Ma douce souffrance - Jegulus

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Me desperté con un ligero dolor de cabeza esa mañana. No abro los ojos porque sé que mi malestar empeorara cuando la luz me deslumbre, así que me inclino hacia la derecha y suspiro esperando que se detenga. Intento recordar lo que pasó anoche y al principio parezco no recordar nada. ¿Cómo volví a casa? ¿Cuándo nos volvimos a encontrar con James y Lily? ¿Cuánto había bebido anoche?

Las preguntas me atormentaban sonando demasiado altas en mi mente. Gruño y decido posponer eso para otro momento. Entonces me concentro en mi piel. No hace suficiente calor como para que ya sea medio día, pero la luz es muy fuerte . En ese momento mi cerebro se percata de que estoy cubierto con una sábana y la retiro perezosamente. La piel de mis brazos siente el cambio de temperatura y sonrío con satisfacción. Agradezco llevar una camiseta sin mangas.

Espera.

–Buenos días. –James habla alto y el sonido golpea fuertemente en mi cerebro. Me siento en la cama con los ojos muy abiertos, James parece venir del baño, con el pelo mojado y las mejillas sonrojadas.

–Buenos días. –He dejado de mirarlo, ahora me observo a mi mismo, sin camiseta, solo con el binder cubriendo mi pecho. –Maldita sea.

Es un murmullo, y James parece entender que hablo de la resaca, o eso es lo que pretende, así que pregunta si necesito una pastilla y menciona algo sobre ir al salón. Sacó algo de ropa de mi maleta aún medio llena y caminó a grandes zancadas hacia el baño.

–¿Estás bien? –Decido preguntar a eso de las tres de la tarde.

–Si. –James da una vaga respuesta y añade– ¿Tu?

–Si.

–Vale.

El día está recubierto de silencios y miradas incómodas. Comemos juntos y dedicamos la tarde a ver películas en la habitación de James. En otro momento me hubiese parecido un gran plan, pero James sabe sobre mí, y yo sé lo que sabe. Es una idea asfixiante. En general no he entendido absolutamente nada de ninguna película, pero respondo con sonrisas y asentimientos cada vez que James comenta algo, fingiendo que todo va bien.

El final de la segunda pelicula llega y ambos nos quedamos en silencio. Observó de reojo como James se sienta recto y luego se rasca la nuca con nerviosismo.

–Regulus. – Me levanto de un salto y tiró de mi camiseta. No estoy preparado para esta conversación.

–Ahora vuelvo. –Soy un cobarde, un pequeño niño asustado que decide encerrarse en el baño para evitar sus problemas. Llegó a la pequeña habitación blanca y cierro la puerta. –Respira. –Me obligo a concentrarme en respirar mientras me miro en el espejo. "Uno, dos, tres." "Todo va mejor." "Todo irá bien."

No me vale con decírmelo a mi mismo.

Alguien llama a la puerta y por un momento me falta el aire antes de oír a la Señora Potter.

–James ¿Eres tú, cariño? Voy a limpiar el baño.

–Soy Regulus. En un momento salgo.

–Está bien cariño, estate tranquilo.

Sigo alterado, así que recurro a mi segunda opción. Sirius.

Busco mi móvil en el bolsillo del pantalón. Nada. "Mierda." Está bien, no pasa nada, james es una persona Queer, comprensiva y está esperando a que yo hable con el.

Dios mío, James había pasado todo el día esperando por mi, intentando no hacerme sentir incómodo, intentando que yo estuviera bien. Porque James Potter era así, una de las personas con mayor corazón que jamás había conocido, y yo me había encerrado en el baño para evitarlo.

Estaba listo para salir.

Cuando vuelvo a la habitación James observa su móvil mientras mueve su pierna en un golpeteo ansioso, se percata de mí y sonríe.

–¡Regulus! Oye yo quería...

–Quieres hablar conmigo. –Le interrumpo y James cierra la boca antes de asentir, se impulsa hacia un lado y da un golpe al colchón indicando que me siente.

–Ayer por la noche bebimos.

–Sí, y lo siento. No debí pasarme, no volverá a pasar. No sé por qué pasó.

–No pasa nada. Al menos llegaste mínimamente decente a casa, todo está bien. –James se ríe entre dientes y continúa con la mirada baja – Quería que hablásemos de cuando llegamos a casa. Estás muy mal y se te soltó la lengua. Dijiste algo...

–Dije que soy trans. –James me mira y asiente –¿Hay algún problema con eso? –James frunce el ceño y niega con la cabeza.

–Por supuesto que no. Me hubiese gustado que confiaras en mí lo suficiente como para decírmelo. Pero por supuesto que no hay problema. Somos amigos. ¿No? –James sonríe y hago lo mismo.

–Claro. –Las palabras hacen que mis ojos se inunden. Bendito destino por unirse a James Potter. –Gracias por comprenderlo.

–Oh venga, solo abrázame Reggie. –James me abraza y yo tardo varios segundos en alzar también los brazos. Muy poca gente me abraza. 

☆☆☆☆

Capitulo nuevo, y he de decir que no es de los mejores que he escrito, pero entre Halloween y el cumple de Sirius (¡¡¡Felicidades perrito sarnoso de mi corazón!!!) no he estado de muy buen humor para escribir, así que esto es lo que hay.