Capitulo 2

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- Mamá ¿cómo se si estoy enamorada?

La pregunta sorprendió a Lauren, quién apartó la mirada de su plato para dirigirla a su hija. No esperaba para nada que Karla iniciase esa conversación.

Si bien había podido observar que su hija llevaba unos meses particularmente enganchada al teléfono y hablando bastante de un tal Jorge, Lauren no había querido preguntar para no incomodarla. Sabía perfectamente que una chica de diecisiete años prefería hablar de sus amores con sus amigas que tener a su madre metiendo el osito en el asunto.

- Mmmm...  ¿Estamos hablando de Jorge? -tanteó con una sonrisa, intentando generar confianza en su hija, que asintió.

- Digámoste que hemos estado viéndonos un tiempo, no vamos enserio ni nada todavía pero... no sé. No sé lo que se supone que se tiene que sentir o... -suspiró confundida.

- Ay, cariño yo tampoco lo sé. Solo deja que tus sentimientos fluyan y no te comas la cabeza, eres demasiado joven para eso. Disfruta del día a día aunque...

- Con control, si - interrumpió Karla adivinando el final de la frase.

-Soy muy pesada y sé que no soy el mejor ejemplo -dijo con una pequeña mueca de tristeza-. Entiéndeme, sabes que eres lo más bonito que me ha pasado en la vida pero no es fácil ser mamá a los dieciocho años, ni decidir no serlo.... Y las ETS sobre todo....

- Mamá, tomó precauciones. Estoy concienzuda, de verdad no te preocupes -la tranquilizó, acariciando Su mano-.

Desde que era preadolescente su madre le había dado infinidad de charlas sobre sexualidad y además información necesaria de cara a esos años y siempre se ponía a ella misma como ejemplo de inconsciencia.

- Mamá ¿tú te has enamorado alguna vez?

- Claro, de tu padre -respondió automáticamente Lauren-.

- Pues yo nunca los vi nada enamorados -contradijo Karla y su madre se aclaró la garganta.

- Hija, no dinas eso, yo a Brad lo quise muchísimo. Y el a mi.

- Querer ni es estar enamorado. Yo quiero a mis amigos y no estoy enamorada de ellos -explico como si fuera lo más obvio-. Y, por ejemplo, yo si veo a papá enamorado de Alexandra ahora.

- Ay, Karla, cree lo que quieras - se rindió rápidamente Lauren-.

- Y, a parte de papá - dijo con retintín-. ¿ te has enamorado otras veces?

- No ¿cuando? Si he estado desde siempre con él -justificó su madre-.

- Pero también te gustan las chicas....

- ¿Y que tiene que ver? Te he explicado que no hace falta estar con ninguna para que te gusten.

- ¿Entonces no has estado con ninguna chica? -insistió, para llevar la conversación al tema que le interesaba-.

- ¿A qué viene esto? -preguntó y de repente cayó en algo-. ¿Eres bisexual, cariño?

- No, yo... -empezó, Lauren le acarició la mano mostrando su sonrisa más tranquiilizadora-.

- Sabes que tienes todo mi apoyo....

- Mamá, que no es eso. No,que yo sepa, vamos.

- ¿Entonces?

- Nad, mamá. Solo quería saber más cosas de tu vida.

- Ya lo sabes todo -término la conversación-.

Karla estaba frustrada ya que intuía que había algo más pero no tenía ni idea de cómo descubrirlo. Su madre no se cedía ni un poco, pero sabía que alguien siempre había sido muy unida a su madre, así que cuando Lucy las invito a comer un domingo, pensó en aprovechar la oportunidad.

- Ya casi acaban las clases ¿eh, Karla? Debes estar muriéndote de ganas que lleguen las vacaciones -comentó Lucy ya en el postre-.

- Si ya estoy cansada de estudiar. No puedo esperar para salir. Además, este año me ha invitado Jorge a su casa en la playa y va a ser increíble.

- ¿Cómo? ¿Que dices de casa de Jorge? ¿Cuando he dado yo permiso para eso? -demandó Lauren-.

- Jorge es tu novio ¿no? -preguntó alzando las cejas.

- Algo así -respondió mientras se sonrojaba-.

- ¿ Cómo que te ha invitado a su casa? -insistió Lauren.

- Pues que tiene una casa con una piscina increíble en la playa y me ha invitado a pasar el Verano con él.

-¿ El veranó? -cuestiono de nuevo.

- Si, en tres semanas.

- No vas -sentenció su madre de manera seria.

- Mamá, soy casi mayor de edad, puedo hacer lo que quiera.

- Casi, tú lo has dicho.

- Papá me deja, ya se lo he pedido.

- ¿Que? Ya hablaré con tu padre. ¿Desde cuando te vas un mes con un chico? No, no -negó Lauren efusivamente.

- At, Lau -rio Lucy-. No seas así, si es una niña responsable.

- Tú no te pongas de su parte.

-Si me  pongo, porque no tienes razón, Brad la deja y tú también deberías.

- No tiene edad para irse por ahí.

- Lauren por favor, no me hagas reír. ¿ o te tengo que recordar tu verano en Miami cuando tenias su edad? -cuestionó, y la mirada fulminante que le dedicó a Lucy no pasó desapercibida por Karla.

- Cállate, yo no fui a casa de ningún novio -gruñó finalmente.

- Ya, bueno pero...

- Pero nada, que importa lo que hice o deje de hacer yo -interrumpió alzando la voz-. Estamos hablando de Karla. Y además no se quien te crees para cuestionar mi autoridad de la te de mi hija. No tiene ni idea Lucia.

- ¡ A mi no me hables así, eh! -reprendió ella-. Que parece que estás amargada, deja que por lo menos tú hija disfrute de su vida ya que tú no lo haces.




Espero estén disfrutando de la historia.

- Su escritora

Karla MichellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora