Durante los últimos días Regulus y yo hemos estado muy ocupados. Me ha enseñado cada parte bonita de París, ¡Incluso he subido varias veces a la torre Eiffel! Las vistas desde París son diferentes, cada pequeño detalle, cada fuente, cada edificio, cada atardecer y cada pequeño soplido de aire es especial. Es como vivir en un libro.
Por las noches, los paisajes cambian, los detalles se emborronan y la música suena demasiado alta, bailamos y bebemos junto a su grupo de amigos. Es otro sentimiento, me siento como un verdadero niño rico que disfruta de el alcohol más caro desde las barras de los bares más destacados de París.
Sus amigos son algo diferente. Un grupo unido de una forma extraña, un grupo de gente que no piensa como los demás, gente que vive tras sus límites.
A Remus lo vi por primera vez aquella noche, pero aunque lleve aquí diez días aun siento que no conozco del todo. Es un chico callado y descarado, aunque esa combinación sea extraña, por alguna razón, siempre parece cansado y triste, pero me he fijado en que siempre sonríe para Sirius. Ellos dos tienen una forma extraña de ver el mundo, Sirius defiende que son almas gemelas y que por más diferentes que sean, siempre tendrán algo en común. Puede que los envidie porque eso me parece la cosa más bonita del mundo.
Por otro lado, el grupo está compuesto de dos grupos más.
Un dúo de chicas se presentó un día en la majestuosa casa de los Black. Eran muy diferentes: Una de ellas era morena y alta, su nombre era Dorcas, y llegó con un maquillaje exquisito y con unos pendientes de aro que destacaban de forma notoria sus facciones, me saludo con un asentimiento, como si analizase cada rasgo antes de alzar el borde de su boca en una media sonrisa. A su lado y cogida de su mano una chica más baja se soltó rápidamente para venir a chocar los cinco. Tenía un aspecto curioso, su pelo estaba construido a capas de mechones tintados de un rubio muy claro, y al contrario que su acompañante, ella vestía más informal, con ropa holgada y con tonos grisáceos. Se presentó como Marlene, antes de bromear sobre algo y hacer que su novia de verdad sonriese.
Unos días más tarde conocí a los amigos de la infancia de Reggie. Se llaman Evan y Barty, tenían un aire macarra pero divertido y la máxima interacción que decidieron tener conmigo fue algo inusual.
–Entonces, ¿Sales con él? –Barty, el chico de los piercings hablaba con Regulus, pero su mirada estaba posada en mi. Regulus lo confirmó y el chico me miró muy serio.
–Cuidado, hispanito, tengo dinero suficiente como para encontrarte si es necesario. –Me quedé callado sin saber que decir, el otro chico que llevaba el pelo blanco como la nieve le puso una mano en el hombro, entonces sonríe de lado mostrando un colmillo y vuelve a mirar a Reggie –Me gusta para ti, pequeña serpiente.
Y por último, conocí a Pandora.
Tenía una energía especial, era tranquila y parecía que estaba ausente la mayor parte del tiempo. La conocí en un parque, y parecía que no nos esperaba, estaba sentada bajo la sombra de un roble y leía un libro, su cabello rizado y tan rubio que parecía blanco estaba compuesto por miles de ondas descuidadamente situadas. Regulus se sentía muy cómodo a su lado, me había dicho que se conocían desde siempre, que siempre estaban el uno al lado del otro, que eran capaces de saberlo todo con solo la presencia del otro.
Regulus decía que pandora era mágica, un rayo de luz tras la oscuridad, una verdadera compañera de vida.
Durante nuestra conversación se quedo mirándonos con la mirada tranquila, pero a mi parecer, se había dado cuenta de algo.
–Estáis enamorados. –Regulus se ríe y puede que sea el único que se ha sorprendido. Pandora inclina la cabeza hacia mi y tras pensar unos segundos, sonríe. –Me alegro.
Regulus asiente y comienzo a preguntarme si en verdad Pandora es mágica de verdad como dice Regulus.
Amaba ver a Regulus rodeado de su verdadera familia, de aquellos que lo querían y lo hacían sentirse bien.
–¿No vendrá a la fiesta? –Le pregunto a Regulus mientras Pandora se despide de nosotros.
Regulus niega con la cabeza.
–No es su lugar, siempre lo dice, y lo respeto. –Regulus alza los hombros y me agarra la mano –¿Tu iras a la fiesta?
–No lo sé, ¿tú irás?
–¿Mi respuesta condicionara la tuya?
–Por supuesto.
–Entonces si. Iremos.
La fiesta era una reunión de todo el grupo en la casa de Barty. Su padre estaba de viaje y era el escenario perfecto.
–¿Puedo volver a hacerte el delineado? –Estoy terminando de arreglarme mientras Regulus se coloca a mi lado frente al espejo.
–¿Por qué? ¿Estoy más guapo con él?
–Tu estas guapo siempre. –Sonrió mientras termino de acomodarme el cabello –¿Puedo o no?
–Si. Con tal de tenerte tan cerca te dejo hacerme lo que quieras.
–Eres un pequeño diablillo.
–Por supuesto que no. –Rechisto mientras se acerca a mí y coloca sus brazos sobre mis hombros –Solo estoy enamorado de ti.
Y es cierto. Mientras lo dejó trabajar en mí, contempló cada uno de sus rasgos, sus largas pestañas, su mandíbula, su cuello, sus ojos, sus labios. Examinó todo de él y lo memorizo para que mi mente no sea capaz de olvidarla. Amo a ese chico, sus perfectos y desperfectos, su pasado, su presente y su próximo futuro, aunque este sea sin mi.
–¿Qué ocurre?
Regulus me saca de mis pensamientos.
–Has dejado de sonreír. ¿En que piensas?
–Nada importante. Pienso en ti.
–¿No soy importante? Que decepción.
–Al contrario, tu opacas todo lo que no es importante.
Regulus, que se había alejado unos centímetros toma mi mentón y lo dirige hacia él, se acerca poco a poco y justo a cuando por poco toca mis labios habla.
–Deja de pensar, James. –Es una orden. Una orden que me obligo a cumplir. Una orden que manda porque Regulus sabe en que pienso, porque es lo que ambos llevamos pensando días, porque él también está dándose esa orden a si mismo.
Lo único en lo que quiero pensar es en él. Así que eliminó la distancia y lo beso durante tanto como puedo, hasta que la puerta se abre y se oye a Sirius gritar.
–¡Mis ojos!
Definitivamente, la noche va a ser buena.
☆☆☆
Se vine un buen capitulo el próximo.
Este sin embargo, no es demasiado importante, pero quería introducir a los amigos de Regulus y Sirius, quería hablar de Marlene, Dorcas, Barty, Evan... y sobre todo de Pandora, porque en serio pienso que ella es mágica.
Gracias por leer una semana más y muchísimas gracias por comentar, votar y leer.
Os quiero<3
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Ma douce souffrance - Jegulus
FanfictionUna historia de amor que surge a través de un intercambio en pleno verano, donde Regulus y James se conocerán y vivirán aventuras mientras el amor florece entre ellos. #Regulus trans Aclaración: ★ REGULUS ☆ JAMES #Al inicio de cada capitulo estar...