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Esa noche fue mágica, toda la noche hablando, y besándonos uno al otro. Parecía que toda mi energía hubiese vuelto, y se recargaba cada vez que lo miraba a los ojos.

Porque Regulus era pura energía.

Jugábamos entre risas, nos mirábamos, nos memorizamos el uno al otro, y luego volvíamos a unirnos en besos que hacían que mi corazón se ensanchará.

La noche fue interminable, hasta que se agotó.

...

El sonido de un montón de gritos me despiertan. Escucho como las voces se alejan y dejan paso al sonido pausado de una respiración. Abro los ojos y contempló a Regulus. Abro la boca para hablar pero él coloca su dedo índice sobre mis labios.

–Estás muy guapo así. –Sus palabras me hacen cerrar la boca y mirarlo. –Déjame disfrutarlo unos minutos más.

Regulus coloca su mano en mi mejilla, desliza un dedo sobre mis labios y se inclina hacia mí colocándose a escasos centímetros.

–Gracias. –Y entonces se acerca y me besa, y mi cerebro vuelve a disfrutar de sus labios.

Regulus sabe a alcohol, sabe a fiesta, sabe a sal, pero también sabe a él, siento que podría identificarlo entre cien besos, y siento que puede que cuando todo esto acabe no vuelva a encontrar otros labios así. Puede que no vuelva a encontrar a otro Regulus.

El se separa con solo sentir mis pensamientos. "Fluir" susurro, "Fluir" susurra y pasa los dedos por su pelo.

–Puede que sea hora de desayunar.

–No salgamos. Lily quiere que vayamos a caminar por los precipicios.

–Si no salimos puede que nos lance agua. –Se acerca a mi rápidamente y me propina un pequeño beso que me hace sentir como la persona más hambrienta del mundo. –Venga, tengo hambre.

Cuando salgo de la tienda Lily llega cargada con una bolsa de tela repleta de cosas.

–¡Buenos días! –Su voz fresca y alta me hace recordar que puede que tenga algo de resaca. –Traigo el desayuno, café y algo para mis queridos amigos los alcohólicos.

–Te quiero. –Digo mientras me siento en una silla y contempló como Mary sale de su tienda envuelta en una manta. –Mary, un día de estos me quedo con tu novia.

–Ni hablar, a ti te gusta otro.

Lily se ríe y yo la miro irritado.

–No sois muy discretos, –dice mientras se encoge de hombros– y además os he oído durante la noche.

–¡Valla! Significa que vosotros dos hicisteis...

–Tráeme el café y calla, Mary. No, no hicimos nada. –Observó de reojo como la tienda sigue cerrada y susurro casi sin contener la emoción –Somos algo. Nos hemos besado, muchísimo, y todo va genial y yo...

La cremallera se abre y Reggie sale de la tienda, un poco más decente que la última vez que lo había visto, pero igual de guapo.

...

El día fue agotador, pero bonito. Una vez estuvimos listos Lily nos condujo por senderos llenos de árboles, sol y arena, hasta llegar casi al mediodía a un gran precipicio donde había un faro.

–¡Llegamos!

–¡Oh, qué emoción! ¡Es un faro mugriento!

Regulus y yo comenzamos a reírnos.

–Bueno, en realidad la historia del faro es impresionante. –Regulus añadió antes de que Lily se enfadara con su novia. Comenzó a contarla brevemente mientras explicaba datos curiosos y sonreía como si de un profesor se tratase.

Ma douce souffrance - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora