Capítulo 12

176 12 1
                                    

- Entonces, esta camisa tan bien abrochada me molesta - susurró la morena de manera pícara mientras se encargaba de liberar los primeros botones de la prenda, dejando besos húmedos en la piel que iba quedando al descubierto-.

- No mientas, se que te encanta.

- Me encanta. En realidad te la estoy quitando para robártela, estas cartas son lo más- quiso bromear.

- Tu carita si que es lo más- dijo Lauren-. Tendré que quitarte yo también la camiseta, igualdad de condiciones.

- Me parece justo - río Camila, que se había desecho ya de la camiseta estampada de la Ojiverde y se encargaba de dejar besito en su escote-.

- Tienes el mejor Trasero del país- piropeo Lauren al bajar sus manos hasta esa parte de la anatomía de la morena-.

- Mentira - contradijo la más baja, y Lauren desacredita su opinión con un pequeño azote-.

- Verdad. Manos arriba, Camzi, te voy a quitar esto - informo tirando de su camiseta-.

Al no llevar sujetador, Camila quedó desnudarte de la cintura para arriba y Lauren no podía dejar de recorrer con los ojos cada centímetro de su piel. No sabía por dónde empezar.

La morena sonrió ante la mirada de adoración que leyó en los ojos de Lauren y se lanzó a besarla.

- Estos lunares... madre mía- susurro Lauren mientras besaba uno a uno, hasta llegar a su clavícula.-

La ojiverde acariciaba con unas de sus manos el pecho izquierdo de Camila, mientras se encargaba de láser con delicadeza el otro.

Un gemido de la más baja le indicó que iba por buen camino. Camila por su parte llevo sus manos al pantalón corto de Lauren colándose en el para acariciar el centro de la ojiverde por encima de la tela. Notar la humedad en la zona le hizo jadear con más fuerza, a la vez que provocaba un gruñido en Lauren, quien ansiaba un mayor contacto.

- Vaya, parece que te pongo un poco ¿no? - sonrió pícaramente Camila-. A ver como solucionamos esto...

La morena decidió entonces que el sujetador de Lauren sobraba, que ella también quería saborear su piel. Así que la instó a incorporarse un poco para poder deshacerse de la prenda.

Camila se lanzó directa a acoger en su boca los pezones de Lauren, endureciendolos sin dificultad. Aprovechó también para llenar de besos húmedos el camino hacia
su ombligo, deleitando se con el tonificado abdomen de Lauren.

Sus manos viajaron hasta las piernas que se habían enredado en las suyas, pero se las apañó para hacer
desaparecer el short de la ojiverde, revelando la tanguita negra que había podido palpar antes.

En ese momento, Lauren abrazó a la morena para después girar sus cuerpos y quedar sobre ella. La melena de la ojiverde hacía cosquillas al rozar
los pechos de Camila y siguió erizando su piel a medida que las atenciones de la Ojiverde bajaban en
dirección al filo de su pantalón.

Lauren la miró a los ojos con lujuria justo antes de dejar un dulce beso en su centro, para después retirar tanto el pantalón como su ropa interior.

La ojiverde subió a la altura de Camila para besar con fiereza sus labios, mientras con una mano temblorosa exploraba la parte más íntima del cuerpo de la otra.

No tardo en dar con su clítoris y, en cuanto lo acarició suavemente, tanteándolo, notó como la respiración de la morena daba un vuelco.

- Lo- fue todo lo que salió de la boca de Camila, antes de lamer el labio inferior de Lauren -.

- ¿Voy bien? - preguntó Lauren con un atisbo de inseguridad-.

- Vas genial - la tranquilizó la morena con un beso, entre jadeos.

Lauren empezó a realizar círculos sobre el mismo punto, atenta a las reacciones de Camila. De vez en cuando paseaba los dedos por la endidura de la morena, jugando con su entrada y volviendo de
nuevo al mismo punto de partida.

- Lo, más rápido. Me voy a correr.

La ojiverde obedeció y aumentó la velocidad, alternando también los patrones que dibujaba, hasta que notó que la morena se deshacía, gimiendo
su nombre.

- Camzi... - Susurró Lauren besando la boca entreabierta de la chica con dulzura _.

La morena abrió los ojos, recuperándose del éxtasis y no dudó en volver a intercambiar posiciones con Lauren.

En cuanto la tuvo debajo, Camila desechó su ropa interior y acompaño el movimiento de la prenda colmando de besos cada paso de su recorrido.

- Qué obra de Arte eres, por favor - Susurró Camila, ya a la altura del cuello de la ojiverde, Lauren no supo
más que besarla ante es alago tan suyo.

Tras comprobar la humedad que se concentraba en la parte íntima de la ojiverde, Camila introdujo uno de los dedos en su endidura.

- Me encanta sentirte - susurró contra la boca jadeante de Lauren.

Ésta solo soltó un gemido ahogado, y clavó sus uñas en la espalda de la morena cuando empezó a notar como ésta la penetraba.

-Más - pidió y Camila introdujo un segundo dedo, mientras con el pulgar acariciaba su clítoris fugazmente-.

La ojiverde acompañaba los movimientos de la otra con sus caderas y tras varios minutos de tortura en que la morena se habia ocupado de beberse todos sus gemidos, Lauren estaba a punto.

- No me dejes de mirar, Lo - pidió-.

Y con los ojos clavados en los de Camila, la Ojiverde se dejó ir, azotada por el más dulce de los orgasmos.

Camila se apresuró en bajarse de encima de ella para acostarse a su lado, envolviéndola con su brazo y entrelazando sus piernas con las suyas, eliminando cualquier distancia entre las dos.

Así, desnudas, en un cómodo silencio y entre suaves caricias, las venció el sueño, que la luna se encargó de cuidar.

__________________________________________

En Nada volvemos al presente.

Gracias.

Karla MichellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora