Quiero irme de la fiesta, quiero alejarme del ruido, de la música y de la gente. Pero no tengo como volver a la casa de los Black, y no puedo volver solo, así que decido atravesar la multitud y encerrarme en uno de los baños de la planta baja.
Me siento un niño pequeño que se esconde de su madre o de sus amigos, pero el sentimiento que suele ser de felicidad se convierte ahora en angustia.
Mis manos tiemblan un poco cuando llego al baño, así que las apoyó con fuerza contra la puerta. Miro al suelo mientras intento regular mi respiración y eliminar la imagen de Regulus de mi mente.
Como puede estar haciendo eso. Se supone que somos algo. que salimos. Que me quiere.
Puede que solo sea un juguete, puede que haya estado jugando conmigo durante todo el verano.
Puede que en verdad no conozca al chico del que me he enamorado.
El aire sale por un momento de mis pulmones y estos se niegan a llenarse de nuevo.
Se oye un golpe al otro lado de la puerta pero lo ignoró mientras me sumerjo aún más en el debate de mi mente.
¿Estás seguro de eso, James? ¿Crees en verdad que ese chico no te quiere?
Una lágrima resbala por mi mejilla. Otro golpe en la puerta. Un grito que no espero por mi parte.
–¡Ocupado! ¡Joder!
Limpio con el puño la lágrima que se escapa de nuevo mientras asimilo mi acción. Al otro lado de la puerta una voz amortiguada por la música suena.
–James, soy Remus.
Remus. No Regulus, no Sirius, Remus.
Un pequeño vistazo al espejo y extiendo la mano para abrir la puerta. Remus camina hacia dentro y me hace una señal para que cierre.
–¿Quieres hablar? –Remus me coloca una mano en el hombro y me observa desde arriba. –Venga, siéntate.
Entiendo que intenta ser cordial, pero estamos en un baño en una fiesta y he intercambiado muy pocas palabras con él a solas, así que estoy algo incómodo.
–No se si quiero hablar. –Le digo mientras se sienta en el borde de la bañera.
–Bien, no hables. – Remus toma un trago de su vaso, el cual no he visto vacío en toda la noche, y observa a su alrededor. –¿Sabes? La primera vez que conocí a Sirius fue en este baño. –Por un momento lo miró perplejo, pero Remus parece no importarle demasiado. – Yo me había colado en la fiesta con un amigo de la residencia que me había convencido de que tenía que comenzar a salir por ahí. Mi amigo, el muy capullo, se aprovechó de que nadie nos dijese nada y se emborrachó. Así que terminé metido en este baño, sujetándole mientras vomitaba cuando Sirius me encontró. El tenía unos catorce y estaba muy cabreado por alguna razón. Maldijo a mi amigo por ocupar el único baño que aún no habían ensuciado y luego se quedó mirándome a mi. En aquel momento, supongo que me vio la cara y comprendió que estaba asustado y preocupado por mi amigo así que decidió ayudarme. No me conocía de nada, no sabía ni nuestros nombres cuando se arrodilló a mi lado y le dio unas palmaditas a Grant. –Remus jugueteó un momento con el piercing de su oreja y luego continuó –Cuando mi amigo mejoró un poco Sirius se dio cuenta de que no nos conocíamos y se presentó haciendo burla a la casa Black. Yo, que siempre he odiado al sistema y la riqueza de los ricos le dije que el nombre de su casa no tenía tanta relevancia y me metí con su familia. En vez de cabrearse soltó una carcajada. Me contó la historia de su familia, su historia y la de Regulus. –El nombre me hace alzar la cabeza y Remus me mira con una especie de brillo en sus ojos. –Desde el día que nos conocimos, yo y Sirius hemos intentado convencer a Reg para que denuncien a sus padres y salgan del agujero en el que se encuentra metida su familia. Regulus siempre se ha negado. Sirius dice que es falta de voluntad, yo creo que es miedo. Pero desde que volvió del intercambio es otro, y creo que con tu ayuda podrán liberarse de las garras de su madre. –Mientras habla, por mi mente se cruzan imágenes: cicatrices en las piernas de Regulus, los gritos, los insultos, el miedo que a veces muestran sus ojos... – Escúchame, James. Yo aprendí a amar a Sirius desde el primer día y hoy sigo aprendiendo. Son personas complicadas, que han pasado por momentos complicados y que han encontrado soluciones complicadas. Regulus te quiere, te quiere con todo su corazón y puede que seas la única esperanza que tenemos para sacarlos de el maltrato de la familia Black.
No se que decir.
–Veras, James. – Continua Remus –Las cosas que la gente hace cuando bebe no deben tomarse importancia, porque puede que para ellos no la tenga. Entiendo que estés molesto con la acción de Regulus, pero créeme, a Regulus el único que le importa eres tú.
Asiento porque tiene lógica. No se como pero sigo a Remus, dispuesto a llevarme a Regulus a donde sea y no dejarle beber nunca mas.
–Remus espera. –Remus se detiene justo delante de la puerta. –¿Por qué?
Sonríe con tranquilidad aunque mi pregunta aborda muchas cosas.
–Lo hago porque me importan, pero sobre todo porque sé mejor que nadie que los abusos duelen, pero aun mas duelen si los que lo hacen son tus padres.
Remus lo deja entender todo. Es una pieza del puzzle que se une: Las cicatrices, el silencio, la complicidad con el dolor de los hermanos. Remus debió haber pasado por algo parecido.
–Lo siento. –Digo, de nuevo sin saber que decir, pero Remus decide quitarle importancia y abrir la puerta del baño.
–Vamos a buscarlos. Las noches de fiesta no tienen porque terminar mal.
Este chico, desconocido en gran parte, tiene algo. Es algo que te hace simpatizar con las personas.
☆☆☆☆
Tenia este as bajo la manga desde hacia mucho tiempo, pero, sinceramente, llegar asta el final de este fanfic me esta costando. Aun así, supongo que sabéis que no quedan muchos capítulos, el adiós en inminente, y si os duele... Pensad que antes me dolerá a mi escribirlo.
Bueno, y sin mas que decir... Asta la semana que viene. Recordar votar, comentar y disfrutar de el fanfic.
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Ma douce souffrance - Jegulus
FanfictionUna historia de amor que surge a través de un intercambio en pleno verano, donde Regulus y James se conocerán y vivirán aventuras mientras el amor florece entre ellos. #Regulus trans Aclaración: ★ REGULUS ☆ JAMES #Al inicio de cada capitulo estar...