La luz se cuela por la ventana de la habitación y me irrita los ojos. Tiro de la manta hasta que cubre mi cabeza. Regulus duerme a mi lado, siento su respiración junto a mi.
Hay un golpeteo dentro de la habitación, no es un reloj, no suena a lluvia. Alguien golpea el suelo.
Retiró la manta de mi cara y parpadeo varias veces para adaptarme a la luz. Alguien nos observa sentado sobre el escritorio.
–Regulus. –Susurro bajo su mirada– Regulus, despierta. Tu hermano nos está mirando.
Regulus se despereza aun con los ojos cerrados. Tarda unos segundos antes de abrir los ojos rápidamente y mirar hacia el escritorio.
–¿Qué haces aquí, Sirius?
–Yo quería preguntar lo mismo. ¿Qué haces ahí, Regulus?
Regulus se sienta sobre el colchón. Sus ojos están luchando por cerrarse de nuevo.
–Dormir. Seguro que sabes lo que es. Te pasas los días haciéndolo. –Sirius parece enfadado, Regulus ha decidido ponerse a la defensiva y yo me siento como un intruso. –Ya te he respondido, ahora vete.
–¿Pero cómo voy a irme? Mi hermano y un desconocido están durmiendo juntos.
–¿Ya no soy James?
–Cállate James. –Dicen a la vez y decido que esta es una pelea solo de hermanos.
–James no es un desconocido. Llevo un mes pasando todos los días con él, lo conozco bien.
–¿Tanto como para dormir con él?
–La primera vez que te acostaste con Remus no lo conocías tampoco.
–Fue amor platónico.
–Si, como tu digas. –Ambos se quedaron callados un segundo. –Sal de mi habitación.
–Cuando James salga de tu cama.
Por poco se me escapa una sonrisa. Salgo de la cama y decido que la mejor solución es ir de paseo al pasillo.
Sirius y Regulus siguen discutiendo.
–No puedo creer que te hayas acostado con él.
–Por última vez, Sirius, no hemos hecho nada. Solo tenemos algo...especial.
–Si, y una mierda.
–Bueno y a ti que mierda te importa.
–Me importa que mi hermano haya vuelto de España con novio y con una personalidad distinta.
–Pues no debería preocuparte tanto. –Regulus calla un momento luego habla con otro tono –No tengo una personalidad distinta.
–Si, si la tienes. Soy tu hermano mayor, por supuesto que me preocupo. –Ambos se quedan en silencio. –Imagina que madre llega a pillarlos.
–No lo pensé anoche. Estaba cansado y Kreacher no había montado la otra cama. No lo pensé mucho.
–Puede que eso sea culpa mía. Me dijeron a mi que lo hiciera. ¡Pero podrías haberla montado tú o algo!
–Si sabes que tienes la culpa no me eches la bronca. ¿Tanto te molesta que tenga novio?
Sirius se queda un momento callado. Luego se oye un suspiro fuerte.
–No me molesta. –Dice Sirius con una voz más calmada –Simplemente, no se, no me esperara que comenzases a salir con James. Cuando me lo contaste por mensaje pensé que solo te habías pillado de él y que veías fantasmas donde no había nada. Además, pensé que me lo contarías si pasaba algo. Pero estas últimas semanas no me has hecho mucho caso. Puede que me haya sentido un poco solo... y algo traicionado.
–Ay Sirius, lo siento.
La voz de Regulus suena arrepentida mientras de fondo se oye un pequeño gimoteo.
Ahora si que me siento fuera de lugar. No debería estar aquí, escuchando su conversación íntima.
Camino hacia el baño que hay al final del pasillo. Mi intención es dejarles un poco de tiempo para ellos, que Sirius llore si le hace falta. Regulus me dijo que Sirius no llevaba bien la soledad, menos aún recluido en la casa familiar, menos aún sin la compañía de mi novio.
Espera James. ¿Tu novio? ¿Puedo llamarlo así?
No lo sé. Solo sé que lo quiero. Sé que soy adicto a su mirada, al color de su cabello, a la forma de su cuerpo, se que me encanta su sonrisa, sus labios y su forma de expresarse. Puede que lo ame con locura. Pero hay algo en mi que me grita en los oídos. <No será para siempre> Cierto, pero como todos los amores. Las parejas no duran para siempre, la vida es muy larga para ello. Todas las parejas tienen un adiós, que con suerte, llega con la muerte de uno de ellos. Pero Regulus y yo tenemos fecha de caducidad. La tuvimos siempre, incluso antes de enamorarnos.
Porque llegará pronto el día en que yo suba a un avión, y en el que él se quede en tierra.
Llegará el día en que le diré adiós y no volveré a verlo.
O puede que sí, puede que vivamos en un cuento de hadas, o en una novela de aquellas románticas que Lily ama leer, pero no todos podemos vivir en las historias, no todos podemos tener finales felices.
La puerta está cerrada y puede que de mis ojos caigan lágrimas. Mi mente me recuerda que me separaré para siempre del chico al que amo.
De pronto, siento el frío suelo bajo mis pies descalzos.
<Todo está bien, James. Está bien llorar, sentir tristeza. Desahógate todo lo que necesites. >
La voz dulce de mi padre resuena en mi cabeza en forma de recuerdo. Era su frase estrella cuando me veía llorar de pequeño. Siempre fui un niño sensible aterrorizado por las lágrimas y los prejuicios.
Papa decía que el llanto alivia la mente, y que era mejor unas mejillas bañadas de lágrimas que una mente inundada por ellas.
Respiro una y otra vez intentando tranquilizarme.
Regulus y yo ya lo hablamos. Dejaremos que todo siga su marcha. Viviremos el momento. Ya habrá tiempo para la triste despedida, ahora toca vivir la feliz anécdota.
Mi teléfono vibra en ese momento y el nombre de Lily aparece en la pantalla.
Lily:
Videollamada entrante
–Hola. –Mi voz suena seca con ese tono al que cambia la voz para delatar a la gente que llora.
–Cariño. –Lily me saluda con su sonrisa demasiado amable, a su alrededor se ve su habitación, llena de posters de colores y de dibujos hechos por ella. –Tenía el presentimiento de que necesitabas hablar conmigo.
Ahí está ella, con su magia, lista para quienes la necesitan.
–Solo... Me he quedado solo y he comenzado a pensar. –Las palabras me secan la garganta.
–El pensar es el mayor villano del hombre, y también su mayor aliado. –Lily, la poeta.
–Pensaba. Pensaba en que voy subido en un barco que se que va a hundirse y me duele demasiado.
–Aún no se ha hundido, James. –Lily sabe de lo que hablo –No dejes que te agobie lo que pasara. No necesitas que yo te diga esto, deberías hablar con Reggie, pero debes actuar por tu bien y por tu felicidad. Recuerda que no estás en Francia por Regulus, estás en Francia porque eres de los mejores, y porque te has esforzado demasiado para estar allí.
–No sabes lo que te quiero.
–Créeme, lo sé. –Lily me sonríe y yo la imito algo más aliviado. –Háblalo con él. Lo entenderá.
☆☆☆
Ni ellos quieren separarse ni yo quiero que se separen :(
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Ma douce souffrance - Jegulus
FanficUna historia de amor que surge a través de un intercambio en pleno verano, donde Regulus y James se conocerán y vivirán aventuras mientras el amor florece entre ellos. #Regulus trans Aclaración: ★ REGULUS ☆ JAMES #Al inicio de cada capitulo estar...