Capitulo 28

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—Ojo por Ojo, Diente por Diente.

Había pasado una semana, aproximadamente desde que Sam despertó, Yo la estaba cuidando mientras Vannessa y Mathew conseguían piedras mágicas para ella... Sam estaba retomando su poder, y de pronto, dijo algo que me tomó por sorpresa.—Akina, Quiero Eliminar a Sarina.

—¿Qué? ¿Te volviste loca acaso?

—apenas recupere mi poder, podré con ella e incluso podría con dos de ella, no veo por qué demoré tanto.—Abrí los ojos aún mas, me sorprendía que hablara con tal odio hacia su familia, las comisuras de mis labios temblaban y no hablé por un momento, su expresión vacía me hacía sentir extraña, tenía una mano levantada, con una pequeña pulsera en ella, Sam frunció el ceño.

—¿Esta pulsera se supone que es una muestra de amor maternal? ¡Al diablo con el amor maternal!—La aventó con furia, para estar así de débil, tenía bastante fuerza, considerando que la pulsera salió por la ventana y golpeó a Eynette.

—¿Puedes decirme... por qué la odias tanto?

—Trataría mejor a una sirvienta que a mi, Si no fuera moralmente incorrecto ya me habría arrancado las alas y aventado al infierno rojo ¿que clase de madre es esa?—Ladeé la cabeza.

—¿Tu madre te trató bien en algún momento de tu vida?

—Si humillaciones constantes y maltrato físico es bueno, Sí.—Sam se levantó de golpe con la cara hecha una furia, tomó el peluche que Alan le regaló, y le arrancó la cabeza.

—¡Ey, no puedes romper eso!—Ella me miró, molesta.

—¡¿Y por qué no?! ¡Puedo hacer lo que quiera, y tu tendrías que obedecer lo que yo diga!

La tomé de los hombros, sacudiéndola con fuerza, Sam estaba abrumada, su Madre incluso llegó a encerrarla en el palacio y reprimió su poder mágico, Algo me decía que su madre no la odiaba, Su madre le temía al poder de su hija.—¡Reacciona o tendré que abofetearte!—Ella se tranquilizó, miró el peluche sin cabeza e intentó pegarla de nuevo, comenzó a llorar, y entre lagrimas pude ver que solo era una triste.... ¿Ángel demonio mágico incomprendida?—No se pega... no vuelve a estar unida... no es... no es justo, ¡no se pega!—Sam estaba desesperadamente uniendo a la fuerza la cabeza del peluche, como si de ello dependiera su vida.

—Akina, Aqua dice que... ¡¿Qué le pasó al peluche!? ¡¿Y por qué Sam está llorando, Akina?!

—Alan, no reclames por el peluche, vamos, son como hermanos, solo hay que coser.... ¡Sam!

La de cabello gris comenzó a armar un escándalo por aquél muñequito de tela, Alan y yo no sabíamos que hacer y nos estábamos volviendo locos, Samantha nos daba mucho miedo en ese momento, a pesar de que nos dolía verla llorar, no queríamos perder un brazo hoy ¿de acuerdo?

—¿Eh?—Sam giró la cabeza e inmediatamente hubo silencio, Mathew y Ness estaban en el marco de la puerta, con bolsas de tela en sus manos, Vannessa se acercó, tomó ambas partes del peluche, y secó las lagrimas de la joven chica—Puedo arreglarlo, ¿si? solo tengo que coser su cuello de vuelta en su cuerpo ¿te parece bien?—Mathew comenzó a interrogar a Alan, a lo cual el castaño respondía con un rotundo—¡Y yo que sé!—a todo lo que se le preguntaba, y realmente era cierto, el pobre llegó en medio del escándalo.

Algunos días después, Sam Recuperó su energía mágica completamente, y sin ser vista, se dirigió al castillo negro del infierno blanco.

[Infierno blanco, Samantha, Castillo negro]

Mi respiración estaba agitada, no estaba segura en hacer esto, mi hermano mayor siempre había dicho que la venganza era algo que solo hacían los malvados, y que debía mantener puro mi corazón, sin embargo ¿los demonios no nacen siendo viles escorias? No... Los demonios eligen convertirse en esas viles escorias, pero en este punto, donde ya cualquier cosa que haga puede ser juzgada por mi, cualquier cosa en este mundo, todo estaría bajo mi poder apenas ascendiera al trono, y la manera mas rápida de Ascender, era Eliminando a las personas que se tomaron el tiempo de tratar a la persona que elegiría su camino, como una vil escoria sin haber sido una como tal.

Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora