—El Resentimiento está en la Sangre I: Falsa Redención.
Una melodía tosca se escuchaba en el jardín del palacio, unos ojos rojos de rabia, junto a una espada dorada que rechinaba con cada golpe, y un enorme roble, frondoso y de gran ancho, siendo cortado por la espada de este ángel frustrado, una voz aguda, pero ronca, murmuraba para sí misma, tragándose su propio resentimiento, el ceño fruncido y sus manos llenas de callos, pero su rostro seguía igual de blanco y pulcro como el jade, solo siendo perturbado por gotas de sudor.—Redimir a Zariel, si claro, como si purificarse lo hiciera bueno... son puras patrañas. ¡Agh!—gritó, enviando un corte aún mas fuerte, dejando la espada atorada en el árbol de roble, Angeline respiró, tomando aire, cansada de descargar su ira, se sentó junto al Roble, y una persona con un aspecto idéntico al suyo, se hizo un lugar a su lado—¿Que pasa? Llevo media hora escuchando como intentas talar este roble.
—Has silencio, Mathew, no tengo porqué contarte nada.—Bufó, enderezándose.
—¿Por qué no me contarías? Soy tu hermano mayor.—Hubo un largo silencio antes de que Angeline abriera la boca otra vez.—¿Que piensas de la redención?
—¿Eh?—Math parpadeó varias veces antes de responder, levantando el mentón.—Es una idea simple, pero... pienso que cualquiera puede cambiar su futuro sin importar el pasado.
—¿Y Alguien como Sarina podría ser redimido? ¿Alguien como mi madre?—Esas preguntas lo tomaron por sorpresa, tragó saliva y terminó respondiendo un rotundo no.—¡Ja! Tenía razón...
—¿Piensas que las personas malas no pueden convertirse en alguien bueno?
—No existen personas buenas... solo cambia la cantidad de odio en tu corazón, pero todas las personas... somos del mismo material, No puedes convertir oro en plata, ni mucho menos a un pecador en un ángel.
—¿De verdad piensas así? Ese es el mismo pensamiento que tenía Angélica.—Angeline se sobresaltó, pero no negó tener esa mentalidad—Las escorias no se hacen a causa de las circunstancias, Math, Nacen así, Crueles, Viles, Malvados... Vengativos y rencorosos con el mundo. de nada sirve hacerse el bueno con el público, si por dentro estás podrido.—La de rosa hizo una pausa, suspiró, y continuó con su discurso—Te pondré un ejemplo simple... Samantha. Ella sufrió todo tipo de humillación, y no se convirtió en una rata, ni en un ser vil. Si estás podrido no puedes cambiarlo, y si tu estás sano, no puedes ayudar a los que ya se pudrieron, con eso solo conseguirás contagiarte.—Dijo finalmente, hubo un fuerte y pesado silencio.
—Angeline... yo te pondré otro ejemplo...
—¿Cuál? ¿Terra? Esa mujer ni siquiera está bien mentalmente, te lo digo ahora, y lo diré siempre, los buenos son débiles, los buenos mueren fácil, los buenos terminan como Kiara, eso de que el bien triunfa siempre es una patraña, los humanos, los ángeles, y los demonios, son exactamente la misma estupidez en diferente especie, grábalo en tu cabeza.—La rosada se levantó, sacó su espada del roble, y antes de irse, Math la interrumpió.—Angeline, ¿por qué eres tan insensible?
—El amor es un obstáculo, el sacrificio no sirve, el llanto es un defecto, y la debilidad es una desgracia, si no te ayudas a ti mismo, nadie más lo hará por ti, no soy insensible, soy realista.
—¡Angeline, escucha lo que estás diciendo!—la espada dorada se clavó en el suelo, la voz de la rosada estaba temblando, y se quebró en medio de sus palabras.—No... Escúchame tú a mí, piensa únicamente en ti mismo, y estarás bien, quiere únicamente a tu propio ser y nadie te hará daño, si confías en otros... van a traicionarte tan pronto como tengan la oportunidad, ¡un asqueroso demonio no mide la cantidad de amor que le entregues, te hará daño igual, por donde lo mires, No hay un punto medio! ¡Todos son de la misma calaña!
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Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.
FantasyUn día, Akina enciende su teléfono, solo para quedar inconsciente y despertar en una cueva extraña, con una mujer misteriosa. Una mujer cuya apariencia es fuera de lo común, al igual que su actitud, Debe acabar con el mal, pero ¿Cómo una simple much...