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Regulus comenzó a relajarse después de bañarnos en la piscina. Tal vez solo tenía calor, tal vez solo eran nervios. Al menos ya se sentía mejor y eso me alegraba, aunque me dolía un poco que no me quisiese contar lo que le pasaba. Entendía que no llevasen una semana conociéndose, pero habían hablado durante un mes y se habían hecho amigos, tenían confianza. Mientras volvíamos a casa mi cabeza no dejaba de darle vueltas a sus palabras. "Puede que no me sienta cómodo quitándome la camiseta delante de nadie". Puede que tuviese inseguridades, puede que le diese vergüenza, puede que en Francia no fuera costumbre, no podía saberlo a menos de que Regulus hablara, y parecía no ser la forma favorita de expresarse del artista.

Aunque no fuera lo más correcto, descubrí que le pasaba a Regulus el primer sábado de fiesta.

Después de un dia de playa y olas, las cuales Regulus odiaba porque terminaban arrojándolo al suelo, nos fuimos a casa para arreglarnos un poco, Lily y Mary vendrian a las 9 para terminar de maquillarse sin el consentimiento de sus padres, así que Regulus y yo nos vestimos rápido.

La situación después de llegar las chicas cambió de calma y orden a ruido y caos. La música invadía el aire, Lily se miraba al espejo mientras hablaba conmigo, yo le planchaba el pelo. Mary está mirándose al espejo grande de la habitación mientras intenta repetir su eyeliner por tercera vez. Regulus habla con su hermano por videollamada.

–Un segundo Sirius. –Regulus levanta la voz por encima de la música para que Lily lo escuche bien. –Lily. ¿puedes apagar la música? No escucho a Sirius.

–Si lo siento cielo. – Lily apaga la música y se escucha la voz de Sirius por toda la habitación.

–Es mañana y aún no se que ponerme, ni como dejarme el pelo, ¡ni siquiera sé si debería maquillarme! –Sirius se escucha como si pudiese darle un ataque de pánico. Regulus sonríe de lado y llama la atención de su hermano.

–Sirius tranquilízate, deben aceptarte como eres.

–¿Que cres que les parecerá más mal? Que su hijo salga con un chico o que salga con una chica con aspecto de chico. –Regulus hace una mueca.

–Por un lado, debes ponerte lo que más cómodo te haga sentir mañana, si mañana eres una chica quiero que te vistas como tal, si no es así, ya lo sabes. –Regulus inclina un poco la cabeza y luego sonríe. –Por otro lado, tú tienes aspecto de ti mismo, lo que significa que no pueden pensar nada de lo que has dicho. Además, nuestro lema es bastante claro ¿Sabes, Sirius?

El silencio inunda la habitación hasta que se vuelve a escuchar la voz de Sirius.

–Yo soy quien soy, y lo seré siempre, hasta la muerte. –Regulus sonríe y murmura "muy bien" antes de desviar su mirada a Mary.

–¿Necesitas ayuda? –Mary tiene practimante la mejilla rosa neón de tantas veces que ha limpiado sus intentos de maquillaje.

–¿Sabes de maquillaje? –Mary le mira sorprendida y Lily se ríe.

–Yo le enseñe todo lo que sabe. –Regulus mira mal a Sirius por estar escuchando la conversación. –Bueno, creo que tienes trabajo. Hablamos mañana hermanito. Con cuidado. ¡Te quiero! –Sirius cuelga y Regulus observa a Mary mientras se levanta de la cama.

Regulus se sienta en el suelo y comienza a delinear de tonos neones los ojos de Mary mientras yo termino de arreglar el cabello de Lily. Más tarde el pobre de Regulus está sentado en su cama frente a Lily y Mary maquillandolas para que vayan iguales.

–James y tú también podríais maquillaros. –Lily murmura mientras Regulus trabaja en sus ojos. –Regulus alza los hombros indiferente y Mary me observa a mi conciente que Regulus se dejara hacer lo que quiera.

–No, gracias. – Mary, ya toda preparada y cubierta de colores neón, se levanta de la cama y comienza a suplicarme.

–James, Jaimie, mi mejor amigo...

–Ni lo sueñes. –Me he cruzado de brazos contra la pared y dejo que Lily también suplique. –No es no, guapas.

Mary y Lily dejan de suplicar y vuelven a sentarse en la cama, así que yo camino hacia la mía y me siento para observar mi teléfono. Es un gran error.

Lily me arrebata el aparato cuando Mary grita "¡Ahora chicos!" y luego Regulus me empuja y me quedo acostado en la cama mientras él sube encima de mí y me paraliza. Mari y Lily me sujetan las manos y tras mirarlas miro a Regulus quien está mirándome fijamente. No puedo evitar fijarme en su rostro ahora que lo tengo tan cerca, sus pómulos y su nariz perfecta, su tez pálida, sus mejillas brillantes por el exceso de sol, sus ojos azules casi grises cubiertos de pestañas largas, creo que llevo demasiado tiempo observandolo pero el tampoco reacciona. Ambos parecemos darnos cuenta en aquel momento porque Regulus se mueve incómodo sobre mi vientre y retira la mirada de mis ojos para destapar el eyeliner.

–Bien, quédate quieto, no quiero hacerte daño. –Asiento y trago saliva cuando se acerca más a mi para obtener más precisión. Me obligo a mirar su cuello, su clavícula. –Así está bien. ¿Qué opináis chicas? –Lily y Mary murmuran algo mientras Regulus se baja de la cama. Me quedo observando mientras alisa su camisa hasta que habla. –Te queda muy bien.

Y sonrió, por alguna razón me siento diferente, me siento eufórico y siento que el corazón me funciona rápidamente. Santo cielo. ¿Qué me pasa? Pensé.

Más tarde salimos de mi casa y caminamos por las calles iluminadas, hablábamos mientras reíamos y Mary atiborraba a Regulus con preguntas sobre alcohol.

–En realidad no suelo beber mucho, excepto alguna vez en fiestas donde se que alguien podra controlarme si me pasaba o cuando Sirius me hace competencia.

–En España se bebe mucho alcohol, así que no te asustes si ves muchos borrachos por aqui. –Lily nos echa una mirada a Mary y a mí, ella bebe poco a menos que estemos en una casa, seguros de cualquier riesgo que haga que uno de sus mejores amigos termine intoxicado.

–Entonces, Regulus, –Mary pasa el brazo alrededor de su hombro y sonríe coqueta. –¿Vas a beber conmigo esta noche? –Regulus me mira con duda, puede que la pregunta en sus ojos es si le dejó beber, o si debería decirle que sí a Mary, así que asiento con la cabeza y Regulus sonríe con timidez. –¡Eso es un sí! Falta mi querida Lily.

–Sabes la respuesta.

–Amor, por favor. –Mary se ha despegado de Regulus y ahora toma a Lily de la mano mientras la mira fingiendo una rabieta. –Dos cubatas.

–No.

–Uno.

–No.

–Medio mio y dos chupitos. –Mary tira de la mano de Lily con suplica.

–Medio y un chupito, es mi última oferta. –Mary sonríe y besa la mejilla de la pelirroja. –Como vuelva a tener que llevarte a casa te dejo.

–Prometo que no pasará. –Mary aprieta su mano y la balancea un poco. –Además no vas a dejarme.

–No, no voy a dejarte. 

☆☆☆☆

He decidido partir este capitulo por la mitad por dos razones. 

La primera es porque quedaría muy largo y no quería aburrir a nadie. 

Y la segunda es que no me hubiese dado tiempo ha escribir el capitulo completo, y estoy bien actualizando una vez por semana, no quiero cambiar eso. 

Así que, a aquellos lectores que siguen Ma douce souffrance,  gracias por leerme, en serio, y lo siento, pero tendréis que esperar a saber como james descubrió una pequeña parte de Regulus  a la próxima semana. 

Gracias por leerme, comentar y votar. ♡♡♡♡♡♡

Ma douce souffrance - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora