Capitulo 8

185 13 0
                                    

- ¿Vegetariano, Karla? -preguntó Lauren al ver el letrero del restaurante-. Desde cuando tú no comes carne.

- Lo he elegido porque en internet pone que es uno de los mejores, hay que innovar mamá.

- No, si me parece genial, a ver  qué tal.

- Te va a encantar, seguro.

- ¿Entramos? -preguntó Lauren y ella aceptó.

- Buenas noches, tengo una reserva a nombre de Karla -anunció la joven al llegar al mostrador.

- Si, correcto -confirmó el recepcionista-. Pase al fondo, la están esperando.

- ¿La están esperando? ¿Quien? - susurró Lauren.

- Se habrá equivocado -restó importancia y siguió tirando del brazo de su madre-.

Efectivamente, en la mesa del fondo se encontraba Camila Cabello sentada de cara a ellas. Karla sonrió cuando la vio y supo que su madre también la había visto cuando se quedó totalmente clavada en el sitió y se soltó de su agarre, cuando ya sólo faltaban unos metros para alcanzarla.

- No - fue todo lo que salió de la boca de Lauren.

En cuanto Lauren fijo su vista en la mesa del fondo, topándose con la morena a la que reconocería en mil y unas vidas, sintió como si un rayo paralizara su cuerpo totalmente. La incredulidad y el pánico se apoderaron de ella, aunque mantuvo su mirada clavada en aquellos ojos cafés que la miraban con una expresión que no podía descifrar.

La Ojiverde salió del trance unos largos segundos después y se giró entonces donde su hija.

- ¿Que es esto? -demandó visiblemente alterada.

- Una cena para dos en la que yo sobro -anunció Karla.

- ¿A ti también te ha engañado? - se dirigió a Camila por primera vez, lo hizo con preocupación y vergüenza-. Te pido disculpas, de verdad...

- Camila está aquí por qué quiere mamá -aclaró Karla y Lauren altero la mirada entre las dos, hasta que Camila le dio la razón asintiendo.

- No tienes ningún derecho, Karla.

- No, no lo tengo. Pero tú en cambio si mira -señaló hacia la posición de Camila-. Contra todo pronóstico tienes derecho a una segunda oportunidad... o lo que sea. Así que por favor no lo desaproveches.

- ¡Karla!

Tras sus palabras, la chica abandonó el restaurante ignorando los llamados de su madre y Lauren se quedó en medio del restaurante, sin saber que hacer.

- ¿Te vas a ir? - preguntó Camila ya que Lauren seguía mirando fijamente la salida-. ¿Vas a desaparecer otra vez?

Esas palabras actuaron como un resorte y no supo más que moverse hacia la mesa y ocupar el asiento en frente de... del amor de su vida.

- Camila -pronunció en un susurro.

Su mirada viajó perdida en cada detalle de Camila Cabello. Su pelo, más castaño y más corto que años atrás, los ojos más bonitos que había visto en su vida, su nariz y esa boca que tanto la había perseguido en sueños durante casi dos décadas. Y también los lunares visibles, y la forma de su cuerpo en ese vestido negro, que aún estando sentada, se encargaba de ensalzar.

Supo que Camila había ocupado ese tiempo, que parecía detenido, en hacer exactamente lo mismo, observarla a conciencia. Su melena negra perfectamente planchada y esos ojos verdes que la atrapaban como dos imanes. Automáticamente noto la ausencia del aro en su nariz que tanto recordaba, pero sonrió al recordar el tatuajes que tenía en su mano.
La morena divisaba cada uno de los detalles, mezclando pasado y presente de una manera que ambas creían que no se iba a volver a dar nunca.

- ¿Que haces aquí? -fue lo que preguntó la Ojiverde, tras unos minutos de silencio-. Pensé que no querías saber nada de mi en tu vida.

- Y no quería. Pero se ve que Karla sabe como tocar las teclas adecuadas y después de mucho pensarlo supe que necesitaba tus explicaciones, aunque fuera para cerrar un círculo.

- No puedo creer que te haya metido en todo esto...

- tienes una hija, Lauren - recalcó Camila ese dato que aún le costaba asimilar buscando los ojos de la Ojiverde.

- Si. Camila, yo... lo siento. Lo siento muchísimo. No supe cómo... - intentó disculparse, tenía tantos motivos por los que pedirle perdón y estaba tan nerviosa que no podía formar ninguna frase coherente-. No merezco que estés aquí hoy, no lo hice bien... deberías odiarme.

- ¿Desapareciste porque te enteraste que estabas embarazada? - Camila la freno de sus lamentaciones en busca de respuestas.

- Desaparecí porque no me atrevía a cumplir la promesa y cuando quise hacerlo... si, me enteré que Karla venía en camino.

- No puedo creer que la llamaras Karla. ¿Como te atreviste? -No pudo evitar comentar la morenas esbozando una sonrisa irónica.

- Se que es egoísta, pero necesitaba que lo más bonito de mi vida me recordara siempre a ti -admitió Lauren, provocando que Camila chasqueara la lengua con cierto desdén.

____________________________________

En el próximo capítulo viajamos al pasado.

¿Que crees que pasara?

Espero estén disfrutando.

Karla MichellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora