—Espejísmo.
—¡Oh, milagrosa diosa, por fin despiertas, pieza faltante!—Abrí los ojos, desperté en el mismo lugar que la primera vez que llegué a Neverland, pero a diferencia de la otra vez, aquí no había nadie, la voz de Akífene, estaba segura de haberla escuchado, no supe como resonó en mi cabeza tantas veces... ¿Meiko? al ver al los alrededores me percaté de su presencia, podía sentirla a través de mis venas, como si fuera una señal de vida, era algo nuevo para mi, el espejo al que tanto me miré ese día, estaba roto, hecho pedazos, alguien se acercaba, más y más, podía escuchar los pasos a lo lejos, sentir el aura de esa persona ¿que me pasaba? parecía que mis sentidos eran cada vez mas agudos, intenté concentrar energía mágica, no pude, ¿Dónde estaba Meiko y por qué la sentía tan cerca si no estaba conmigo?, cuando la habitación se iluminó, encontré dos figuras familiares, una era alta, con cabello blanco, y la otra de baja estatura con un cabello oscuro cual carbón, venían de la mano, pero tan pronto me acerqué, desaparecieron.—Ve a la cueva de Neverland y busca los collares ahí, por la santa diosa!—Me giré, no había nadie, Akífene no estaba invadiendo mi mente, y yo no sabía donde me estaba metiendo, Salí del lugar de inicio, todo esto me recordaba a un videojuego, misiones, voces distorsionadas, y reaparecer en el punto de regeneración al perder una vida, al encontrarme con el exterior, visualicé un mundo lleno de discordia y batalla ¿en que diablos me estoy metiendo? me dirigí lo mas rápido que pude a la cueva, no estaban los collares ¿Akífene? ¿Que estás planeando? sentí un choque de suerte, cuando rebusqué en mis bolsillos, el collar eléctrico que guardé en el mundo humano estaba ahí, me lo puse con rapidez, tenía miedo, pero no dudé ni un segundo en adentrarme al campo de batalla, mis ojos adoptaron un color Morado tan intenso que emitía una luz extraña, mi visión estaba mejorada, por alguna razón, sentía cada vez mas cerca a mis amigos, y a Alice.—¿tendré fuerzas? tal vez si uso la velocidad celestial... ¡Al diablo todo!—Concentré gran energía mágica en mis pies, y todo a mi alrededor parecía inmóvil mientras yo recorría a gran velocidad el bosque, cuando escuché un grito de ayuda, una voz aguda que casi estalla mi tímpano, me detuve.—¡Dan, no quiero morir, Tengo que conseguir casarme con alguien hermoso como tu!—Lyn... podía sentir su sufrimiento, su desespero, y cuando llegué a la escena, encontré a un Dan, Devastado viendo a su amada agonizar en sus brazos, al levantar la mirada, mi rostro lleno de tristeza no se escondió, intenté hacer algo, pero no podía tocarlos.
—Akina... Akina... ¿Creíste que tu brujita te ayudaría de verdad? ¿Creíste que estaría a salvo? ¡Mírala nada más!—Giré bruscamente, Angélica tenía a Akífene desplomada en el suelo, con la mirada perdida ¿que demonios pasa? me pregunté. me acerqué a ella... Akífene era poderosa, mas que cualquier Deidad, como pudo pasar esto?—Ves... Akina? Esto es lo que causa un pequeño desbalance en el universo, Caos ¿acaso te preguntas de quien es la culpa?—las comisuras de mis labios temblaban a la par de mis manos, no podía sentir su energía vital, no podía...—Tranquila, Cariño, puedo ver tu dolor, lo prometo... lo siento, lo saboreo, y disfruto tu sufrimiento.
—¿Por qué haces esto?
—SI TU HORRIBLE BRUJA...!—Se detuvo... pero pronto volvió a hablarme con soberbia.—De no haber sido por Alice... el mundo estaría en perfecto estado, Kiara viva, Terra Sana, Mi hermana, viva, yo sería la diosa, las escorias como los demonios blancos no existirían, su asquerosa paz basada en redención falsa estaría extinta.—De pronto me di cuenta de algo distinto en su rostro, estaba distorsionado, de pronto, todo a mi alrededor se volvió borroso
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Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.
FantasíaUn día, Akina enciende su teléfono, solo para quedar inconsciente y despertar en una cueva extraña, con una mujer misteriosa. Una mujer cuya apariencia es fuera de lo común, al igual que su actitud, Debe acabar con el mal, pero ¿Cómo una simple much...