—El Resentimiento está en la sangre II: Muerte interna.
Año 1318 [Reino celestial, Angélica.]
Cabello rosa hasta la altura de la pantorrilla, un hermoso vestido blanco, piel suave y pálida, similar a la porcelana, con unos tacones pequeños, dando pasos elegantes en el limpio suelo de mármol, Era yo, Angélica, un par de Alas blancas adornaban mi delgada espalda, que solo era cubierta por mi rosado cabello, mis ojos verde cactus, llenos de vida a simple vista, pero con un vacío a causa del odio en su interior, me estaba preparando para mi próxima reunión celestial junto a los altos mandos que estaban bajo mi control, Me dirigí a mi habitación, aun quedaban unos minutos antes de la asamblea. quise pasar un tiempo sola, la distancia entre mi única amiga y yo, me estaba carcomiendo internamente, en mi habitación había un enorme retrato de ambas, que yo misma había ordenado pintar por los mejores artistas celestiales, en el fondo me sentía mal, por intentar enseñarle a mi manera que el mundo no es amor y alegría, que las personas son malas, y que todo lo que ella conoce en cualquier momento puede cambiar, sonreí con culpa. El Arcángel Zariel tocó la puerta, mi sonrisa desapareció en ese momento, y mi rostro adoptó una expresión solemne y pacífica, abrí la puerta, y el estaba ahí, con su mirada tranquila, esperó a que yo saliera, en silencio, y comenzó a seguirme hasta la sala de asambleas del palacio, Ahí estaban mis tres pequeños ángeles, Angeline estaba detrás del trono, con su espada en mano, Arthur del otro extremo del trono la veía con desdén, a mi no me agradaba la actitud que estaba tomando, pero no hay nada que realmente yo pueda hacer, Angelina hizo una reverencia y sonreí, ella sin duda tenía el potencial de gobernar, Math no estaba presente, Fruncí el ceño, siempre fue querido, y aun así mostraba rebeldía ante mí, llegué al trono cono elegancia, y me senté lentamente, Zariel tomó su puesto detrás del Serafín Lariette, su hermana.
—Doy comienzo a la Audiencia celestial ¿cuál es el tema que tienen pensado debatir, Arcángeles?—Zariel Habló por todos los demás detrás suya, sus ojos verdes y brillantes estaban llenos de determinación, como si hubiera ganado la lotería.—Conseguí pruebas de la Corrupción de Sarina, Su majestad, y...
Hubo una pequeña pausa, seguida de una tos seca que dio paso a una frase directa.—Creo que son suficientes para condenarla, incluso matarla.—Apretó el puño victorioso.
—Atentar contra la vida de una Deidad, es pecado capital, Zariel, no es algo que tu decidas.
Los demás Arcángeles se miraron sorprendidos ante la respuesta de su diosa, a decir verdad, no se por qué me molesté tanto por su declaración, me hizo sentir inútil, inferior.—Si planeas matarla, entonces, ve con los demonios que toman vidas sin razón alguna.—Lo señalé con el dedo índice, Zariel abrió los ojos de par en par, sorprendido de mi decreto, no dejaría que un simple arcángel pasara por delante de mí.—Su alteza Angélica, ¿no cree que es demasiado exiliarlo?
—¿Dudas de mi autoridad, Arthur? Si no he matado a Sarina, es por otras razones, si hacemos algo ahora, no servirá de nada.—Pude ver con claridad a Zariel junto a su hermana, se veía molesto, sorprendido, decepcionado, su ceño se frunció y parecía estar murmurando algo.
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Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.
FantasyUn día, Akina enciende su teléfono, solo para quedar inconsciente y despertar en una cueva extraña, con una mujer misteriosa. Una mujer cuya apariencia es fuera de lo común, al igual que su actitud, Debe acabar con el mal, pero ¿Cómo una simple much...