar inconsciente y despertar en una cueva extraña, con una mujer misteriosa. Una mujer cuya apariencia es fuera de lo común, al igual que su actitud, Debe acabar con el mal, pero ¿Cómo una simple much...